La biomasa: una fuente energética que utiliza materia orgánica
La utilización de energías renovables es una de las claves de la arquitectura sostenible, pues contribuyen a la eficiencia energética y a la disminución de la huella ambiental. Ya os hablamos de otras energías como la geotermia, la aerotermia, la eólica, la fotovoltaica, la solar térmica e incluso la energía iónica. Y en esta ocasión os hablaremos de la biomasa: una energía que utiliza la materia orgánica como fuente.
¿Qué es la biomasa?
Se trata de una fuente que obtiene energía a través de la materia orgánica producida por plantas y animales. Esta materia orgánica es heterogénea; pueden ser desde deshechos de agricultura (huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, hojas de árboles…) a restos de madera, como pellets y serrín.
La biomasa supone una forma de producción energética más barata, renovable y sostenible debido a su forma de combustión. Pero, además, contribuye al mantenimiento de los bosques limpios, por lo que ayuda también en la prevención de incendios.
La generación de la biomasa comienza cuando las plantas hacen la fotosíntesis, almacenando la energía del sol y convirtiéndola en energía química, que es la misma que se aprovechará posteriormente. ¿El resultado? El desarrollo de una fuente energética no contaminante y muy competitiva.
¿Cómo funciona la biomasa?
Para la obtención de energía a partir de la biomasa, el método más sencillo es la combustión directa. Se utilizan calderas de biomasa en las que se quema la madera, generando así energía térmica y eléctrica. Estas calderas son muy eficientes medioambientalmente y usan como combustible los residuos forestales ya mencionados. Además, las cenizas generadas pueden ser usadas también posteriormente como abono.
Este proceso, a pesar de que para la generación de energía se deba usar la combustión, no es contaminante. Al ser quemadas, las plantas expulsan la misma cantidad de dióxido de carbono que absorbieron durante su ciclo de vida, por lo que este gas no aumenta en la atmósfera
La biomasa suele utilizarse para producir calor, y a nivel industrial también se utiliza en ocasiones para electricidad, aunque es un proceso más laborioso. En las viviendas, se pueden utilizar calderas de biomasa para obtener calefacción (por suelo radiante) y calentar agua.
Ventajas de la biomasa
Además de contribuir a la limpieza forestal, la biomasa consigue los mismos resultados que otras energías, pero con un precio más económico, que puede llegar a ser cuatro veces menor que el de combustibles como el petróleo o el carbón.
Y, además, este sistema reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y también favorece la diversificación del sector forestal, lo que genera empleo en el ámbito rural. Se trata, por lo tanto, de una de las fuentes energéticas más completas en lo sostenible. Lo que demuestra, una vez más, que la sostenibilidad no solo no está reñida con la competitividad, sino que van de la mano.