Estadios sostenibles para el Mundial de Fútbol Rusia 2018
Estamos en plena Copa Mundial de Fútbol 2018, que se celebra en Rusia desde el pasado mes de junio. Época de experiencias y sorpresas futbolísticas, pero también de apuesta por la sostenibilidad. Y es que las infraestructuras e instalaciones en las que se está celebrando la competición, fueron construidas siguiendo criterios de construcción sostenible.
La FIFA ha impuesto una ‘normativa verde’ y, por primera vez, los valores medioambientales y sostenibles han adquirido una gran importancia. Ha puesto en marcha una Estrategia de Sostenibilidad con medidas concretas. Entre ellas, la gestión de grandes inversiones en estadios e infraestructuras.
Certificaciones sostenibles
En este sentido, uno de los objetivos para los organizadores del Mundial era certificar los estadios conforme a normas sostenibles. “Construir estadios deportivos conforme a la normativa verde no sólo reduce su impacto sobre el medioambiente, sino que también, en gran medida, determina los hábitos en el futuro, incluida una reducción en el uso de agua y energía”, destacaron. En algunos casos, optaron por reconstruir los estadios, y en otros por construirlos de cero.
Así, uno de los requisitos era que todas las sedes deberían contar con un estándar de construcción sostenible que asegurase el menor impacto ambiental posible. Y que fuese así desde la planificación (asegurando que los flujos de transporte contribuyan a consumir menos combustible y favorezcan el uso de vehículos de energías alternativas) hasta la construcción, utilización y derribo de las instalaciones.
El ahorro energético fue también otro de los aspectos clave a la hora de diseñar las instalaciones. Para reducir el consumo de energía de los estadios, utilizaron materiales ecológicos y diferentes técnicas que contribuyen al ahorro.
Algunas de las instalaciones cuentan con el certificado BREEAM y otras con la certificación ecológica RUSO Football Stadiums, diseñada por las propias autoridades rusas. Este sello fue creado en el marco de la preparación del Mundial de 2018 para cumplir el requisito obligatorio de la FIFA sobre la certificación verde de los estadios de fútbol utilizados en el campeonato.
Estadio Luzhniki
Este histórico estadio es el escenario principal, en el que se celebró el partido inaugural y que acogerá también la final. Conocido por la celebración de los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, ha sido remodelado para cumplir los requerimientos BREEAM® y así conseguir su certificado.
Para ello, han instalado modernos sistemas de ventilación y calefacción que contribuyen al ahorro de energía. Dispone, además, de sistemas de monitorización para regular y reducir el consumo. Destaca también el uso de iluminación LED que reduce un 70% de gasto en electricidad.
En cuanto al ahorro de agua, optaron por una tecnología que reduce su consumo. De esta forma, se evita el derroche de 160.000 litros durante un partido con aforo completo, según señalan desde la organización.
El impacto sobre el entorno fue otro de los parámetros que se tuvieron en cuenta. Con el objetivo de crear biodiversidad y zonas verdes en el perímetro del estadio, se han conservado los numerosos árboles que ya había, y se añadió más vegetación.
Más estadios sostenibles
Aunque este es el escenario protagonista, por su papel en el mundial, pero también por sus características sostenibles, los demás no se han quedado atrás. Los estadios de Spartak Stadium, y el Fisht Stadium cuentan también con la certificación BREEAM, y el Volgograd Arena opta a contar con ella. Otros espacios del Mundial han sido sometidos a su proceso de certificación, como el Samara Arena, el Nizhny Novgorod y el Mordovia Arena.
Cada uno de los estadios del torneo están sometidos a estándares verdes que aseguren el menor impacto ambiental posible. Para ello, cuentan con características que pasan desde la apuesta por el uso de materiales sostenibles; el uso de tecnologías y sistemas de ingeniería y construcción eficientes; e incluso el empleo de técnicas para la recogida de residuos y su completa reutilización y reciclaje.
Esta apuesta por la sostenibilidad, también desde el ámbito del deporte, no puede sino celebrarse. Porque, además de fútbol, este año el Mundial es también ejemplo de sostenibilidad.