5 tipos de unión en la construcción con bambú
Este artículo ha sido redactado por Jaime Baladrón Laborda, Arquitecto especialista en Construcción y Sostenibilidad y Fundador de Natua.
El bambú es una planta gramínea que crece de manera natural en todos los continentes, excepto en Europa. Es conocida por ser una planta de crecimiento rápido, muy flexible, ligera y rápidamente renovable. Estas características hacen que, para la construcción, este material sea ecológico y sostenible, siendo muy beneficioso desde el punto de vista medioambiental. Además, como ya os hemos contado en otras ocasiones, tratándolo adecuadamente, el bambú puede utilizarse para todas las partes de una estructura: columnas, vigas, cerchas compuestas, cimentación, etc.
Uno de los puntos clave a la hora de diseñar cualquier estructura arquitectónica son los tipos de unión. Las conexiones entre las piezas a la hora de construir son fundamentales y, por eso, hoy os queremos explicar cómo llevarlas a cabo con este material orgánico:
- Uniones atadas: hoy en día están en desuso, ya que no garantizan la estabilidad ni la rigidez estructural de la conexión. Pero, aun así, pueden emplearse para recubrir o reforzar otro tipo de uniones, mejorando también su acabado desde el punto de vista estético.
- Uniones de ensamble: este tipo de amarre forma parte de la tradición constructiva con bambú, sobre todo en países de Asia y del continente sudamericano. Siguen empleándose hoy en día, ya que, aunque requieren de cierto nivel de conocimiento, la dificultad para garantizar un acabado adecuado no es muy elevada. Una de las más conocidas es la denominada boca de pez, en la que el corte debe ser perfecto para que encaje una pieza con otra.
- Uniones pernadas: es la más utilizada hoy en día, a pesar de que no son muy eficientes en el uso del material, ya que obligan a duplicar los elementos en los puntos de unión. Su bajo coste económico, la garantía que ofrece en el funcionamiento estructural y la sencillez de su ejecución a pie de obra han hecho que esta unión sea la más demandada. Se pueden distinguir entre aquellas realizadas con pernos metálicos (las más modernas) o las que emplean clavijas, espigas o pasadores de madera (construcción tradicional).
- Uniones con herrajes: se trata de un tipo de unión que, normalmente, requiere de un proceso de fabricación industrial. Aunque existen casos en los que se pueden ejecutar de manera sencilla en la propia obra mediante cortes y soldaduras, lo cierto es que, en construcciones mayores, requieren de una intervención industrial previa. En cualquiera de los casos, este tipo de uniones facilitan el montaje de la estructura y aceleran su ejecución; aunque, por otra parte, llevan asociado un mayor coste económico.
- Uniones impresas: en la actualidad, gracias a las nuevas tecnologías como las máquinas de impresión 3D, podemos realizar uniones que se adaptan específicamente al diseño del proyecto. Lo habitual es que se produzcan con polímeros plásticos, pero, recientemente, se ha empezado a utilizar el bioplástico, el cual tiene un menor impacto medioambiental asociado.
Por supuesto, estas cinco uniones pueden combinarse entre ellas con el objetivo de mejorar la construcción. Las más comunes son las ensambladas, pernadas y atadas para conexiones entre vigas, aunque existen otros muchos ejemplos.
Los usos y aplicaciones del bambú son casi infinitos. Existen entre 1.200 y 1.600 especies distintas de esta planta y, cada una de ellas, tiene características distintas, lo que ofrece una amplia variedad de aplicaciones y acabados diferentes en la construcción. Un gran ejemplo de construcción con bambú es el gimnasio de la Green School de Bali, con un diseño biofílico que se integra perfectamente en el paisaje.
Además, no debemos olvidar que el bambú es un producto leñoso, por lo que puede reutilizarse como combustible en forma de biomasa, haciéndolo todavía más sostenible. En definitiva, es un material poco frecuente en la construcción pero que, sin duda, puede ofrecer grandes resultados sostenibles para el medioambiente.