Sostenibilidad real en los materiales: la importancia de mirar más allá de lo natural

Publicado el 21 octubre 2025

En la arquitectura contemporánea existe la creencia de que un material natural es, por definición, un material sostenible. Sin embargo, tanto la teoría como la práctica demuestran que la sostenibilidad verdadera exige una visión mucho más amplia y rigurosa.

Instituciones internacionales como el World Green Building Council (WGBC) y los sistemas de certificación ambiental más reconocidos (LEED, BREEAM, VERDE) insisten en que la sostenibilidad de un material se define por su ciclo de vida completo,su durabilidad, su comportamiento frente a los agentes ambientales y su impacto en todo el proceso de extracción, transporte, uso y reciclaje.

Tejado del hotel W Budapest, con pizarra española de Cupa Pizarras. Imagen: Cupa Pizarras

La pizarra española, el ejemplo perfecto

El United States Green Building Council (USGBC), responsable del sistema LEED, subraya que «la utilización de materiales longevos y resistentes reduce los impactos ambientales a lo largo de la vida útil del edificio y minimiza la generación de residuos y la necesidad de recursos para el reemplazo o la reparación». Esto significa que no basta con que un material provenga de la naturaleza: debe ser capaz de mantener sus prestaciones, resistir el paso del tiempo y las inclemencias, y requerir el mínimo mantenimiento posible.

La pizarra tectónica española es un ejemplo paradigmático de este enfoque integral. Gracias a sus propiedades, puede emplearse en cubiertas, ya que ofrece una esperanza de vida útil superior a los 100 años, manteniendo sus propiedades técnicas y estéticas durante décadas, como confirman numerosos estudios y casos reales.

Por otro lado, la llamada «pizarra brasileña» (en realidad, metalutita) es ilustrativa para comprender la importancia de evaluar los materiales más allá de su origen natural. Aunque ambos materiales tienen un aspecto similar, los estudios realizados por el Clúster de Pizarra de Galicia, así como geólogos independientes, ponen de manifiesto que son dos materiales geológicamente distintos con diferencias fundamentales en su rendimiento y para la arquitectura sostenible.

En pruebas de laboratorio normalizadas (según la norma europea EN 12326), la pizarra española permaneció prácticamente inalterada tras 200 ciclos de hielo/deshielo. Por el contrario, la metalutita brasileña experimentó una pérdida significativa de sus propiedades tras el mismo número de ciclos. Además, se observaron fisuras, roturas anómalas y fenómenos de delaminación en la metalutita, lo que compromete seriamente la durabilidad real en obra, sobre todo en climas fríos o húmedos.

Esta diferencia en el comportamiento frente a los agentes climáticos tiene consecuencias directas en la sostenibilidad: la pizarra española mantiene su impermeabilidad y su integridad estructural durante décadas, mientras que la metalutita brasileña muestra una vida útil sensiblemente más corta. Como recuerda la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA): “La durabilidad es un factor clave para reducir el impacto ambiental de los edificios a lo largo del tiempo”.

Impacto ambiental y huella de carbono

Otro aspecto fundamental es la huella de carbono y el impacto ambiental global. La Stone Federation Great Britain advierte en su documento “Natural Stone. The Oldest Sustainable Material” que el transporte de materiales es uno de los factores más determinantes en la huella de carbono de cualquier producto. En el caso de la pizarra española, la proximidad a los mercados europeos reduce de forma notable las emisiones asociadas al transporte.

Además, la pizarra española se extrae y procesa bajo estrictos controles ambientales y laborales, y su trazabilidad está garantizada desde la cantera hasta la obra. En cambio, la cadena de suministro de la metalutita brasileña es menos transparente y a menudo difícil de verificar, lo que incrementa los riesgos ambientales y sociales asociados.

Mantenimiento y generación de residuos

La durabilidad extrema de la pizarra tectónica española significa menos intervenciones, menos residuos y menos consumo de recursos a lo largo del ciclo de vida del edificio. La necesidad de reemplazar materiales o realizar reparaciones frecuentes, como ocurre con la metalutita brasileña, multiplica el impacto ambiental del edificio en el tiempo y contradice el propio objetivo de la arquitectura sostenible.

A esto se suma la capacidad de la pizarra española para envejecer de manera homogénea, sin alteraciones significativas de color, textura o brillo, y sin procesos de oxidación o descamación superficial, lo que garantiza su valor estético y funcional durante generaciones. Por el contrario, la metalutita brasileña, aunque natural, es más vulnerable a la alteración, la oxidación y la yesificación, especialmente en ambientes urbanos o industriales.

La Casa en los Pirineos, del arquitecto Jean-Pierre Bourgerie. Imagen: Archivo

La importancia de los análisis de ciclo de vida

La sostenibilidad real de un producto puede evaluarse a través de la Declaración Ambiental de Producto (DAP), un certificado estandarizado a nivel internacional que tiene en cuenta no solo el origen y la composición del material, sino su comportamiento desde la extracción hasta el final de su vida útil, pasando por el transporte, la instalación, el mantenimiento y la demolición o reciclaje.

La pizarra tectónica española se sitúa entre los materiales con menor impacto ambiental en este análisis global, mientras que la metalutita brasileña, pese a su origen natural, queda lejos de cumplir los requisitos de sostenibilidad a largo plazo.

En resumen, la sostenibilidad en el sector de la arquitectura exige mucho más que la elección de materiales naturales. Solo aquellos que demuestran una durabilidad excepcional, una baja alterabilidad, una huella ambiental reducida y un ciclo de vida responsable pueden considerarse realmente sostenibles.

La pizarra tectónica española, respaldada por estudios independientes y por las principales instituciones del sector, es un ejemplo perfecto de cómo la sostenibilidad debe medirse con criterios rigurosos y objetivos, y no solo por la apariencia o el origen natural del producto.

Categorias relacionadas: Actualidad, Materiales, Pizarra

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *