Araceli Reymundo: “La arquitectura bioclimática podría ponernos en un buen camino hacia la lucha contra el cambio climático y la recuperación del planeta”

Publicado el 30 abril 2020

Cada vez encontramos más proyectos, profesionales y estudios especializados en arquitectura bioclimática. Este tipo de arquitectura parte de la optimización de los recursos naturales, para plantear diseños basados en las condiciones climáticas de su ubicación, y aprovechando sus recursos. Por lo tanto, varía en función de dónde esté ubicada la obra en cuestión.

En este sentido, el clima de las Islas Canarias ofrece una gran cantidad de ventajas bioclimáticas que permiten desarrollar este tipo de proyectos aprovechando sus recursos locales.

Y, nuestra entrevistada Araceli Reymundo, sabe mucho de esto, pues es una de las arquitectas referentes en este ámbito en las islas.

Entrevista

Isabel Fernández: Para empezar, ¿qué es y cómo nace tu estudio de arquitectura?

Araceli Reymundo: Termino la carrera en Madrid en 1986, vuelvo a Tenerife en pleno boom de la construcción y empiezo a colaborar en un estudio de arquitectura hasta 1990. En aquella época aún no tenía clara mi deriva profesional, hasta que me independizo y monto mi propio estudio.

I.F.: ¿Cómo surge tu interés por la arquitectura bioclimática?

A.R.: Poco después de independizarme, empiezo a colaborar con el COAC como vocal de Cultura de la Junta del Colegio de Tenerife y tuve ocasión de organizar un seminario para la UIMP sobre sostenibilidad. Entre los ponentes estaba Margarita de Luxán García de Diego, Dra. arquitecta y catedrática de la ETS de arquitectura de Madrid, y coautora de un Manual de arquitectura Bioclimática para Andalucía, cuya charla marcó un antes y un después en mi trayectoria profesional. Si en el territorio andaluz, con un clima mucho más severo que el canario se podría lograr confort y ahorro en climatización aplicando estrategias bioclimáticas en el diseño de los edificios, qué no se podría hacer en Canarias.

Hacia el año 2004, logramos que el ITC nos encargara la adaptación del manual andaluz a los climas canarios, el MABICAN, publicación que vio finalmente la luz en el año 2011.

I.F.: ¿Cómo se aplican en Canarias criterios de arquitectura bioclimática?

A.R.: Debido a su benigno clima, en Canarias estas estrategias pueden evitar en la mayor parte de las localidades, el consumo energético en climatización. Para el diseño de los edificios, se parte de los diagramas de confort de la localidad o los más próximos disponibles -en el MABICAN hay uno para urbanismo, el de Olgyay, y otro para edificación, el de Givoni, para las 40 localidades más pobladas del territorio canario-. De ellos se pueden extraer las estrategias de diseño más convenientes para cada clima, si bien de la toma de datos concretos del solar, se pueden y deben hacer los ajustes necesarios.

Por lo general, las estrategias principales, que hay que valorar mes a mes, suelen ser, para el verano, las protecciones solares -que podrán ser fijas, móviles, vegetales y siempre adaptadas a las necesidades que señale el climograma- la inercia térmica y el aislamiento de la envolvente, favorecer la ventilación cruzada o forzada natural. Para el invierno, la captación solar que puede ser pasiva -se capta por los huecos y debe poder acumularse en los materiales aledaños al hueco- o bien activa, apoyada mediante equipos eficientes que trabajen preferiblemente con EERR (energías renovables).  Para climas extremadamente fríos -se dan pocos casos en Canarias- calefacción convencional, pero estudiando los sistemas más sostenibles.

Otro factor importante en Canarias es la deshumidificación, dado que el alto índice de humedad que caracteriza el clima del archipiélago produce disconfort tanto en verano como en invierno, aunque las temperaturas no sean extremas. Esta deshumidificación se puede lograr de forma natural -mediante la ventilación- o bien mediante equipos activos eficientes, priorizando igualmente los que trabajen con EERR.

I.F.: Con qué tipo de materiales sueles trabajar?

A.R.:Procuro utilizar materiales lo más locales posible, si bien en Canarias, al tener tanto territorio protegido, es complicado obtener materiales que se elaboren en las islas.

La arquitectura bioclimática requiere que las construcciones tengan una gran estabilidad térmica por lo que los materiales ubicados en el interior, próximos a los huecos captores de radiación solar, deben ser preferentemente estructuras de hormigón y revestimientos cerámicos o pétreos.

Las carpinterías también hay que escogerlas con cautela porque no sólo debe tenerse en cuenta su ciclo de vida -extracción, fabricación, transporte, instalación, residuo- sino también su eficaz comportamiento bioclimático a lo largo de la vida útil del edificio. Por ello, no suelo escoger un material predeterminado, sino que se analiza primero el clima y la parcela antes de tomar la decisión. También el tipo de apertura de los huecos que finalmente se escojan depende del climograma y de la rosa de los vientos de la localidad.

I.F.: De qué proyecto o proyectos te sientes especialmente orgullosa?

A.R.: Tengo un especial cariño a la primera vivienda bioclimática que realicé. Fue un placer, por ejemplo, no tener que convencer a los propietarios de las bondades del diseño bioclimático dado que ya estaban informados y sensibilizados. Trabajar en sintonía con el cliente sin duda redunda en una mejor calidad del diseño final de la vivienda.

Es una vivienda unifamiliar ubicada en Los Roques de Fasnia, en Tenerife. https://www.youtube.com/watch?v=0_YbsS2lvS4

I.F.: Tu carrera está muy centrada en la investigación. ¿Nos podrías contar alguno de los proyectos de investigación que has llevado a cabo?

