Jose Antonio Torrecilla: “Las certificaciones permiten a los ciudadanos ‘poner cara’ a la sostenibilidad”
Esta semana conversamos con Jose Antonio Torrecilla, arquitecto independiente formado en la Universidad de Greenwich (Londres) con más de 20 años de experiencia como arquitecto de proyectos, consultor de sostenibilidad, gerente de diseño y divulgador en materia de construcción sostenible. Su especialización es el diseño de viviendas que integran aspectos bioclimáticos y de eficiencia energética. Hoy nos explica la metodología y las estrategias ambientales que aplica en sus proyectos y charlamos sobre su visión acerca de las certificaciones sostenibles.
Entrevista
¿En qué momento de tu carrera decides especializarte en sostenibilidad y eficiencia energética?, ¿qué te hizo dar el paso?
Estaba estudiando la carrera de Arquitectura en Inglaterra a principios de los años 90 y todos los grandes arquitectos como Richard Rogers y Norman Foster estaban diseñando edificios “high-tech”, la versión tecnológica de la sostenibilidad. Con el paso de los años, esos mismos criterios de diseño los he ido desarrollando para ver cómo se podían implementar en edificios más sencillos con soluciones más económicas.
¿Cómo es tu metodología a la hora de afrontar los proyectos?
En primer lugar, entender bien los requisitos y prioridades del cliente en cuanto a la sostenibilidad, ecología y eficiencia energética de su vivienda. Una vez que acordemos la superficie, estancias, número de plantas, etc. podemos empezar a trabajar el diseño arquitectónico/bioclimático.
La orientación y forma de la parcela son claves para poder llevar a cabo un buen diseño que tenga en cuenta el soleamiento, los vientos dominantes y así poder diseñar un paisajismo que contribuya a mejorar los espacios exteriores alrededor de la vivienda.
En cuanto al diseño bioclimático la idea es tener la máxima iluminación natural y al mismo tiempo proteger del sol en verano y captar el sol en invierno. De esta manera evitamos que la vivienda se caliente en los meses más cálidos y utilizamos el sol para calentar el edificio en los meses más fríos.
Una geometría sencilla nos ayuda a simplificar la estructura y a agilizar los plazos de construcción. Unas instalaciones eficientes contribuirán a reducir los costes de funcionamiento del edificio. Estas incluyen la energía solar y el suelo radiante.
Por último, el uso de materiales naturales y ecológicos, como la madera, el corcho o las pinturas ecológicas, van a mejorar la calidad ambiental en el interior de la vivienda.
¿Cuáles son los materiales sostenibles por los que sientes predilección y por qué?
La madera es una alternativa muy interesante como elemento estructural y de cerramiento en comparación a sistemas más convencionales de hormigón o estructuras metálicas. Su principal ventaja es que es un material natural y crecido de forma sostenible. Además, los plazos de ejecución con este sistema se reducen considerablemente.
También me gusta el corcho natural, la fibra de madera y el algodón reciclado como alternativas de aislamiento térmico y acústico más ecológicas.
¿Cuáles son, en tu opinión, las mejores estrategias ambientales para reducir la demanda energética de las viviendas?
Una buena orientación de la vivienda contribuye a reducir la demanda energética. La orientación sur nos permite protegernos del sol en verano mediante un voladizo y captarlo en invierno con grandes ventanales para calentar el interior.
Las principales ventanas deberían estar en esta orientación. Si a esta configuración de huecos le añadimos un alto nivel de aislamiento en la parte ciega de la fachada conseguimos una envolvente muy eficiente. Con este concepto se consigue un edificio con menor demanda energética, menor demanda significa menor consumo y, si las instalaciones son eficientes, menor coste de operación y mantenimiento.
Has trabajado como arquitecto coordinador y consultor de certificaciones sostenibles como BREEAM. ¿Crees que las certificaciones sostenibles, cada vez más demandadas, son un sistema que fomenta las obras sostenibles y acerca esta perspectiva a los ciudadanos?
He coordinado la certificación BREEAM de un complejo de oficinas de 40.000 metros cuadrados y la batería de medidas de sostenibilidad introducidas en el proyecto y la ejecución de la obra sin duda van a contribuir a que se reduzca el impacto en el medioambiente de estos edificios.
Estoy seguro de que las certificaciones sostenibles como BREEAM fomentan las obras sostenibles porque les permite a los propietarios de estos edificios demostrar “científicamente” como su edificio cumple requisitos específicos de medidas sostenibles.
De cara a los ciudadanos les permite “poner cara” a la sostenibilidad al ver medidas específicas y concretas de lo que se puede hacer en cualquier tipo de construcción.
La importancia de las certificaciones energéticas es que incluyen medidas a llevar a cabo en apartados específicos de la obra, como el tipo de cisternas de los aseos o como el número mínimo de espacios para bicicletas en la zona de acceso al edificio.
¿Algún proyecto o proyectos que destaques especialmente? ¿Por qué?
La casa que hemos diseñado y construido mi mujer y yo junto con la empresa Econ House este año en Venturada. Es una casa bioclimática, eficiente y ecológica no solo en su diseño, sino en lo saludable que se siente uno en su interior. Un espacio con mucha luz natural y vistas a la montaña. La vivienda tiene una instalación fotovoltaica en la cubierta sur con batería de acumulación y conexión a la red eléctrica. El sistema de climatización es mediante suelo radiante y refrescante. Toda la estructura de la casa es de entramado ligero de madera con aislamiento de algodón reciclado y fibra de madera. Los muros y forjados fueron prefabricados y toda la casa la montaron en siete días.
Dentro de tu compromiso con la arquitectura sostenible, dedicas una parte de tu trabajo a la divulgación. ¿Crees que actualmente existe un conocimiento real y extendido de la importancia de la sostenibilidad en la construcción?
La sostenibilidad se asocia a los recursos limitados que tiene el planeta, fomentando la idea de reutilizar y reciclar. Además, trata con la eficiencia energética. Estos temas pueden parecer demasiado abstractos para el ciudadano de a pie, pero se concretan muy bien en las certificaciones medioambientales como BREEAM. Estas certificaciones tienen en cuenta todas las categorías que impactan en el medioambiente, como pueden ser la gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación.
El cliente debe querer implementar estas medidas en sus proyectos y, al mismo tiempo, los diseñadores deben conocer estas medidas para poder proponerlas al cliente y saber implementarlas.
Incorporar una instalación fotovoltaica o un depósito de reciclaje de aguas en un proyecto, evidentemente, va a suponer un sobrecoste al inicio de la obra, pero existen medidas que apenas tienen sobrecoste que se pueden implementar en prácticamente todos los edificios.
Como último recurso hemos visto que las normativas europeas y nacionales son la manera de “obligar” a tomar ciertas medidas, pero tampoco pienso que esta sea la mejor solución.
Gracias a Jose Antonio por dedicarnos su tiempo y permitirnos conocer su trabajo.