InmoSostenible 2023: los desafíos de la arquitectura sostenible
El pasado 27 de septiembre se celebró la tercera edición de InmoSostenible, un encuentro que reúne anualmente a líderes del sector inmobiliario español para analizar las principales tendencias de la transformación de la edificación en materia de sostenibilidad. Un evento impulsado por Uponor, multinacional de origen finlandés experta en soluciones para el transporte de agua en la edificación y de Climatización Invisible por superficies radiantes, y ASPRIMA, Asociación Promotores Inmobiliarios de Madrid.
Bajo el leitmotiv ‘Edificación Sostenible y Retorno de la Inversión’, la principal conclusión que se ha desprendido de las ponencias del encuentro es clara: la sostenibilidad es una cuestión que cada vez preocupa más a los compradores de las viviendas. De hecho, en los últimos tres años el interés por las edificaciones sostenibles se ha duplicado, según reflejan los datos obtenidos por un grupo de trabajo creado bajo el paraguas del evento.
Dentro de este interés creciente, se ha identificado una demanda cada vez mayor de las certificaciones sostenibles en el mercado. Con respecto a estas, los ponentes explicaron que no solo deben fomentarse, sino que es fundamental centrar esfuerzos en comprender los conceptos a los que se refieren y aprovechar los datos que estas le proporcionan para innovar, aprender y gestionar los desafíos de la construcción de manera más eficaz.
La sostenibilidad, un concepto muy amplio
Durante las ponencias del encuentro se profundizó en la idea de la sostenibilidad como un concepto que va mucho más allá de aspectos como el ahorro energético o la huella de carbono. Para poder conocer el impacto real del sector sobre la biodiversidad y medir la sostenibilidad real de cada edificio, deberían medirse la totalidad de los impactos en su ciclo de vida, e incluso de una futura rehabilitación.
En este sentido, los expertos resaltaron entre otras cuestiones la importancia de diferenciar entre el carbono operacional —el asociado a las emisiones de CO2 del edificio a lo largo de su vida útil— y el carbono embebido —el que generan, desde su producción hasta su puesta en obra, todos los materiales que forman parte de la construcción— y tener en consideración ambos a la hora de calcular la huella de carbono. Además, asuntos como la huella hídrica también deben de tenerse en cuenta a la hora de evaluar el impacto de un proyecto.
La desigualdad, el primer reto de la arquitectura sostenible
En el encuentro, los participantes pusieron el foco en la vertiente social del concepto de sostenibilidad. Carolina Roca, presidenta de ASPRIMA (Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid), señaló durante su intervención que la sostenibilidad no debe restringirse únicamente al plano medioambiental, sino que su primer reto es acabar con la desigualdad.
En la actualidad, la dificultad para acceder a viviendas asequibles que a su vez sean sostenibles es un problema que afecta cada vez a más familias. Y es que la implementación de sistemas que favorezcan el ahorro energético y el uso de materiales más respetuosos con el medio ambiente lleva aparejado un incremento en el coste de la vivienda que no es asumible para muchos. La solución que demandan desde el sector es un mayor compromiso por parte de la Administración para reducir estos costes. Concretamente, las seis necesidades puestas sobre la mesa son: reducir la fiscalidad, aligerar los trámites burocráticos, desarrollar un urbanismo sostenible, facilitar el cambio de uso de edificios para su rehabilitación, fortalecer el marco regulatorio nacional por encima de los autonómicos, e impulsar los planes de formación para incorporar nuevos trabajadores al sector. La arquitectura sostenible es una vía para crear un mundo más saludable para una sociedad cada vez más concienciada con el impacto de los espacios que habitan. Dedicar recursos y mostrar solidaridad tanto desde la Administración como desde el sector privado es determinante para hacerlo posible y eliminar las diferencias sociales que hoy existen.