Un refugio sostenible contra el cambio climático
Naturaleza salvaje. Una superficie helada de 9.000 kilómetros. Temperaturas de entre -19ºC y -40ºC. Apenas un millar de habitantes. La nada. Es la Isla de Disko, en la fría Groenlandia, que alberga una auténtica joya de la sostenibilidad: un refugio ecológico destinado a un grupo de científicos que investigan los efectos del cambio climático.
Trabajar en este contexto no es fácil. Los investigadores que realizan estudios para paliar el cambio climático (¡casi nada!) en la Estación Ártica de Groenlandia se enfrentan cada día a situaciones extremas. Ese es el caso de un equipo de científicos de la Universidad de Copenhague que se dedican a recoger y examinar muestras para la investigación del cambio climático. Y gran parte de esta investigación la llevan a cabo lejos de la estación, en campo abierto, en unas condiciones completamente inhóspitas.
Tanto que, en invierno, cuando las temperaturas pueden llegar incluso hasta los -50ºC, son suficientes dos horas para congelarse. Circunstancias que, por supuesto, dificultan y en muchos casos imposibilitan su trabajo. Su historia es una historia de superación y constancia, de supervivencia, de lucha por un mundo mejor.
Hacer confortable lo inconfortable
Y esta historia no pasa desapercibida para nadie. Tampoco para los profesionales de la empresa de confort térmico Ariston que, en cuanto la conocieron, decidieron que querían formar parte de ella. Y es que uno de los compromisos de esta empresa es, precisamente, demostrar que la alta eficiencia energética y el uso de energías renovables son plenamente compatibles con el confort térmico.
Así, fueron los encargados, junto a LeapFactory, de construir un refugio ecológico y eficiente de impacto cero en el entorno. Climatizada con una caldera de condensación que aporta confort, esta vivienda se convirtió en un medio fundamental para que los investigadores puedan desarrollar su trabajo durante todo el año en perfectas condiciones. El reto era nada menos que hacer confortable lo que es, por naturaleza, inconfortable. Y este reto tiene un nombre: Ariston Comfort Challenge.
© Fotografía de Leapfactory con fines puramente informativos
Un refugio ecológico y eficiente
Esta vivienda es una edificación modular, cuyas premisas son la eficiencia energética y la sostenibilidad. Tiene la capacidad de soportar las extremas condiciones climáticas del entorno y maximizar la eficiencia energética. Su cubierta está diseñada para reducir todo lo posible el consumo de energía y mantener el máximo aislamiento. Y, además, dispone de una caldera de condensación que funciona con gas propano, ya que es un gas que puede transportarse en un depósito y que funciona de manera óptima con temperaturas extremadamente bajas.
El resultado es un diseño realmente atractivo. Un amplio ventanal permite adentrarse en el espectacular entorno de la Isla de Disko y disfrutar, también desde el interior, de la increíble naturaleza de este pequeño rincón del mundo.
Esta es una historia de cocreación y de cooperación, que demuestra cómo es posible apostar por la sostenibilidad desde la sostenibilidad. Porque, al fin y al cabo, ¿qué sentido tendría construir una vivienda que no fuese ecológica para luchar contra el cambio climático? Y este refugio es mucho más que un ejemplo de arquitectura sostenible. Es un ejemplo de cómo la tecnología puede (y debe) estar al servicio de un mundo mejor.
Muy interesante para multiplicar y construir nuevas propuestas