A.R.: Mi investigación y la base actual de mi profesión se asienta en la sostenibilidad del planeta, el ahorro, la eficiencia, la calidad de vida, el Km. 0, y todas estas estrategias que permiten reducir la huella ecológica del ser humano sobre el planeta.

Cuando tratas de hacer arquitectura bioclimática, te das cuenta de que, especialmente en Canarias, la orientación de la fachada en la que están los espacios principales de la vivienda -que debe ser sur con desviaciones tolerables de no más de 30º hacia el este o el oeste para que no pierda eficacia- ronda el 60% del confort de la vivienda, normalmente la dirección del trazado viario, es decir, el planeamiento, la organización del territorio… la deciden los urbanistas.

Así que, haciendo un símil con un juego de ajedrez, donde los edificios serían las fichas y el territorio, el tablero, sería como si se tratase de “sacar brillo” a las fichas de un tablero inclinado… Es decir, si la organización del territorio no acompaña, es imposible jugar la partida de forma eficiente.

Esto me llevó a investigar también sobre cómo organizar el territorio canario para que éste facilitara la reducción de la huella ecológica y la lucha contra el cambio climático. Las mayores insostenibilidades en Canarias, que están directamente relacionadas con el consumo energético son en primer lugar, la gestión de la energía, dependiendo en cerca de un 90% de los combustibles fósiles a pesar de vivir en el mejor clima de Europa y en el paraíso de las energías renovables.

También la gestión del agua que está directamente vinculada a un elevadísimo consumo energético -en bombeos, desalación, transporte, depuración industrial…,- sobre todo fósil y agravado por el hecho de que no se practica la depuración natural de las aguas residuales, por lo que a menudo se generan problemas de contaminación en costa, acuíferos y subsuelo.

Por otro lado, la dependencia alimentaria, ya que los productos se importan desde territorios lejanos -consumo energético en transporte, envasado, distribución, generación de residuos…, muchas veces cultivados mediante agricultura industrial que favorecen el cambio climático y el comercio injusto. Al mismo tiempo, suelos con buena capacidad agrológica y próximos a las áreas de residencia, están abandonados en las islas.

Otro de los factores es la gestión de los residuos, pues no se suele aprovechar la fracción orgánica para generar compost que mejore la fertilidad de los suelos. Además, la excesiva movilidad en transporte privado. La dispersiión urbana en las islas y el elevado monocentrismo, principalmente en lo laboral y sanitario, favorecen esta movilidad que creció un 57% en sólo 15 años. La movilidad terrestre supone en la actualidad, el mayor porcentaje de emisiones de CO2 a la atmósfera.

Y, por último, la ineficiencia del parque inmobiliario canario. Además de disperso, también se caracteriza por su gran ineficiencia, ya que las islas han estado exentas hasta 2006, fecha en que se aprobó el CTE -Código técnico de la edificación- de justificar la eficiencia energética de los proyectos que se construían. Esto ha derivado en situaciones tan grotescas como que ciudadanos suecos digan que nunca habían pasado tanto frío dentro de un edificio como en Canarias.

Apoyados en estas reflexiones, hemos formado un equipo multidisciplinar para estudiar de qué forma, mediante una planificación más sostenible del territorio y el aprovechamiento eficiente de los recursos estratégicos -especialmente los escasos- se puede mejorar esta insostenibilidad.

I.F.: ¿Qué metodología sigues?

A.R.: La metodología que utilizamos es la de estudio de Ecoejes, es decir, territorios con pendiente desde medianías hacia el mar, donde se puedan establecer sinergias positivas de Km.0 entre las zonas de costa -que suelen ser las más urbanas- y las de medianías- que suelen ser las más rurales y con mejores suelos para cultivo. La verticalidad del suelo también es aprovechable para la gestión de la energía y para los procesos de depuración natural por gravedad, sin consumo energético añadido, sin olores, generando paisaje, ayudando a la biodiversidad y facilitando la reutilización de la fracción residual en las zonas verdes.

Esta metodología es replicable en todo el territorio canario, especialmente en zonas con relieve. Se estudió a modo de “Proyecto Piloto” para el Ecoeje Birmágen-Costa de Añaza -años 2016 y 2017- y ahora estamos con el de La Orotava.

I.F.: ¿Crees que la arquitectura bioclimática es un campo en auge?

A.R.: En estos tiempos de incertidumbre, donde de las pocas evidencias constatadas es la huella ecológica que estamos causando al planeta y la importancia de actuar localmente, creo que la arquitectura bioclimática -tanto de nueva planta como de rehabilitación- facilitaría considerablemente la transición hacia un modelo más confortable, eficiente, sostenible.

Y que, aderezado con otras reflexiones necesarias y complementarias como las que se han referido, podría ponernos en un buen camino hacia la lucha contra el cambio climático y la recuperación del planeta.

Araceli es un ejemplo de cómo la arquitectura bebe constantemente de la investigación, que es fundamental para seguir avanzando en la sostenibilidad. La arquitectura bioclimática llegó a su vida de una forma espontánea e inspiradora, y hoy es una de las referencias en las Islas Canarias. Muchas gracias por tu tiempo y por tu gran trabajo.

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  • Roberto dice:

    Muy interesante
    Sobretodo cosas en las que normalmente no caemos como la intima relación entre urbanismo y arquitectura eficiente
    Tener en cuenta que las normas que sirven para el norte de europa por ejemplo no aplicables aqui
    Muy interesante también el concepto de ecoeje

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