José Francisco Sánchez: “La primera vez que oigo hablar del concepto del Passivhaus me enamora y entiendo claramente que esta es la manera correcta e inteligente de construir”
La sostenibilidad es una clara tendencia que existe en la actualidad. Sin embargo, aunque es un concepto relativamente nuevo, su aplicación viene de largo. Lo que antes se hacía de manera individual y puntual, ahora ha pasado a convertirse en una tendencia. Porque ser sostenible cuando aún no existía tal concepto tiene, si cabe, todavía más mérito. Y ese es el caso de José Francisco Sánchez, de Madrid Arquitectura.
Certificado en Passivhaus por el Passive Haus Insitute, José Francisco Sánchez es un arquitecto implicado con el mundo con lo rodea, y con otra forma de hacer las cosas.
Entrevista
Isabel Fernández: ¿La arquitectura para ti es algo vocacional? ¿Cuándo surge tu interés por este sector?
José Francisco Sánchez: Pues sí, para mí la arquitectura es vocacional. Ya desde pequeño mi interés estaba siempre en el campo del dibujo y de las construcciones. Cuando estaba en el colegio tuve un gran profesor de dibujo, que era arquitecto, y que fue mi primer contacto con el mundo de la arquitectura. Desde entonces tuve claro que quería ser arquitecto. Él me enseñó la belleza de las posibilidades creativas del diseño y de la arquitectura a través del dibujo y de la representación gráfica, y ese se convirtió en el área de mayor interés para mí.
Cuando entré en la carrera, durante toda ella, me fascinaron las posibilidades creativas de la Arquitectura, y su relación histórica con el resto de las Bellas Artes. Disfruté mucho estudiando la carrera, a pesar de que desde dentro empiezas a tomar conciencia de las muchas dificultades del trabajo de arquitecto…
I.F.: Tras veinte años de experiencia como arquitecto decides centrarte en, como tú mismo explicas, “construir edificios que realmente mejoren la calidad de vida de las personas”. ¿En qué momento enfocas tu carrera hacia la sostenibilidad? ¿Qué provocó ese cambio de mentalidad?
J.F.S.: Realmente siempre he tenido mi propio estudio, y siempre me interesaron los aspectos sostenibles del proceso constructivo, así como los criterios bioclimáticos en la arquitectura, además del confort y el ahorro energético. Pero recordemos que hasta el primer CTE en España teníamos una normativa, la CT-79, que era tremendamente simple y poco exigente en cuanto a comportamiento térmico y de confort de los edificios. En Europa siempre han ido bastante por delante de nosotros en estos temas, debido en gran medida a la mayor dureza del clima, hablando en términos generales. Esto, unido a que en España se ha construido bastante mal, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, por una multitud de factores, económicos, culturales, etc.
En un momento dado tomo conciencia de que lo que debería ser normal y habitual no lo es: siempre hay que estar peleando con los constructores para conseguir un mínimo de sostenibilidad y de confort en los edificios que proyectamos. Me enfrento al hecho de que parece que nadie valora ciertas buenas prácticas como la de colocar suficientes aislamientos, los adecuados, además de “bien colocados” o unas ventanas de calidad y también “bien colocadas”. A partir de entonces empiezo a estudiar este mundo de los aislantes y a defender su buen uso, así como otras buenas prácticas constructivas como el cuidado del soleamiento, la orientación, el tratamiento de los puentes térmicos, etc. Recuerdo que hasta algo tan básico como el cuidado de la orientación del edificio casi nadie lo tenía en cuenta… La primera vez que oigo hablar del concepto del Passivhaus me enamora y entiendo claramente que esta es la manera correcta e inteligente de construir.
I.F.: Una vez adquieres el Certificado Passive House Designer por el Passivhaus Institut. ¿Por qué decides formarte en la materia?
