Pautas para llevar a cabo una compra pública sostenible en el sector de la construcción
La rehabilitación de viviendas, edificios y regeneración urbana de los fondos europeos Next Generation, que representan una inyección en España de más del 11% del PIB, es la segunda partida económica más relevante del paquete de ayudas. Pero, más allá de las ayudas públicas, la implementación de la sostenibilidad en los procesos de compra pública es un tema todavía pendiente. La inclusión de criterios sociales y de sostenibilidad a la hora de hablar de gasto público no se ha logrado implementar con éxito en la mayoría de los países de la UE, incluido España.
Para lograr la inclusión de criterios sociales y sostenibles, Oficemen y Roland Bergen han llevado a cabo un estudio sobre la compra pública sostenible en el sector de la construcción. En base a casos de éxito que han demostrado que la evaluación sistemática de la sostenibilidad de las licitaciones públicas es posible, proponen el siguiente plan de acción:
1. Priorizar sectores de actividad
La compra pública afecta a casi todos los sectores. Dado que los recursos son limitados, priorizar es fundamental para elegir qué sectores deben de ser los líderes del cambio. Desde el estudio, nos dan dos criterios básicos para asegurarnos qué es más importante: el volumen de la compra pública y el potencial de impacto del sector de la actividad. El sector de la construcción es un claro ejemplo de sector prioritario, ya que es de gran relevancia por su volumen y además se trata de una industria que moviliza muchos recursos. Y, como ya sabemos, es un sector con un alto impacto en el medioambiente.
2. Adoptar un enfoque a largo plazo
Una vez decidido cuáles son los sectores económicos prioritarios, la administración pública debería establecer una definición de sostenibilidad con criterios previos y desarrollo de indicadores cuantificables para cada una de las tres dimensiones que parten de la responsabilidad social y medioambiental, enfocándola a largo plazo. Siguiendo con el sector de la construcción, es casi más importante pensar en el consumo de energía, de agua o en el mantenimiento a largo plazo que los propios costes del desarrollo de la infraestructura.
3 Evolucionar las capacidades del sector público
Obviamente, para que este sistema funcione, los empleados públicos necesitan formación para saber utilizar la metodología definida y cómo aplicarla. Además, los procesos de licitación también deberían de reforzarse mediante la inclusión de criterios de adjudicación u otros incentivos que permitan reducir los impactos sociales y medioambientales. Certificaciones como la B Corp son cada vez más importantes y, trabajar con este tipo de compromisos por parte de la administración tendría que ser obligatorio.
4. Establecer un modelo de gobierno integral
Un modelo de gobernanza que asegure la implementación de la compra pública sostenible es vital para lograr los objetivos marcados para 2030. La formación de comités específicos de la sostenibilidad, complementándolo con KPIs de seguimiento para medir los resultados es imprescindible para liderar el proceso hacia un mundo más sostenible.
Canadá o los Países bajos son dos grandes ejemplos de países que han logrado llevar a cabo un cambio. La viabilidad para lograr cambiar la dirección del gasto público hacia un gasto más sostenible depende única y exclusivamente de implementar medidas de sostenibilidad en los procesos de compra. El logro que podemos conseguir en ciertos sectores es muy grande, por el elevado volumen de gasto público que representan o por los impactos que provocan.