Un antiguo molino será reemplazado por un hotel sostenible
Un pequeño municipio de Granada. Un legendario molino prácticamente en ruinas. Y un proyecto: rehabilitarlo para convertirlo en una casa rural sostenible. Esa era la idea inicial de un proceso que comenzó hace más de una década y que, debido a las circunstancias, se ha visto obligado a evolucionar y cambiar de una manera considerable.
Y es que la localidad granadina de Huéneja albergaba, muy cerca de su centro urbano, el denominado “Molino de Enmedio”, un antiguo harinero hidráulico con un solo rodezno que se completaba con otras estancias destinadas a viviendas y establos. Una de sus singularidades era su geometría curva, su cubierta inclinada, típica de la zona, y el uso de materiales tradicionales.
Lo que inicialmente era un proyecto de rehabilitación tuvo que verse modificado, en un proceso no exento de dificultades. De hecho, la construcción original se encontraba en tan mal estado que nada más empezar la intervención y ante el peligro de desplome tuvieron que declarar el estado de ruina y proceder a su demolición. Es decir, no se trata de una rehabilitación, sino de una construcción completamente nueva.
Así, para aprovechar esa intervención, se optó por instalar sistemas de eficiencia energética. La idea era reconstruir volumétricamente el edificio manteniendo el aspecto original, pero al mismo tiempo incorporando medidas sostenibles. Conservar el aspecto del edificio “a nivel volumétrico, inclinación, tipo de cubierta, geometría cúbica…” ya que “no podíamos entender el proyecto sin la presencia del molino, que justificaba su emplazamiento y su geometría”, declara el arquitecto, Ignacio Capilla Roncero.
Tradición y vanguardia
Y es que este es un proyecto muy largo en el tiempo, cuya idea ha ido evolucionando. “En todo este proceso hemos ido pensando cada vez más en el tema de la sostenibilidad”, afirma el arquitecto. Así, es en el año 2017 cuando deciden incorporar a la obra medidas sostenibles.
Todas las obras y construcciones que formarán parte de este alojamiento sostenible están siendo llevadas a cabo bajo los criterios del estándar Passivhaus, para conseguir tener como resultado un edificio de consumo casi nulo. Esto es: cuidando aspectos como el aislamiento, la hermeticidad y la ventilación. No obstante, sin renunciar a sus orígenes, y para poner en valor su historia, se ha respetado su particular geometría.
Así, este hotel que recrea el antiguo molino dispone ahora de una nueva cubierta inclinada, y otras medidas que elevan su nivel de sostenibilidad, como su aislamiento térmico e impermeabilización. Cuenta también con una nueva fachada con un alto nivel de aislamiento, carpinterías de alta eficiencia energética y sistemas de aerotermia para suministrar energía en su interior para la calefacción y el agua caliente. Además, con el paso de los años se le ha ido dando prioridad a otros aspectos de la arquitectura sostenible como la vegetación: “Le dimos la vuelta al proyecto, y fuimos pensando cada vez más en los jardines, para intentar aportar humedad” afirma Ignacio Capilla.
Esta obra, que todavía se encuentra en fase de construcción, estará funcionando previsiblemente en menos de un año como hotel “boutique” sostenible.
Tradición y vanguardia se dan la mano para dar forma a este nuevo edificio que incorpora sus características más primitivas y, al mismo tiempo, las últimas tecnologías de eficiencia energética. ¿El resultado? Una histórica obra que será una referencia actual por su sostenibilidad, y que se podrá disfrutar como alojamiento de turismo sostenible.