Metodología BIM: construcción sostenible en equipo
La arquitectura BIM es un método de trabajo basado en la cultura colaborativa. El software en el que se fundamenta esta metodología permite un modelado en tiempo real de todos los elementos de un proyecto constructivo a lo largo de todas sus fases. De esta forma, todos los agentes implicados en un proyecto pueden participar en su diseño simultáneamente.
Su enfoque colaborativo de diseño y construcción emplea un modelo digital en 3D para gestionar la información del proyecto de manera más eficiente. A diferencia de los métodos tradicionales, que se basan en dibujos 2D, este método incorpora información detallada sobre geometría, materiales, costes, cronogramas y otros aspectos relativos a la gestión integral de los proyectos arquitectónicos.
El modelo BIM permite gestionar los proyectos arquitectónicos de una manera ordenada, asegurando una integración correcta de las materias bajo los siguientes criterios: construcción eficiente, mantenimiento sostenible y proyección detallada. Este método de trabajo proporciona los datos necesarios para realizar cálculos de energía, lo que posibilita reducir su consumo y minimizar el impacto ambiental de las construcciones. Además, también garantiza el uso eficiente de los materiales para minimizar los gastos y lograr diseños más sostenibles.
Cómo se aplica el modelo BIM en proyectos arquitectónicos
El primer paso consiste en planificar el proyecto: definir sus objetivos, asignar responsabilidades para cada una de las personas involucradas y determinar el nivel de desarrollo que se utilizará para el modelo BIM. A continuación, se creará el modelo tridimensional que contendrá información sobre todos los aspectos del proyecto a través de un software especializado, como Autodesk Revit, ArchiCAD o Bentley AECOsim.
De esta forma, todos los creadores pueden acceder al modelo centralizado con tecnología 3D de forma simultánea para agregar detalles y atributos específicos al proyecto. Este modelo de trabajo coordinado facilita la rápida detección de errores y la toma de decisiones informadas. Además de utilizarse para presentar visualmente el proyecto, el modelo BIM también permite realizar, entre otros, análisis de energía, simulaciones de flujo de trabajo y evaluación de la sostenibilidad.
De forma previa al inicio de la construcción del proyecto, el modelo BIM agiliza la generación de documentos, como planos, especificaciones técnicas y listas de materiales, lo que asegura que todos los equipos trabajen con información actualizada. Una vez que comienzan las obras, el modelo permite gestionar todo el proceso y, una vez finalizadas, se convierte en un activo clave para gestionar su mantenimiento.
Beneficios del uso del modelo BIM
La metodología BIM permite unificar todos los aspectos relativos a un mismo proyecto y coordinar las actuaciones de todas las personas que participan en su diseño y ejecución. Algunas de las ventajas de la aplicación de este modelo en la arquitectura son:
- Reducción de riesgos: Permite llevar a cabo un control riguroso de los procesos, lo que reduce la posibilidad de errores humanos y maximiza la seguridad.
- Toma de decisiones colaborativa: Centraliza la información relativa a cada proyecto a través de un mismo software, que permite establecer un sistema de comunicación fluido entre todos los participantes, facilitando así la toma de decisiones. Además, promueve la coordinación entre equipos para crear un modelo de información coherente durante todo el proceso de diseño y construcción.
- Optimización del diseño: Fomenta la eficiencia energética y el uso responsable de los materiales, optimizando así el diseño de los proyectos para que sean más sostenibles.
- Aumento de la productividad: Favorece la estandarización y prefabricación de los elementos constructivos. Esto garantiza una mayor precisión y calidad en el diseño de los proyectos, así como un menor desperdicio de tiempo y recursos durante su ejecución.
Algunos proyectos diseñados mediante el método BIM
En los últimos años han sido varios los proyectos pioneros a nivel internacional en los que se ha utilizado la metodología BIM, como es el caso del Centro Cultural Juvenil de Nanjing. Diseñado por el estudio Zaha Hadid Architects, fue el primer edificio en China que se construyó en dos direcciones simultáneas: comenzando por la planta inferior y subiendo y bajando al mismo tiempo. Los arquitectos aplicaron el modelo BIM para minimizar el trabajo in situ y su construcción se completó en tiempo récord: 34 meses.
En España, un ejemplo de la aplicación de este modelo de diseño y gestión es el Estadio Metropolitano (Madrid), diseñado por el estudio Cruz y Ortiz Arquitectos e inaugurado en el año 2017. La construcción del estadio precisaba de una gran coordinación por parte de todos los agentes implicados debido a la complejidad de su estructura y a sus grandes dimensiones.
Además, para reducir los costes y los tiempos de ejecución, se prefabricaron multitud de piezas, desde pórticos hasta los componentes estructurales de la cubierta. Para el diseño de estos elementos, se introdujeron parámetros específicos en el modelo virtual como paso previo a su construcción. Por todos estos motivos, la aplicación de la metodología BIM en las obras del Estadio Metropolitano hizo posible una gestión colaborativa del proyecto, agilizando su construcción y posibilitó la solución de dificultades durante todo el proceso.
Ambos edificios son muestras de las ventajas de la aplicación de la metodología BIM en la arquitectura, especialmente a la hora de reducir los tiempos de ejecución de los proyectos y de optimizar el uso de materiales. El trabajo colaborativo y simultáneo de los equipos que posibilita este modelo digital permite mejorar la calidad final de las infraestructuras. Además, este modelo permite aumentar la eficiencia energética de los edificios y reducir los costes asociados a su construcción y mantenimiento.