Materiales de construcción a base de residuos orgánicos: circularidad, innovación y bajo impacto

Publicado el 10 noviembre 2025

La arquitectura sostenible y la innovación en materiales de construcción están cada vez más orientadas hacia el aprovechamiento de recursos naturales locales y subproductos de otras industrias, ya sea para el interior de los espacios o para construir su estructura. Este enfoque conecta de manera directa con los principios de la economía circular y la arquitectura bioclimática, reduciendo el impacto ambiental y generando oportunidades para crear edificios más eficientes y resilientes frente a los retos del cambio climático.

Transformar los residuos orgánicos en recursos valiosos es uno de los grandes cambios de paradigma en el sector. Gracias a la investigación y la innovación, lo que antes suponía un problema ambiental (por su acumulación, su difícil gestión o su potencial contaminante) hoy puede convertirse en la base de una nueva generación de materiales que aportan soluciones técnicas y estéticas alineadas con la arquitectura sostenible.

Un adoquín de Vivaô, hecho con conchas de ostras. Imagen: Vivaô

Adoquines de concha de ostra

Entre las soluciones más avanzadas y replicables destaca Vivaô, un adoquín drenante desarrollado por la firma francesa Alegina a partir de conchas de ostras, arena y un cemento de bajas emisiones de carbono. Este producto aprovecha así un residuo abundante en zonas costeras, tradicionalmente desechado, y lo convierte en un material de alto valor añadido.

El proceso de fabricación de Vivaô es un referente en sostenibilidad industrial: el agua que se utiliza para realizar la mezcla de los materiales es reutilizada, ya que proviene de un circuito cerrado, y para su secado no se necesitan grandes hornos ni altas temperaturas, lo que reduce drásticamente el consumo energético y las emisiones asociadas a la producción. El resultado es un pavimento 100% natural y ecológico, con una huella ambiental significativamente menor que la de los materiales convencionales.

En obra, los adoquines Vivaô ofrecen ventajas funcionales y urbanas:

  • Permeabilidad: facilitan el drenaje y reducen la compactación del suelo, siendo ideales para la gestión sostenible del agua de lluvia en ciudades. En cifras, la capacidad de drenaje de los adoquines Vivaô es 14 veces superior al requisito mínimo, alcanzando un coeficiente de permeabilidad de 7955 l/s/ha.
  • Durabilidad y confort: mantienen la integridad estructural y el color incluso en condiciones climáticas adversas, y su superficie se mantiene fresca en climas cálidos. En este sentido, es apta incluso para zonas con tráfico rodado.
  • Mantenimiento reducido: su resistencia a la abrasión y a la humedad contribuyen a una larga vida útil y bajos costes de mantenimiento.

Además, la amplia variedad de colores, tamaños y texturas permite su integración en todo tipo de proyectos urbanos, desde centros históricos hasta nuevas zonas verdes.

La empresa española Cupa Stone es la encargada de distribuir estos adoquines en el mercado francés, facilitando así el acceso a esta innovación en el sector de la arquitectura sostenible.

Ladrillos hechos de algas

Otra línea de investigación igualmente innovadora que refleja el potencial de los residuos orgánicos es el desarrollo de ladrillos a base de sargazo, una macroalga que genera graves problemas ambientales en muchas costas de América y África.

La acumulación de sargazo en las playas, además de liberar gases tóxicos, impacta negativamente en la biodiversidad, la economía local y la salud de las personas, por lo que su gestión suele limitarse a la recolección y el depósito en vertederos, sin un aprovechamiento real.

Con este contexto, un equipo de investigadores brasileños se propuso transformar este residuo en un recurso útil para la construcción, desarrollando un innovador ladrillo en el que el sargazo sustituye parte de la materia prima tradicional. Los resultados en laboratorio son especialmente prometedores, ya que cumplen los requisitos normativos de resistencia mecánica y, según el análisis de ciclo de vida (ACV), presentan un mejor desempeño ambiental que los ladrillos convencionales.

Algas sargazo en la Playa de Puerto Morelos, México. Imagen: José Antonio López Portillo/UNAM

Innovar con recursos naturales: una apuesta por la circularidad

Tanto los adoquines de conchas de ostras como los ladrillos de algas son ejemplos de cómo la innovación material puede transformar residuos orgánicos en recursos de alto valor para la construcción. Estas soluciones demuestran viabilidad, durabilidad y aportación positiva a la economía circular. Además, abren la puerta a una nueva generación de materiales no solo cumplen con las exigencias técnicas actuales, sino que también contribuyen a los objetivos globales de descarbonización.

En la arquitectura bioclimática, la selección de materiales debe ir más allá del origen natural: es imprescindible analizar el impacto ambiental total, la reducción de emisiones, la eficiencia energética y la capacidad de integración en ciclos productivos más sostenibles. Apostar por materiales como estos es apostar por construcciones más resilientes, responsables y adaptadas a los desafíos del siglo XXI.

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