Düsseldorf ya cuenta con el edificio verde más grande de Europa

Publicado el 28 mayo 2020

De la mano de los arquitectos Ingenhoven, se ha llevado a cabo la construcción del edificio verde más grande de Europa, Kö-Bogen II. Situado en el centro de la ciudad de Düsseldorf, Alemania, pretende ser una respuesta urbana al cambio climático.

Los arquitectos encargados han desarrollado un concepto, supergreen®, enfocado a la sostenibilidad desde una perspectiva urbana, alejándose del automóvil y poniendo a las personas en el centro de la planificación. Con este edificio pretenden devolver la mayor cantidad de espacios verdes posibles a la ciudad, idea en la que han trabajado durante décadas.

La vegetación cubre toda la cubierta y dos de las fachadas de este edificio, que será dedicado al comercio y a oficinas. La composición de las dos construcciones y sus fachadas inclinadas se inspiran en el Land Art, creando una obra artística con elementos del propio medio. Esta es una de las cuestiones por las que se ha escogido la especie de carpe para cubrir las fachadas, con unas 30.000 plantas. Es una especie nativa, con una madera muy dura y de hoja perenne, con lo que mantiene su verde todo el año. La facilidad de su mantenimiento y su crecimiento local, son otros de los motivos por los que han decidido utilizar la variedad de carpe.

Además de jugar con esta ambigüedad entre el parque y la ciudad, la vegetación ayuda a mejorar el microclima de la ciudad, protegiendo contra los rayos del sol en verano y reduciendo el calor urbano. También ayuda en la eliminación de dióxido de carbono, almacena humedad y atenúa el ruido.

El proyecto se compone de dos edificios colindantes. El de mayor envergadura, de unos 41.370 metros cuadrados y cinco plantas, albergará locales de oficinas y comercios. Mientras que, el más pequeño y con forma triangular, contendrá restaurantes y tiendas. Su cubierta inclinada servirá también como jardín exterior sobre el que se podrá pasear y tomar el sol.

Las fachada norte y oeste, la más expuestas por el clima, fueron las elegidas para cubrir de vegetación y proteger así el edificio. Los arbustos ya crecidos fueron plantados en las fachadas, en unos sistemas de escalones, este otoño, después de haber permanecido en un vivero desde 2016, hasta conseguir un tamaño adecuado. Este nuevo edificio no es solo una construcción en la que albergar diferentes usos, sino que es un nuevo centro verde para la ciudad, que aporta calidad de vida, es un paso más hacia el camino de la construcción de lugares públicos sostenibles y creados poniendo a las personas en el centro, apartando a los coches de la ciuda

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