Un proyecto de smart city innovador y sostenible en Viena
Al noreste de Viena se encuentra Aspern Seestadt Wien, un proyecto de smart city alrededor de un lago, que está previsto que se convierta en uno de los desarrollos urbanos más grandes de Europa. El proyecto se enmarca dentro de la estrategia Smart City Wien y su objetivo es asegurar la mejor calidad de vida posible para todos los residentes con la mejor conservación posible de recursos.
Está prevista la finalización de la construcción en 2028, pero una cuarta parte de su extensión ya está completa, con más de 6.000 residentes en la actualidad. Cuando finalice la obra, alrededor de 20.000 personas podrán vivir en 8.500 unidades de viviendas.
El desarrollo urbano de Aspern está concebido como una unidad urbanística en la que los usos son mixtos y concebidos desde la usabilidad práctica del espacio urbano. Los espacios están creados de forma que las distancias se puedan cubrir fácilmente a pie o en bicicleta, fomentando su uso a través de una amplia red de bicicletas públicas.
Está prevista la construcción de una línea ferroviaria y de tranvía, que junto con el autobús completarán la oferta de transporte colectivo. Actualmente ya funcionan siete líneas de autobuses que conectan Aspern con Viena y se están llevando a cabo las pruebas preparatorias para poner en circulación el primer autobús sin conductor en 2019.
En 2013 se puso en marcha la compañía de investigación ASCR (Aspern Smart City Research), compuesta por diferentes empresas y el ayuntamiento de Viena. Su banco de pruebas se centra en la gestión energética, los edificios inteligentes, las smart grids, las TIC y los consumidores inteligentes.
Sistemas de automatización y control
Para gestionar la energía de la smart city, una de las investigaciones de ASCR se centra en edificios preparados para el futuro con sistemas de automatización que permiten un uso flexible del consumo energético. Los edificios son capaces de producir y almacenar energía y están equipados con paneles fotovoltaicos, paneles termosolares, paneles híbridos, bombas de calor, instalaciones de almacenamiento eléctrico, materiales inteligentes y tecnología para automatización y control.
Una de las claves es optimizar el propio consumo del edificio. Para ello, los sistemas de optimización pueden ver lo que sucederá en el futuro, ya que han sido diseñados de tal forma que calculan las necesidades energéticas esperadas, teniendo en cuenta los hábitos del usuario, el comportamiento para el ahorro energético, la producción energética, los pronósticos del tiempo y otros datos.
ASCR también ha podido aprovechar el gasto de calor del parking de vehículos para producir agua caliente y calefacción utilizando una bomba de calor. Adicionalmente, se ha instalado con éxito un nuevo concepto de almacenamiento térmico subterráneo.
Gracias a la implantación de las tecnologías de automatización y control, estos edificios inteligentes han ahorrado un 71 % de energía, evitando la emisión de 240 toneladas de CO2 a la atmósfera, comparado con un sistema de calefacción mediante gas.
Otro de los resultados positivos del sistema puesto en marcha en Aspern Seestadt Wien es la reducción del pico de demanda en la red en una vivienda de un estudiante, mediante el uso de unidades de almacenamiento en batería, lo que implica unos ahorros de hasta 5.000 euros al año.
Aunque tendremos que esperar hasta 2028 para ver su construcción finalizada, ya se pueden apreciar los numerosos beneficios de esta smart city, que se espera que se convierta en un nuevo centro para el 22º distrito municipal de Viena. Esperamos que este proyecto impulse muchos otros tanto en Europa como en nuestro país y que se fomenten cada vez más los desarrollos urbanos de este tipo.