Eduardo Gutiérrez, de ON-A: “La construcción industrializada favorece un control de calidad exhaustivo y facilita la reutilización de materiales al final de la vida útil del edificio”

Publicado el 22 septiembre 2025

Esta semana hemos conversado con Eduardo Gutiérrez, socio fundador, junto a Jordi Fernández y Saúl Ajuria, del estudio ON-A. Se trata de un estudio afincado en Barcelona que, desde su nacimiento, hace ahora 20 años, apuesta por la inclusión de la tecnología y la innovación para poder lograr una arquitectura más sostenible. Gracias a ese afán por ir un paso más allá crearon el proyecto “Green Nest House”, una vivienda industrializada, sostenible y circular. Pero su trabajo va más allá y entre sus creaciones se pueden encontrar todo tipo de edificios tanto públicos como privados repartidos por todo el mundo, tanto en Barcelona como en Taiwán o Arabia Saudí.

De izquierda a derecha, Jordi Fernández, Saúl Ajuria y Eduardo Gutiérrez, socios de ON-A. Imagen: ON-A.

Entrevista

¿Cómo y cuándo nace el estudio de arquitectura?

ON-A nace en Barcelona en 2005, fruto de la inquietud de dos arquitectos jóvenes por explorar nuevas formas de habitar, experimentar con el diseño digital y apostar por una arquitectura más conectada con la naturaleza y las personas. Desde el inicio, nuestro objetivo fue crear un estudio que combinara innovación, tecnología y una visión profundamente contemporánea de la arquitectura.

El estudio cumple ahora 20 años, ¿la búsqueda de soluciones sostenibles ha estado presente desde el principio en vuestro trabajo?

Sí, sin duda. Aunque en los primeros años la sostenibilidad no estaba tan en el centro del debate arquitectónico como ahora, en ON-A siempre tuvimos claro que la arquitectura debía responder al entorno, optimizar recursos y mejorar la vida de las personas. Esa visión, que hoy llamamos sostenibilidad, ha sido un eje transversal en todos nuestros proyectos desde el inicio.

Actualmente, ¿cómo es vuestra metodología a la hora de afrontar los proyectos desde una perspectiva sostenible?

Partimos de un análisis profundo del contexto, tanto climático como social y económico, para definir las estrategias pasivas y activas más adecuadas. Apostamos por integrar vegetación, materiales saludables y sistemas constructivos de bajo impacto. La tecnología y el modelado digital nos permiten simular, evaluar y optimizar cada decisión para reducir el consumo energético, garantizar el confort y prolongar la vida útil de los edificios.

Tenéis implementada la metodología BIM ¿Qué os aporta en vuestro flujo de trabajo?

BIM nos aporta precisión, control y eficiencia. Nos permite trabajar con modelos integrales en los que todos los agentes implicados colaboran de manera coordinada, minimizando errores y optimizando tiempos. Además, facilita la evaluación del impacto ambiental en cada fase del proyecto y asegura una trazabilidad completa en el ciclo de vida del edificio.

De todos vuestros proyectos, ¿cuál o cuáles destacaríais? ¿Por qué?

Destacaríamos el proyecto Green Nest House, por ser un ejemplo pionero de vivienda industrializada, sostenible y circular. También proyectos urbanos donde la integración de naturaleza y tecnología ha generado espacios innovadores y de alto valor social. Estos trabajos representan bien nuestra filosofía: diseñar con visión de futuro y compromiso medioambiental.

Edificio residencial ‘BioTech Tower’, en Taipei. Imagen: ON-A.

Dentro del amplio abanico de materiales sostenibles ¿Hay alguno por el que sintáis predilección? ¿Por qué?

Tenemos especial afinidad por la madera tecnológica y por los materiales reciclados y reciclables. La madera, por ejemplo, es un material renovable, saludable y con una huella de carbono muy baja si se gestiona adecuadamente. Su calidez y versatilidad nos permiten crear espacios más humanos y eficientes, sin renunciar a la innovación formal.

Uno de vuestros pilares fundamentales es la inversión en I+D ¿Cuál es vuestro mayor logro en este sentido?

Uno de los logros más significativos ha sido desarrollar sistemas constructivos industrializados que combinan sostenibilidad, diseño y eficiencia. Green Nest House es fruto de esa investigación, pero también lo son otras iniciativas que buscan incorporar vegetación en fachadas y cubiertas, mejorar la gestión del agua y desarrollar soluciones de economía circular aplicadas a la arquitectura.

Al hilo de Green Nest House, ¿cómo puede beneficiar la construcción industrializada al sector y al planeta?

La construcción industrializada permite reducir residuos, tiempos de ejecución y costes. Favorece un control de calidad exhaustivo y facilita la reutilización de materiales al final de la vida útil del edificio. Para el planeta significa menos emisiones, menos consumo de recursos y una transición hacia un modelo más responsable y circular en el sector de la construcción.

Ejemplo de vivienda de Green Nest House. Imagen: ON-A

¿Cuánto de importante consideráis la obtención de certificados como LEED, BREEAM o Passivhaus?

Son herramientas útiles que aportan credibilidad y visibilidad, además de garantizar estándares de calidad y sostenibilidad. No obstante, para nosotros la sostenibilidad debe estar integrada desde el inicio, más allá de la certificación. Lo esencial es el compromiso real del proyecto con el medio ambiente y las personas.

¿Qué importancia consideráis que tiene promover la construcción de edificios de consumo energético casi nulo?

Es fundamental. Los edificios son responsables de una gran parte de las emisiones globales y el consumo energético. Diseñar con criterios de consumo casi nulo no es una opción, sino una necesidad si queremos cumplir los objetivos climáticos y garantizar ciudades más habitables y resilientes.

¿Creéis que la sociedad está concienciada sobre la necesidad de implementar propuestas arquitectónicas sostenibles para cuidar el medio ambiente?

La sociedad está cada vez más concienciada, aunque aún queda camino por recorrer. Los usuarios demandan viviendas más eficientes y saludables, y eso es un gran avance. El reto está en trasladar esa conciencia a todos los niveles: instituciones, promotores y políticas urbanas, para que la sostenibilidad no sea una excepción sino la norma en la arquitectura del futuro.

Gracias a Eduardo Gutiérrez, de ON-A, por dedicarnos su tiempo y permitirnos conocer su trabajo.

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