Guarderío forestal en Estella: bajo impacto ambiental y certificación Passivhaus para los edificios de control medioambiental del Gobierno de Navarra
Las administraciones públicas son, afortunadamente, cada vez un mayor y mejor ejemplo de promoción de la arquitectura sostenible. Ciudades, barrios, bibliotecas y muchos otros espacios públicos se suman a la sostenibilidad. En esta ocasión, vamos a hablar de otro ejemplo: un Guarderío de Medioambiente en Estella (Navarra)
El proyecto, con certificación Passivhaus y promovido por el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra, es obra del estudio Boa Arquitectos y cuenta con soluciones constructivas de bajo impacto ambiental.
Y, los encargados de hablarnos del proyecto son sus arquitectos, Iñaki Archanco y Raúl Belloso, de Boa Aquitectos, que nos cuentan en primera persona todos los detalles de este Guarderío.
Una declaración de intenciones
La nueva dotación es un equipamiento singular y aporta su imagen como representación del Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local. Para ello se ha optado por un diseño con un alto grado de abstracción formal, de modo que el edificio tenga un carácter escultórico y objetual en el entorno del paisaje. La forma elegida y su ubicación «como un objeto posado sobre el terreno» tiene un componente intemporal y pone en valor el contraste en entre lo natural y lo artificial.
El nuevo edificio deberá servir además como base conceptual para otros similares en el futuro, y por tanto es también una declaración de intenciones de los encargados de preservar el entorno natural: una edificación icónica, compacta y eficiente energéticamente, realizada con materiales naturales y empleando la mejor tecnología disponible, en favor de la sostenibilidad. El empleo de una envolvente continua de madera altamente industrializada aporta la idea de que el respeto al medio no entra necesariamente en conflicto con la tecnología, siendo ambos compatibles.
Estándar Passivhaus
El condicionado del concurso exigía una eficiencia energética, que solo es posible conseguir aplicando los rigurosos criterios de la construcción “Passivhaus».
La envolvente se basa en el empleo de tableros contra-laminados CLT de 80 mm. de espesor que conforman estructuralmente los espacios, quedando la madera vista como acabado hacia el interior del edificio. Una vez realizado y estabilizado el armazón, la ejecución se realiza inversamente al proceso tradicional, esto es de «dentro hacia afuera».
Sobre la cara exterior de los paneles CLT, debe obtenerse la estanqueidad al aire necesaria para garantizar los bajísimos consumos que requiere un edificio de este tipo. El tablero CLT que se emplea aquí, es considerado estanco al paso del aire, por lo que su empleo simplifica enormemente esta labor al obtener la estanqueidad mediante el uso de cintas especiales de sellado, a emplear solo en las uniones entre paneles.
Aislamiento natural
Las carpinterías exteriores son de madera, con certificación Passivhaus, con vidrio triple y doble cámara 18 mm. en la que incorpora gas Argón para un valor de transmitancia muy inferior a los vidrios habituales. Una vez realizados los sellados y encintados exteriores de paneles y cercos, se colocó el aislamiento térmico por la parte exterior en un espesor entre 22 y 32 cm. (fachada y cubierta). El aislamiento empleado es un panel de a base de algodón regenerado con fibras termofusibles, procedentes de reciclado de la industria textil que se emplea habitualmente en los asientos de los automóviles.
Al tratarse de un edificio altamente estanco al paso del aire, se debe garantizar que la calidad del aire interior se mantiene dentro de los parámetros deseados. Para ello es necesario renovar un determinado volumen de aire interior con equipos mecánicos que disponen aquí de un recuperador de calor de alta eficiencia, superior al 90%, consiguiendo recuperar el calor del aire de menor calidad antes de ser expulsado al exterior y cederlo (sin mezclarlos) al aire de admisión, antes de impulsarlo al interior. En los días más rigurosos del invierno se aporta calor en el aire de impulsión, a través de una batería agua-aire, alimentada por un equipo aerotérmico que también genera el Agua Caliente Sanitaria.
FICHA TÉCNICA