The Edge: inteligencia al servicio de la sostenibilidad
El sector de la construcción en Europa ha avanzado, al igual que muchos otros, optimizando los procesos para ser más sostenible. La domótica y la eficiencia energética son algunos de los puntos clave más desarrollados y estudiados gracias al auge de las energías renovables y el internet de las cosas. Sin embargo, no debemos olvidar otros aspectos ciertamente relevantes para la sostenibilidad como el reciclaje de aguas, la climatización, el aislamiento o la salud del espacio de trabajo. Todas son cuestiones vitales presentes en el proyecto que hoy exponemos: The Edge.
Planteamiento y base del proyecto
El edificio The Edge, situado en Ámsterdam (Países Bajos) y proyectado y construido por el estudio con su mismo nombre, EDGE Technologies, está considerado como uno de los más sostenibles del mundo. Desde su ubicación hasta los materiales utilizados se enfocan al máximo aprovechamiento de los recursos naturales: está orientado y erigido de tal manera que la luz solar se utiliza de manera óptima. La fachada de vidrio garantiza que la luz del día se utilice el mayor tiempo posible, sin que el calor del sol influya a la temperatura interior.
La construcción fue encargada por la empresa Deloitte, cuya prioridad era edificar una de las oficinas más sostenibles del mundo. “Establecimos un equipo de expertos y los desafiamos a aplicar nuevas innovaciones para hacer de The Edge uno de los edificios más eficientes y sostenibles del mundo. El edificio de oficinas se desarrolló junto con y para Deloitte, el primer inquilino de The Edge. Esta forma de cooperación es la razón por la que el edificio recibió una calificación tan grande por parte de BREAM”, afirma el CEO y fundador de EDGE Technologies, Coen Van Oostrom.
Un edificio con superávit energético
El objetivo de UE de descarbonización busca incentivar las construcciones neutras, que generen lo mismo que gasten. Sin embargo, ya existen edificaciones, a la vanguardia de la Arquitectura Sostenible, que generan más de lo que consumen. Ese es el caso de The Edge: gracias a sus sistemas de eficiencia energética y optimización de la luz y el calor, consigue producir la suficiente energía para no depender de la red eléctrica. Muestra de esta tecnologización son los 6.000 LED de baja energía que están conectados a un detector de luz diurna, temperatura, infrarrojos y movimiento; por lo que el control domótico es total.
El edificio tiene varias formas de producir energía: la principal es la energía solar, ya que la fachada sur está cubierta de paneles solares supereficientes que producen gran cantidad de energía. La segunda gran fuente se basa en un acuífero a más de 100 metros bajo tierra. Este se divide en dos pozos: uno con agua fría y otro con agua tibia. Dependiendo de la climatología, mediante bombeo solar, se elige el tipo de agua con la que calentar o enfriar el edificio. De esta forma consigue refrigerarse de manera totalmente ecofriendly.
Reconocimiento sostenible
Las características sostenibles del edificio The Edge van más allá de la eficiencia y producción energética: el asilamiento para evitar contaminaciones acústicas o la salida de calor natural, reciclaje de agua pluvial que se reutiliza en los riegos de sus jardines y en los sistemas de evacuación y saneamiento, etc.
Todos estos atributos han hecho que diferentes organismos y sellos internacionales especialistas en sostenibilidad califiquen a The Edge como uno de los edificios más ecológicos del mundo. Por destacar alguno, la construcción ha obtenido una de las notas más altas jamás puestas por el certificado BREEAM: un 98,36%.
La compatibilidad con el medio ambiente debe ser una de las prioridades de las construcciones del futuro, y The Edge cumple sobradamente con esa expectativa. Los 2.500 trabajadores que cada día acuden a las instalaciones recargan su coche eléctrico con energía generada por el propio edificio, así como saben que cada vez que tiran de la cisterna es agua reciclada. Es todo un alivio que existan proyectos sostenibles como The Edge de los que poder tomar buen ejemplo.