Nuevos fondos europeos para impulsar la sostenibilidad
Para un futuro sostenible es necesaria la colaboración tanto de las administraciones públicas como de los agentes empresariales y los propios ciudadanos.
Cada vez las administraciones son más conscientes de la importancia que tiene la sostenibilidad arquitectónica y urbana, no solo para el entorno, sino también para los propios ciudadanos. En este sentido, la Comisión Europea comunicó el mes pasado nuevos mecanismos para dotar de financiación a los diferentes agentes del tejido empresarial europeo, entre los que se encuentran aquellos promotores de proyectos urbanos sostenibles.
Y, aunque todos estos instrumentos de financiación son muy interesantes, quiero pararme en las ayudas para el desarrollo urbano sostenible.
De acuerdo a la propia Comisión Europea, estos fondos están enfocados a potenciar y dar apoyo a todos los proyectos que busquen sostenibilidad en el entorno urbano. Este objetivo, como os podréis imaginar, se refleja en todos los ámbitos de la ciudad donde se puedan implementar mejoras: eficiencia energética, regeneración de zonas urbanas o cascos históricos, implementación de mejoras o potenciación del transporte público…
Como requisito mínimo, la Comisión pide que los proyectos sean financieramente viables y, aún más interesante, que estén incluidos en una estrategia integrada de desarrollo urbano sostenible. Este es un punto en el que me parece importante reflexionar, ya que muchas veces parece que cuanto más certificados obtengan los edificios o las zonas urbanas de las ciudades, más sostenible es la ciudad; y no siempre se cumple esta regla.
Muchas veces la adecuación del proyecto a su entorno no es la correcta. No debemos olvidar que cada zona geográfica tiene unas características que la hacen única: recursos naturales, acceso a transporte, hábitos de sus ciudadanos… Todas estas variables obligan a realizar un profundo estudio previo, para proyectar un desarrollo urbano óptimo.
El Fondo puede llegar a cubrir inversiones de hasta los 20 millones, si se combinan los recursos públicos y privados. Las ayudas, en las que se exige una contribución de, al menos, el 30% de capital privado serán gestionadas por un intermediario financiero de los propios Fondos EIE
Me alegra profundamente que desde la Unión Europea se estén impulsando este tipo de iniciativas. Sin lugar a dudas, para un futuro sostenible es necesaria la colaboración tanto de las administraciones públicas (nacionales e internacionales) como de los agentes empresariales y los propios ciudadanos. Entre todos podremos hacer de nuestro entorno un lugar mejor para vivir.