La “columna vertebral” de la arquitectura sostenible moderna
Turning Torso es uno de los edificios más altos de Escandinavia, se trata de una construcción encargada por la empresa HSB al arquitecto español Santiago Calatrava. La razón de ser de Turning Torso era convertirse en uno de los símbolos identificativos del skyline de Malmoe. Además de su diseño extravagante, este rascacielos cuenta con la certificación LEED Oro y se han utilizado materiales reciclados para su construcción. Es un edificio residencial autosuficiente, con forma de columna vertebral, que suministra energía a sus habitantes a través de fuentes 100% renovables como la geotermia, la hidroeléctrica, la solar y la eólica.
La torre Turning Torso
La historia de Turning Torso comienza en 1999, cuando Johnny Örbäck, entonces director gerente de la cooperativa sueca de viviendas HSB, decidió encargarle al estudio Santiago Calatrava Arquitectos e Ingenieros construir su sede. Después de 6 años de diseño y edificación se erigió Turning Torso, un rascacielos de 190 metros de altura y 50 plantas entre las que se dividen los 147 apartamentos que lo componen. Es una gran obra de más de 4200 metros cuadrados.
El arquitecto español explica que su inspiración para realizar este edificio provino de “una ciudad fasciante como Malmoe, que le transportó a un sentimiento de poesía, bosques y lagos, símbolos del paisaje escandinavo». El diseño está inspirado en «una figura humana en movimiento que se abstrae en una serie de cubos que giran alrededor de un eje», continuó Calatrava. Como podemos observar en las diferentes imágenes, Turning Torso representa un torso humano que se retuerce sobre sí mismo dando un giro de 90 grados desde la base hasta la planta más alta.
Eficiencia energética y reciclaje
A pesar de ser una construcción cuyo núcleo es una estructura de hormigón armado de 10,6 metros de diámetro que se eleva hasta la máxima altura de la torre, Turning Torso es una edificación sostenible. Cuenta con la certificación LEED Gold por su autosuficiencia energética. La producción, totalmente proveniente de fuentes limpias, se consigue a través de paneles fotovoltaicos, pequeños molinos eólicos y, en el subterráneo con un sistema de aprovechamiento geotérmico.
Los avances en cuanto a gestión de suministros no acaban ahí, ya que la tecnología que se ha implantado en Turning Torso permite a cada una de las viviendas gestionar el consumo de agua y calefacción. Esta regulación de su uso energético ayuda a controlar el impacto en el medio ambiente que tiene el edificio. Además, también cuenta con materiales de origen reciclado, en especial el vidrio de su exterior que acompaña a los paneles de aluminio por los que está revestido el edificio. Por último, en todas las cocinas existe un sistema de reciclaje de la materia orgánica que genera biogás y complementa el resto de productores energéticos.
Un edificio para la historia
Para la promotora HSB y para Malmoe Turning Torse ya era uno de lo símbolos más representativas de la nueva Suecia, pero la construcción fue más allá. Después de 10 años recibió el premio 10 Year Award del Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH) y que eleva al edificio de Calatrava como un paradigma mundial dentro de su estilo arquitectónico. “El Turning Torso ha influenciado, sin lugar a dudas, la manera en que el diseño de los grandes edificios ha evolucionado en la última década, especialmente en relación con el diseño geométrico en tres dimensiones. Icónico, asombroso e inspirador, el excepcional edificio ha causado una gran influencia en nuestra industria y en arquitectos en todo el mundo”, explicó Vincent Tse, directivo del CTBUH.
Al rascacielos también se le otorgó el Premio Emporis en 2005, que cataloga al mejor edificio alto del mundo, lo que hace realidad la frase con la que Santiago Calatrava definió el edificio en su inauguración:»conceptos estéticos y estructurales y la contribución a la calidad de vida de la gente en un espacio urbano cambiante». Una perfecta fusión entre estética paradigmática, sostenibilidad y calidad de vida.
No cabe duda que la belleza no está reñida con el progreso, la ecología y la arquitectura sostenible. Los grandes retos que suponen edificaciones del tamaño de Turning Torso pueden llevar a cabo con una perspectiva sostenible, solo hace falta voluntad.