Un gimnasio de bambú en plena jungla balinesa
Bali es uno de los principales centros turísticos de Indonesia. Su rico patrimonio cultural y paisajístico atrae a millones de viajeros al año. Y no es de extrañar. Simplemente con ver imágenes de la isla entendemos el enorme interés que despierta. Pero el hecho de que se haya convertido en un pequeño paraíso para desconectar, no quiere decir que debamos olvidar. Y menos aún cuando se trata del medioambiente. Al menos eso es lo que predican desde IBUKU, uno de los estudios de arquitectura y diseño más interesantes de la isla de Bali y que es conocido por impulsar el uso del bambú como material de construcción.
Uno de los últimos y más interesantes proyectos de este estudio es The Arc, el nuevo gimnasio de la mundialmente conocida Green School de Bali. Esta escuela sostenible lleva trece años impartiendo enseñanzas relacionadas con el cuidado y la conservación del medioambiente y, sin duda, The Arc parece poner el broche de oro perfecto a sus instalaciones. Se trata del primer edificio de este tipo construido a partir de una serie de arcos de bambú de 14 metros de altura y 19 metros de longitud. Todos ellos interconectados por rejillas anticlásticas que adquieren su fuerza al curvarse en dos direcciones opuestas.
Diseño biofílico
Este uso sin precedentes del bambú requirió meses de investigación y desarrollo. El resultado es una sorprendente hazaña de ingeniería con un diseño biofílico perfectamente integrado en el paisaje. Y es que The Arc emplea una de las mejores estrategias de la naturaleza para crear grandes espacios con una estructura mínima. Como si de una caja torácica humana se tratase, una serie de «costillas» mantienen en su lugar la estructura mediante una capa flexible de músculo y piel tensada. Esta cubierta protectora cobija una pista deportiva polivalente con una superficie de 760 metros cuadrados.
El edificio adopta así una forma distintiva a través de los arcos, creando una agradable sensación de ligereza. La entrada queda levantada permitiendo que la luz natural entre con facilidad y consiguiendo un interior diáfano, equilibrado e íntimo. Además, los huecos debajo del arco permiten que pase la brisa, proporcionando también una ventilación natural. Las aberturas del techo, por otro lado, facilitan que escape el aire caliente, manteniendo el edificio siempre fresco.
Premiado en los Architecture MasterPrize 2021
Todo este trabajo y esfuerzo se ha visto recientemente recompensado en los Architecture MasterPrize 2021, uno de los certámenes más destacados a nivel internacional que premia la creatividad y la innovación mundial en arquitectura y diseño. En esta nueva edición, The Arc fue premiado en la categoría “Design of the year”. Los miembros del jurado destacaron que proyectos como este enfatizan la sostenibilidad, «ofreciendo soluciones a los desafíos ambientales, y demostrando que el diseño innovador va más allá de la estética».
Puede que los artiquitectos de IBUKU no sean los único que han visto el potencial de esta planta. Pero lo cierto es que este estudio cuenta con un amplio historial de colaboración con artesanos locales, contribuyendo así a fomentar una cultura innovadora en las futuras formas de bambú. Sus métodos de diseño y la eficiencia en la construcción con este material han permitido al estudio completar más de 200 proyectos de este tipo.
Bambú: un material todavía desconocido
The Arc es un claro ejemplo de cómo el bambú puede convertirse en un material muy interesante para la construcción. Aunque su uso está bastante extendido en zonas tropicales como Bali, en países como España sigue siendo un gran desconocido (con contadas excepciones como el techo de la terminal T4 del aeropuerto de Madrid). Pero sus ventajas son múltiples y puede ser una buena alternativa a la madera o el hormigón, por ejemplo.
Es un material rápidamente renovable, natural, ecológico y sostenible. Su recolección no produce deforestación de bosques y, además, puede absorber un 30% más de CO2 que otras plantas. Y, como ya mencionamos en anteriores entradas, se le conoce también como el “acero vegetal”, por su gran capacidad de resistencia. Es por tanto un material ecológico ideal para el futuro de la construcción.
El artículo declara que el bambú absorbe 30% mas C02 que otras plantas.Esto quiere decir que cuando talamos un árbol de bambú perjudicamos un 30% más al medio ambiente que si taláramos otro árbol frondoso.