Materiales sostenibles para un interiorismo consciente
La arquitectura sostenible tiene como objetivo principal fomentar el diseño y construcción de espacios de forma sostenible y respetuosa con el entorno, pero el interiorismo también juega un papel clave que permite cerrar el círculo de un edificio responsable. No basta con que la envolvente o las instalaciones sean eficientes; los espacios interiores deben responder a criterios de salud, durabilidad y bajo impacto ambiental, integrando materiales que no comprometan el bienestar de las personas ni el equilibrio del entorno.
En ese sentido, el interiorismo adquiere un papel determinante para garantizar entornos saludables y responsables. Las tendencias actuales, como el healthy design o la well-being architecture, ponen el foco en cómo los materiales, la iluminación o la disposición de los espacios influyen directamente en la salud física, emocional y social de las personas. Por ello, diseñar interiores que respeten el medio ambiente reduce la huella ecológica de un proyecto al mismo tiempo que crea lugares donde se respira bienestar, se favorece la concentración y se mejora la calidad de vida.

En esta búsqueda, los materiales naturales se posicionan como una solución idónea por sus propiedades, pero también aportan calidez y autenticidad a los espacios. Su carácter atemporal permite que encajen tanto en proyectos contemporáneos como en rehabilitaciones, y su versatilidad técnica los hace aptos para múltiples aplicaciones.
Existen tres pilares esenciales que se deben tener en cuenta a la hora de escoger materiales naturales para interiorismo: apostar por aquellos de origen local o de proximidad para reducir la huella de transporte, priorizar aquellos con certificaciones ambientales que garanticen un origen responsable, y optar por soluciones duraderas que minimicen la necesidad de reemplazos frecuentes. Aunque también es importante considerar su comportamiento en el tiempo: desde el envejecimiento natural hasta su capacidad de ser reutilizados o reciclados al final de su vida útil.
Este enfoque abre la puerta a empresas que han hecho de la sostenibilidad su seña de identidad:
BirdMind: transformando residuo en material de calidad
Esta empresa, ubicada en Pontevedra, transforma la cáscara de arroz, un residuo agroindustrial, en tableros para interiorismo. Este material tiene hasta un 95 % de origen vegetal, es hidrófugo, antifúngico, ignífugo, haciéndolo ideal para revestimientos y mobiliario.
Todo ello, unido a que se fabrica con energía 100 % renovable y huella hídrica cero, permite a Birdmind ofrecer a sus clientes acabados personalizables y una trazabilidad circular, ya que todos los restos se reincorporan al proceso productivo.

Cupa Stone: piedra natural para espacios interiores
Cupa Stone, por su parte, trabaja con piedra natural procedente de canteras propias. Su catálogo incluye más de 500 variedades —granitos, cuarcitas, calizas, pizarras— extraídas en España, Francia, Portugal y Brasil, lo que hace que puedan disponer de una amplia variedad cromática y textural que contribuye a generar ambientes atemporales.
La piedra natural se puede utilizar como revestimiento de paredes y suelos, pero destaca sobre todo por su aplicación como encimera en cocinas y baños, ya que ofrece superficies duraderas que no requieren sustitución frecuente. Además, destaca por su capacidad reciclable y por tener huella ambiental contenida.

MOSO Bamboo: bambú regenerativo para interiorismo
MOSO desarrolla productos a base de bambú moso, una gramínea que alcanza su plena madurez en solo 4 o 5 años y se cosecha sin destruir la planta madre, lo que evita la deforestación. Esta planta destaca por combinar alta resistencia, estabilidad dimensional y una estética cálida.
Sus soluciones incluyen pavimentos, paneles, revestimientos y mobiliario interior, fabricados con adhesivos E1 o incluso E0 (sin emisión detectable de formaldehído), certificados por normas como ISO 14040/44 y EN15804.

La elección consciente de materiales para interiorismo sostenible no debería considerarse uno de los últimos pasos del proyecto, sino uno de los primeros. Empresas como estas demuestran que hay alternativas tangibles, técnicas y estéticas para un interiorismo realmente sostenible.
Más allá de decorar, se trata de plantear una forma de proyectar que también tiene en cuenta las propiedades sostenibles de cada superficie, textura y acabado, ya que cada una tiene un impacto acumulado que se mantendrá durante décadas, influyendo tanto en el rendimiento técnico como en la percepción estética y el confort del espacio.
Por todo ello, podemos decir que apostar por soluciones naturales, atemporales y de bajo impacto es invertir en un patrimonio que no caduca, que trasciende modas y que garantiza que la sostenibilidad se viva, se toque y se sienta en el día a día.