J.F.S.: El estándar “passivhaus” es el estándar de eficiencia energética más exigente que existe, aunque ya se están estableciendo otras opciones de llevar esto aún más al límite. Construir bajo el estándar passivhaus es construir bien. Ya esto por sí sólo me parece que justifica su excelencia. Pero la verdad es que cuando lo descubrí inmediatamente me di cuenta de que todo son ventajas. Lo primero que me llamó la atención de que el modelo fue creado por físicos, no por arquitectos o ingenieros, por lo que está basado en la física de la construcción. Se basa en parámetros medibles, y, por tanto, comprobables. Y obliga, como decía, a construir bien, no valen las chapuzas o las soluciones a medio camino de resolver o ejecutar.
Decido formarme porque entiendo que el futuro de la edificación forzosamente tiene que ir por este camino, el de hacer los edificios verdaderamente sostenibles, y creo que los edificios pasivos son algunos de los edificios más sostenibles que existen ya que su impacto ambiental a largo plazo está, de entrada, muy acotado por los parámetros exigibles a este tipo de construcciones.
También por el hecho de que al ser obligatorio construir bien para poder cumplir las exigencias del estándar, los edificios que yo proyectara (y construyera) contribuirían a dignificar el mundo de la construcción en España.
Por este motivo además decidí crear mi propia empresa constructora, para poder ejecutar directamente nuestros proyectos, todos ellos certificados por el Passivhaus Institut. Desde entonces, empezando de cero, estamos construyendo casas pasivas certificadas con notable éxito. Ahora contamos con un equipo altamente especializado para construcción passivhaus siendo una de las pocas empresas constructoras realmente dedicadas en exclusiva a construir casas pasivas certificadas.
I.F.: Madrid Arquitectura es uno de los pocos estudios nacionales especializado en eficiencia energética, Passivhaus y Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo (ECCN) ¿Nos podrías resumir que tienen en común y que diferencias hay entre estos dos tipos de construcciones sostenibles?
J.F.S.: Un edificio passivhaus es un edificio de consumo de energía casi nulo, de hecho, son las construcciones que realmente son de consumo de energía casi nulo. Sin embargo, la definición de ECCN no está del todo clara aún, pero parce ser que cuando se cumplan las exigencias del futuro Código Técnico de la Edificación podremos hablar de ECCN, aunque el estándar Passivhaus continuará estando por encima en prestaciones y calidad constructiva. Y todo ello porque en una construcción bajo el estándar passivhaus la exigencia de hermeticidad al aire o la ausencia de puentes térmicos es ineludible, lo que parece que no lo va a ser tanto en los edificios construidos según el futuro CTE, en el que estas cuestiones no pasarán de ser meras recomendaciones.
I.F.: ¿Qué es la arquitectura pasiva? ¿Por qué es tan importante llevarla a cabo actualmente?
J.F.S.: La arquitectura pasiva, como su nombre indica, es aquella que funciona de forma “pasiva”, es decir, no precisa de consumos energéticos de climatización gracias a la propia forma de estar construido el edificio, por lo que produce un ahorro de energía notable frente a la construcción tradicional. También se produce un confort interior elevadísimo sin incorporar elementos “activos” para conseguirlo. Igualmente, no hacen falta medidas activas de generación de energía, ya que el edificio, pasivamente, es decir, sin hacer nada, no las requiere. Mucha gente piensa que la arquitectura pasiva se basa en colocar aerotermia o geotermia o placas solares. Y no. Estas instalaciones son un extra, el edificio en sí no las requiere, aunque muchas veces sea muy recomendable por confort y otras cuestiones contar con alguna de ellas.
La arquitectura pasiva es una arquitectura “controlada”. Es decir, todos los elementos constructivos están estudiados en todos sus parámetros de comportamiento (sobre todo higrotérmico) así como está controlada su puesta en obra. Todo se tiene en cuenta, orientación, sombreamiento, radiación solar, transmitancia, cargas internas, consumos de electrodomésticos, aportes y pérdidas de energía de todo tipo. También la ventilación está controlada por una máquina que es como el pulmón de la vivienda y que garantiza una renovación de aire óptima con aire limpio y sin perder demasiada energía en el proceso.
