Can Tanca, el primer proyecto PassivHaus Premium en España, y el cuarto en todo el mundo
El edificio ibicenco de Can Tanca, ubicado en el municipio de Sant Joan de Labritja, es ya un referente mundial en el campo de la edificación sostenible. La vivienda unifamiliar del Grupo Terravita ha recibido la certificación PassivHaus Premium por parte del PassivHaus Institut. Se trata de la primera de estas características que se otorga a un proyecto español, y la cuarta en todo el mundo.
Este proyecto fue ya inicialmente diseñado como un proyecto pionero en sostenibilidad. ¿El objetivo? Conseguir unir el mayor ahorro energético posible con el menor impacto medioambiental. Tratando, al mismo tiempo, de asegurar un elevado confort interno y una apariencia acorde con el paisaje ibicenco y la arquitectura tradicional característica de la isla.
Can Tanca: ejemplo de sostenibilidad
La casa se autoabastece de electricidad con energía solar fotovoltaica y está desconectada también de la red de agua. Cuenta con un sistema de acumulación de energía capaz de abastecer a la vivienda incluso en los días poco soleados, garantizado así el suministro ininterrumpido. Y, para el abastecimiento de agua, dispone de un sistema de recogida y tratamiento de aguas pluviales. Además, para automatizar y regular el gasto energético en función de las necesidades, la vivienda cuenta con tecnología inteligente.
El edificio ha sido construido con un entramado de madera reciclada y prensada. Los sistemas de aislamiento son de fibra de madera y los suelos de bambú, procedentes de bosques controlados de proximidad. Estas peculiares características permiten minimizar las emisiones de gases nocivos y contribuyen a la reducción del caudal de ventilación al mínimo necesario.
Con la otorgación del certificado Passivhaus Premium se demuestra la viabilidad de un bajo coste energético en un edificio teniendo, al mismo tiempo, una temperatura confortable durante todo el año. Además, se reconoce también su capacidad para generar mayor cantidad de energía renovable de la que consume. La casa de Can Tanca reduce aproximadamente en un 80% las necesidades de climatización respecto a otra de similares características, con el añadido de que esa baja demanda se cubre con la energía solar instalada.
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