“Smart Green Cube”, el edificio inteligente y sostenible de agricultura vertical urbana
Actualmente la sociedad tiende a migrar a las grandes ciudades provocando un preocupante éxodo rural. Las urbes crecen exponencialmente sustituyendo el paisaje agrario y la agricultura por el asfalto y los grandes barrios. Además, la población mundial también aumenta a un ritmo vertiginoso, ello implica que las necesidades alimentarias también se disparan. Este problema demográfico y alimenticio se complica debido al abandono de las tierras eminentemente agrícolas y puede resolverse, o al menos verse paliado, mediante la arquitectura sostenible.
Una de las soluciones que se plantea en este sentido son los conocidos huertos urbanos. Se trata de una de las propuestas más comunes dentro de los edificios, tanto públicos como privados, de construcción sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Los espacios verdes ayudan a reducir y neutralizar las emisiones de co2. Y, además, se fomenta la creación de una comunidad vecinal concienciada y respetuosa con el medio ambiente.
Así, en una de las zonas más áridas de España como es Almería se ha aprobado un proyecto arquitectónico de agricultura vertical sostenible e inteligente: el “Smart Green Cube”. Se trata de un edificio público mixto, puesto que también tendrá espacios destinados a la educación o de reunión de los vecinos.
El “Smart Green Cube” no es un edificio original y único, sino que replica otras construcciones en donde la agricultura es la protagonista implantadas con éxito en Asia, América y otras zonas de Europa.
Características del “Smart green cube”
- Empleo de energías renovables. El edificio se nutrirá de energía eólica, fotovoltaica y térmica para su funcionamiento, además de un correcto tratamiento de las aguas, que permita su ahorro. El techo del edificio y la parte sudoeste y sudeste del mismo albergarán paneles fotovoltaicos, mientras que los aerogeneradores se situarán en la parte baja del edificio, rodeándolo.
- Jardín vertical. El edificio tiene una estructura similar al proyecto “The Green Spaceship”. Cuenta con una planta baja conectada con la calle y la primera planta, o piso superior, es una mole rectangular donde se colocan las placas solares y la fachada ventilada. En la cara norte de esta estructura geométrica se situará un jardín vertical para garantizar de forma natural una correcta climatización de los espacios interiores y minimizar las pérdidas de calor y el empleo de energías no renovables o fósiles.
- Iluminación LED. El empleo de este tipo de iluminación hace que el edificio sea eficiente energéticamente. La iluminación LED reduce el consumo de electricidad hasta en un 85% y se erige como la alternativa lumínica más ecológica, debido a que sus componentes químicos no son tóxicos. Además, su vida útil es mayor que la de las bombillas o los halógenos y el desperdicio de energía provocado por la emisión de calor también es menor.
- Agricultura vertical. Este sistema de cultivo es considerado por muchos expertos como el futuro de la alimentación. Los beneficios medioambientales que supone son múltiples. Por un lado, el ahorro de agua es de hasta en un 90% en comparación con la empleada en un cultivo tradicional. Además, la reducción de espacio dedicado a los productos agrícolas al situarlos en columnas supone un incremento de las producciones alimentarias ya que se puede cultivar un mayor número de vegetales y plantas con esta redistribución agrícola. En este caso, se propone una agricultura interior, de manera que las inclemencias del tiempo no afectarán a las cosechas. Así, no habrá desperdicio alimentario y las producciones son constantes y homogéneas.
Como podemos comprobar con este proyecto arquitectónico, la tecnología, el compromiso con el entorno y la sostenibilidad son la mejor respuesta ante los desafíos que nos presenta la compleja y dispar distribución de la población mundial en el futuro.