La importancia de llevar a cabo construcciones pasivas es debido, por un lado, a la importancia de disminuir las emisiones de CO2, (al no consumir casi nada de energía la emisión de CO2 es notablemente inferior a la de un edificio convencional). Y, por otro lado, a la importancia de que las personas vivan en un ambiente saludable y confortable. Pasamos del concepto de edificio enfermo al concepto de edificio saludable. En las casas pasivas el aire está siempre limpio, filtrado, sin partículas, polvo, polen, componentes orgánicos volátiles, etc., lo que supone estar en un hogar saludable, en el que además de ésta hay otras características como temperatura uniforme, inexistencia de humedades, mohos y condensaciones, ausencia de ruidos del exterior, concentraciones bajas de CO2 en el ambiente, etc.
I.F.: ¿Cómo definirías tu propuesta arquitectónica? ¿Cuál es el proyecto que mejor te describe como arquitecto?
J.F.S.: Actualmente desarrollo viviendas pasivas, siempre certificadas por el Passivhaus Institut. Todos los proyectos se hacen a medida del cliente, según sus solicitudes y preferencias personales, siempre dentro de un lenguaje moderno. Mi intención es desarrollar proyectos a medida, que se adecúen al estilo de vida de cada cliente y, que, en ese sentido, contribuyan a mejorar su bienestar y calidad de vida, siempre intentando ofrecer soluciones constructivas actuales y estirando el presupuesto en la medida de lo posible
I.F.: ¿Qué tipo de materiales empleáis en Madrid Arquitectura?
J.F.S.: Empleamos materiales en parte convencionales y en parte novedosos, y sobre todo, detalles constructivos que garantizan conseguir la calidad del estándar passivhaus. A veces no es tanto lo novedoso o tradicional de un material constructivo sino su puesta en obra, su forma de estar colocado y vinculado al conjunto de la edificación.
En construcción passivhaus no hay normas fijas, pero sí unos parámetros fijos estrictos que hay que cumplir. Por ello pesan más parámetros técnicos como las transmitancias o los valores de puentes térmicos de distintas soluciones que los materiales en sí mismos. Para que te hagas una idea, solemos usar estructura metálica de acero en pilares, sin que se produzca la existencia de ningún puente térmico por ello. También usamos hormigón, yeso y termoarcilla entre los materiales más tradicionales, y distintos tipos de materiales aislantes y SATEs entre los más novedosos. También usamos carpinterías de alta eficiencia y calidad con triples vidrios y colocaciones certificadas por organismos europeos que se alejan mucho de la forma habitual de colocar una ventana en nuestro país.
I.F.: ¿Crees que la sociedad está concienciada e informada sobre los problemas existentes en nuestro entorno y la necesidad de implementar propuestas arquitectónicas sostenibles para cuidar el medio ambiente?
J.F.S.: Creo que a nivel medioambiental se está despertando una conciencia global en la que cada vez habrá más personas involucradas a todos los niveles. Sin embargo, la situación no es la misma en todos los países, en los países subdesarrollados esta conciencia no existe todavía.
En lo que respecta a España, cada vez es mayor el interés que despierta una forma inteligente de construir como el passivhaus, ya que todo el mundo ve rápidamente las ventajas de ahorro de energía y confort que el estándar proporciona, pero también es verdad que la gente debe aprender a valorar que no es lo mismo cumplir el estándar y tener una edificación certificada, que decir que tiene “criterios passivhaus” de los que vemos últimamente muchos ejemplos. Esto no es suficiente. La única garantía de que las cosas son lo que son y están hechas como se debe es que el edificio esté certificado como “Passivhaus” por el Passivhaus Institut alemán.
Dentro de la certificación Passivhaus existen 3 niveles, Classic, Plus y Premium, según si se consigue sólo ahorro de energía y confort o si además se produce energía solar renovable como para abastecer en parte o en todo el consumo del edificio.
En este sentido estamos terminando en Soto del Real (Madrid) la que será probablemente la primera vivienda Passivhaus Premium de la Península (ya existen dos ejemplos en Baleares). En esta vivienda se generará toda la electricidad que se consume, por lo que será de consumo cero. Esto para mí es uno de los criterios inequívocos de máxima sostenibilidad.
José Francisco, te agradecemos el tiempo que nos has dedicado y quedamos pendientes de recibir la noticia de esa certificación Premium.