Biosmart: el proyecto que mide la calidad del aire gracias al IoT
El ingeniero e investigador de la Universidad Pública de Navarra Xabier Aláez Sarasíbar ha impulsado este proyecto, cuyo objetivo es desarrollar y fabricar dispositivos IoT (internet de las cosas), distribuidos y de bajo coste, destinados a monitorizar la calidad del aire interior en edificios.
Las aplicaciones del IoT
Y es que, el concepto de IoT se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Lo que permite que éstos lleven a cabo cualquier labor en tiempo real. Así, los dispositivos que evaluarán la calidad del aire permitirán la interacción con el usuario, gracias a una plataforma propia basada en el IoT. De esta forma, el análisis y la interpretación de los datos será más cómodo. Y, además, se dispondrán de indicaciones para su mejora.
Hasta el momento, las aplicaciones del IoT estaban destinadas a otros campos como la domótica, la biomedicina, los vehículos, la ropa interconectada o los dispositivos wereables. No obstante, ahora se abre una nueva vía. Este proyecto quiere ir más allá y ampliar su uso. ¿El objetivo? Mejorar la salubridad en el interior de los edificios.
Nuevos parámetros para medir la calidad del aire
Además de medir la temperatura, la humedad o el dióxido de carbono, estos dispositivos ofrecerán otras posibilidades. Se incluyen otros parámetros que habitualmente quedan fuera de la estimación de la calidad del aire. Éstos son el formaldehído, los compuestos orgánicos volátiles o las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras.
Esto permitirá identificar patologías relacionadas con la regulación de la ventilación, los acabados superficiales de la construcción, el mobiliario o los productos de limpieza. Y, por lo tanto, asegurar la salud del edificio con la mayor eficiencia energética posible.
El proyecto Biosmart es un ejemplo de cómo la tecnología se pone al servicio de la sostenibilidad. De cómo utilizar las aplicaciones del “Internet de las Cosas” para mejorar la calidad de vida de las personas. Todo un logro para la arquitectura saludable.