Sistemas de calefacción eficientes para reducir el consumo energético en los hogares
Los sistemas de calefacción a partir de combustibles fósiles, como las calderas de petróleo o gas, han sido la opción elegida por muchos hogares para mantener el ambiente caldeado en invierno. Sin embargo, la combustión necesaria para su funcionamiento, que supone la emisión de CO2 y otros gases contaminantes, condiciona el impacto ambiental negativo de estas opciones de climatización de la vivienda.
La calefacción es responsable del 10% del total de emisiones globales de CO2 al año, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). El excesivo consumo energético de los sistemas de calefacción tradicionales y su contribución al calentamiento global aceleran la progresiva degradación del planeta.
Como alternativa a este tipo de sistemas, muchos hogares recurren a la calefacción eléctrica, una opción popular por su facilidad de instalación. Sin embargo, su funcionamiento suele depender de combustibles fósiles para la generación de electricidad, lo que deriva en la emisión indirecta de gases de efecto invernadero. En este sentido, la calefacción eléctrica no es la opción más sostenible para calentar las viviendas, puesto que presenta un elevado consumo de energía que impacta negativamente en el medio ambiente.
Por tanto, la sustitución de las opciones de calefacción tradicionales, como las que emplean combustibles fósiles o electricidad para generar energía, por sistemas eficientes energéticamente es una de las soluciones para reducir las elevadas emisiones de gases contaminantes. Existen numerosos sistemas para calentar los hogares en las épocas más frías del año al mismo tiempo que se garantiza el respeto por el medio ambiente y el ahorro energético.
Sistemas de calefacción sostenibles para ahorrar energía
Los sistemas de calefacción que no dependen de la energía eléctrica o de la combustión para funcionar se han convertido en la mejor alternativa para reducir el uso de las opciones de climatización tradicionales, altamente contaminantes y nocivas para el medio ambiente. Estas opciones permiten la reducción de la huella de carbono y la transición hacia un modo de vida más sostenible.
Existen diversas opciones de climatización cuyo objetivo es reducir la dependencia del aporte energético de los sistemas de calefacción, refrigeración o iluminación tradicionales:
- Sistemas geotérmicos: Este tipo de calefacción es ecológica y eficiente, ya que su funcionamiento requiere un consumo energético reducido. Este sistema consiste en la extracción del calor que proviene del subsuelo para caldear los espacios. Su elevado coste de instalación supone una desventaja, aunque resulta rentable a largo plazo por el ahorro en la factura de la luz.
- Sistemas con energía solar: Pese a su elevada inversión inicial, esta opción permite disponer de electricidad y agua caliente en la vivienda. Su funcionamiento requiere de la instalación de paneles fotovoltaicos o paneles térmicos. En el primer caso, las placas solares captan la radiación del sol y la transforman en corriente continua que, a través de un inversor solar, se convierte en corriente alterna para uso doméstico. En el segundo caso, los paneles térmicos utilizan la radiación solar para calentar directamente un fluido o el aire. Este sistema se puede utilizar para múltiples tipos de calefacción como radiadores, suelo radiante, estufas y termos, bombas de calor o calentadores por convección.
- Sistemas con calefacción de biomasa: Aunque su funcionamiento implica un proceso de combustión, esta opción no emite sustancias nocivas al medio ambiente, ya que emplea combustibles naturales y ecológicos. El material más utilizado son los pellets, un recurso muy poco contaminante que se fabrica a partir de madera sin tratamientos. Las emisiones de CO2 generadas durante el proceso de combustión son absorbidas por los propios bosques que se utilizan como biomasa. Además, estos sistemas son fáciles de instalar, eficientes y económicos.
- Sistemas de aerotermia: Utilizan la termodinámica para calentar o enfriar espacios con un mínimo gasto eléctrico mediante el transporte del calor del aire para su distribución por toda la vivienda. Su principal desventaja, como sucede con los ejemplos anteriores, es su inversión inicial, que también es de alto coste.
La primera cubierta solar térmica de pizarra que genera energía para calefacción
Otra opción para cubrir las necesidades energéticas de calefacción y agua caliente al mismo tiempo que se garantiza la sostenibilidad de la vivienda es la creación de energía para calefacción a través de las cubiertas solares térmicas. El sistema THERMOSLATE desarrollado por CUPA PIZARRAS es un ejemplo de cómo reaprovechar las prestaciones de un material, en este caso la pizarra natural, para generar energía.
Esta solución integrada para cubiertas inclinadas combina la calidad de la pizarra natural con la eficiencia de las energías renovables. THERMOSLATE es la primera cubierta solar térmica de pizarra natural a nivel mundial que permite generar energía para calefacción, agua caliente sanitaria o para la climatización de piscinas.
Este sistema puede cubrir son solvencia las necesidades energéticas de calefacción y agua caliente para una vivienda unifamiliar de 5 miembros en España. Su fácil instalación permite solucionar los inconvenientes estéticos en la rehabilitación de cascos históricos y monumentos, así como también en edificios singulares y viviendas.
Las propiedades de absorción y difusión de la pizarra natural posibilitan un ahorro de hasta un 85% del consumo energético, por lo que el montaje de este tipo de sistemas puede garantizar una mayor eficiencia en los edificios. Además, su fácil instalación y su reducido mantenimiento, puesto que no necesita limpieza anual de los colectores ni protección frente al sobrecalentamiento gracias a las propiedades naturales de la pizarra, lo sitúan como una alternativa sostenible a los sistemas de calefacción y agua caliente tradicionales.
En conclusión, existen numerosas alternativas para combatir las bajas temperaturas en el interior de las viviendas sin contribuir al calentamiento global. El objetivo de todas ellas es reducir el consumo energético de los hogares y minimizar el impacto ambiental de los sistemas de climatización tradicionales. Además, en la mayoría de los casos, los gastos que trae consigo su instalación y mantenimiento son mínimos o, en caso contrario, pueden recuperarse fácilmente en el corto plazo. Por tanto, la apuesta por el uso de sistemas de calefacción sostenibles supone un beneficio tanto para el medio ambiente como para los hogares.
Muy interesante y útil el contenido, gracias por la información!