Batlleiroig: “Diseñamos desde la convicción de que solo una visión holística puede dar respuesta a los retos urbanos, sociales y climáticos de nuestro tiempo”

Publicado el 18 agosto 2025

Esta semana hemos conversado con el equipo de Batlleiroig, un estudio de arquitectura multidisciplinar que nació en Barcelona hace ya más de 40 años y que en la actualidad cuentan con oficinas en Madrid y Galicia.

Desde sus inicios, la sensibilidad por el entorno y la naturaleza ha sido un pilar fundamental en sus proyectos, lo que ha ido evolucionando hasta convertirse en el lema del estudio: “Fusionando ciudad y naturaleza”.

Esta fijación por fomentar la simbiosis entre la naturaleza y el entorno urbano se ha trasladado también al ámbito académico, lo que les ha llevado a contar, entre otras cosas, con su propia cátedra, que imparten en la Universidad Politécnica de Cataluña.

El equipo que compone Batlleiroig. Imagen: Antonio Navarro Wijkmark

Entrevista

¿Cómo y cuándo nace el estudio de arquitectura?

El estudio nace en 1981 en Barcelona, mientras Enric Batlle y Joan Roig coincidieron trabajando en el estudio de José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres. Ese encuentro fue el punto de partida de una colaboración que, con la adjudicación del concurso del Cementerio de Roques Blanques en el Papiol, daría lugar a la fundación de Batlleiroig.

Desde la fundación del estudio hace más de 40 años, la búsqueda de soluciones climáticas ha estado siempre en vuestro ADN. ¿Cómo era la arquitectura sostenible de los años 80? ¿Cuál ha sido el mayor avance desde entonces?

En los años 80 no se hablaba explícitamente de “arquitectura sostenible” ni existía una conciencia generalizada sobre las soluciones climáticas. Sin embargo, desde el inicio en Batlleiroig trabajamos con una mirada sensible al entorno no solo edificado, también natural, incorporando la vegetación como herramienta proyectual en un contexto dominado por el hormigón y el asfalto. Esta actitud, que entonces era disruptiva, marcó una línea de trabajo que ha evolucionado hasta nuestro lema actual: “Fusionando ciudad y naturaleza”.

¿Cómo es vuestra metodología a la hora de afrontar los proyectos desde una perspectiva sostenible?

Afrontamos cada proyecto desde un enfoque lógico y coherente con el sitio y su función. Desde las primeras fases, buscamos la manera más eficiente de diseñar soluciones que sean respetuosas desde todas las vertientes. Para nosotros, la sostenibilidad no es un concepto aislado, sino el resultado de una suma de decisiones conscientes que, en conjunto, reducen el impacto ambiental y generan un efecto positivo.

Aseguráis que sois «el único despacho de España que desarrolla por igual intensidad un vasto volumen de obras en ámbitos tan diversos como el paisaje, el planeamiento y la edificación». ¿Qué dificultades implica la integración de los principios de la arquitectura sostenible en cada uno de ellos?

Afirmar que somos los únicos es demasiado atrevido, pero sí podemos decir con convicción que somos uno de los pocos estudios capaces de abordar con igual intensidad y rigor proyectos en los ámbitos del planeamiento, el paisaje y la edificación, combinando una mirada transversal con un alto grado de especialización en cada disciplina.

En Batlleiroig, la sostenibilidad no es un área de trabajo aislada ni un valor añadido, sino el eje vertebrador de todos nuestros proyectos. Por ello, hemos desarrollado una matriz propia de sostenibilidad —recogida en nuestro libro “Fusionando ciudad y naturaleza” de la editorial Actar— que articula 10 principios aplicables de forma transversal a cualquier proyecto, independientemente de su escala o tipología. Esta herramienta nos permite garantizar la coherencia de nuestros valores en cada fase, desde la estrategia territorial hasta el detalle constructivo.

Gracias a esta metodología, integrar los principios sostenibles en cada departamento no es una dificultad, sino una oportunidad constante de innovación, mejora y responsabilidad. Diseñamos desde la convicción de que solo una visión holística puede dar respuesta a los retos urbanos, sociales y climáticos de nuestro tiempo.

De todos vuestros proyectos, ¿cuál o cuáles destacaríais? ¿Por qué?

Es muy difícil destacar solo algunos, ya que cada proyecto representa un reto único. Pero si tuviéramos que señalar algunos ejemplos recientes, mencionaríamos el Ecobarrio Roca City, entre Gavà y Viladecans, y el Ecodistrito LaMercedes, en Barcelona. Ambos proyectos integran planeamiento, paisajismo y arquitectura, y reflejan nuestro enfoque transversal.

También nos hace especial ilusión la transformación de la Rambla de la Girada, en Vilafranca del Penedès, una intervención que plantea una visión disruptiva en la gestión del agua en el espacio público.

Y, por supuesto, el campus de Inditex en Arteixo, donde hemos logrado conjugar diseño, funcionalidad y unos elevados estándares de sostenibilidad, convirtiéndolo en un referente de arquitectura corporativa comprometida con el entorno. Pero habría muchos más a destacar.

El campus de Inditex en Arteixo. Imagen: Antonio Navarro Wijkmark

Dentro del amplio abanico de materiales sostenibles, ¿hay alguno por el que sintáis predilección? ¿Por qué?

No tenemos una preferencia concreta por un material sobre otro, ya que cada proyecto exige una solución adaptada a su contexto, función y necesidades. Para nosotros, lo más sostenible no es el material en sí, sino cómo, cuándo y por qué se utiliza. Creemos que lo verdaderamente sostenible es escoger el material más adecuado para el proyecto en concreto, intentando minimizar al máximo su impacto.

Por ejemplo, en el proyecto de las Oficinas INSPIRE, recientemente finalizado, optamos por una estructura mixta de hormigón, acero y madera. Aunque parezca mucho más sostenible utilizar exclusivamente madera para su estructura, la elección óptima para este edificio en concreto fue la de combinar materiales.

Tenéis implementada la tecnología BIM desde 2013. ¿Qué supuso la llegada de esta tecnología a vuestra forma de trabajar?

Actualmente seguimos apostando por la innovación tecnológica. La implementación de BIM en 2013 supuso una transformación en nuestra forma de proyectar y trabajar, pero no nos hemos detenido ahí.

En Batlleiroig entendemos la innovación como una actitud permanente. Por eso contamos con un Departamento de Innovación Digital, que no solo da soporte técnico, sino que lidera la incorporación de nuevas metodologías y herramientas de vanguardia: modelado paramétrico, análisis de datos, diseño generativo, inteligencia artificial, realidad aumentada o gemelos digitales.

El objetivo es claro: transformar la complejidad de nuestros proyectos en soluciones más inteligentes, sostenibles y medibles. Trabajar y contar con datos y nuevas tecnologías nos permite anticipar impactos, optimizar decisiones y elevar la calidad arquitectónica, medioambiental y social de nuestras propuestas. Para nosotros, innovar no es una opción, es una responsabilidad con el futuro.

Entre las certificaciones que os avalan se encuentran BREEAM, WELL, GBC e ISO. ¿Qué importancia le dais a la obtención de certificados?

Las certificaciones son herramientas útiles y necesarias dentro del sector, ya que establecen un lenguaje común que permite verificar, comparar y comunicar los valores de sostenibilidad de un proyecto. En ese sentido, reconocemos su valor como mecanismo de validación dentro del mercado.

Sin embargo, no son nuestro objetivo. Nuestra prioridad es diseñar edificios que realmente funcionen, que sean eficientes, confortables y con el menor impacto ambiental posible. Creemos que se puede —y se debe— ir más allá de los estándares que marcan estas certificaciones, buscando siempre mejorar y evolucionar. Aunque tenemos muy presente que son el lenguaje necesario y que se utiliza en el sector.

¿Qué importancia consideráis que tiene promover la construcción de edificios de consumo energético casi nulo?

En el contexto actual de crisis climática, social y económica, es fundamental promover este tipo de edificaciones. Es urgente concienciar sobre el impacto del sector de la construcción en las emisiones globales de CO₂ y demostrar que existen alternativas viables y sostenibles.

¿Creéis que la sociedad está concienciada sobre la necesidad de implementar propuestas arquitectónicas sostenibles para cuidar el medio ambiente?

La concienciación social es clave. Por eso creemos que divulgar y sensibilizar sobre el valor del diseño con impacto positivo es una parte esencial de nuestro trabajo. La arquitectura puede y debe contribuir a mejorar nuestras ciudades y nuestro entorno, y es fundamental que la sociedad lo entienda y lo exija.

Además, cuando una medida sostenible se implementa con éxito —cuando demuestra ser eficaz, eficiente y beneficiosa— se convierte en el mejor argumento para aplicar la siguiente. Cada acción genera confianza, y esa confianza abre el camino a soluciones más ambiciosas. El compromiso se contagia cuando los resultados son tangibles.

Gracias al equipo de Batlleiroig por dedicarnos su tiempo y permitirnos conocer su trabajo.

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