3 ejemplos españoles de arquitectura social y solidaria
Históricamente, a los mejores arquitectos se les ha valorado en función de sus diseños novedosos, pioneros y originales, especialmente aquellos en ubicaciones icónicas de las ciudades más importantes. Hoy en día, este estatus ha variado: la estética no lo es todo y se ha comenzado a apreciar otros aspectos como la utilización de materiales sostenibles para la construcción, la eficiencia energética y el reciclaje de aguas, entre otros. En este caso, vamos a incidir más en el espíritu de la construcción; es decir, que la prioridad haya sido un diseño con conciencia social. Todos los proyectos tienen lugar en territorio español y priman las necesidades a nivel habitacional y social de los ciudadanos antes que la estética.
Mellas Urbanas
Este proyecto lo llevó a cabo la organización Arquitectura Sin Fronteras (ASFES) durante el 2021 en el Barrio de Carolinas Bajas (Alicante) con la financiación de la Generalitat Valenciana e IRPF 20. La iniciativa consiste en transformar un solar abandonado y sin ningún uso del mencionado barrio alicantino para convertirlo en una zona lúdico-recreativa intergeneracional.
Se trata de un sector dela ciudad sin zonas verdes ni otras instalaciones que, gracias a esta rehabilitación, permite a sus vecinos disfrutar de diferentes cursos formativos y actividades de lecer. Según señala la compañía organizadora: “El objetivo es trabajar en una escala más allá de la individualidad que pueda traducirse en una relación de empatía al querer mejorar la vivienda degradada de un vecino o una vecina, o en la voluntad de compartir una infraestructura común”.
Centro Sociocomunitario de la Cañada Real
Esta autoconstrucción participativa de equipamiento público la puso en marcha por Recetas Urbanas en 2019. Tiene un carácter totalmente cocreativo. De hecho la mano de obra la componen 1.200 voluntarios del área de la Cañada Real. Pero no solo personas independientes han colaborado: hasta 17 entidades locales, 3 universidades y el Centro Penitenciario Soto del Real aportaron su granito de arena. Algunos, su esfuerzo; otros, sus conocimientos y, por ejemplo, desde el Centro Penitenciario se prefabricaron forjados, paredes, cerchas, paneles de cubiertas y cajones ventanas que fueron ensamblados en el recinto de obra oficial.
“Es el primer experimento con un nuevo reglamento de cogestión público-social donde hemos involucrado más personas y entidades de las previstas con unos tiempos de ejecución de tan solo 5 meses”, explican desde Recetas Urbanas. Con un presupuesto de 190.000 euros, esta iniciativa involucró a todo el tejido social de la Cañada Real para construir un Centro Sociocomunitario compuesto por 3 talleres de 30 m2 , un espacio comunitario de 45 m2 y 90 m2 de oficinas y baños autosuficientes.
Proyecto SURI
La empresa Urbana IDR, especializada en la rehabilitación, reparación y conservación de cualquier tipo de construcciones, creó el proyecto Suricatta Systems para colaborar en la reconstrucción del municipio de Lorca tras el terremoto de 2011. “Nuestra experiencia en el campo de la construcción, unido a nuestra filosofía corporativa para proveer soluciones, se tradujo en un equipo multidisciplinar que estuvo trabajando para intertar resolver el problema habitacional”, exponen desde Suricatta Systems.
La apuesta por la innovación, con la financiación del Institut Valencià de Competitivitat Empresarial junto a otras entidades, ha fructificado en un concepto denominado SURI (Shelter Unit for Rapid Installation), que nace como una solución de alojamiento para situaciones de emergencia. Es una construcción de fácil transporte y montaje, confortable y habitable; un sistema de arquitectura modular de bajo coste. Todos los materiales de esta vivienda flexible son reciclables o biodegradables y ofrecen una vida útil de unos 10 años. Por lo tanto, se trata de una solución habitacional totalmente sostenible que está alojando a personas que lo necesitan en todo el mundo.
Ejemplos como los que hoy tratamos son la clase de proyectos que explican la importancia de la arquitectura y el tremendo bien que puede ejercer si la construcción pone el foco en la solidaridad, la participación ciudadana y las necesidades sociales de las personas.