HCP Arquitectos: “La elección del material es una decisión estratégica, técnica y ética. Cada vez que elegimos uno, decidimos también qué tipo de ciudad estamos construyendo”

Publicado el 4 junio 2025

Esta semana hemos conversado con Pablo Gancedo, i+D y BIM Manager; Ada Reina, jefa de Proyectos de ejecución; Juan José García, jefe de Proyectos de ejecución; y Jorge Sánchez, jefe de Proyectos de básico. Los cuatro forman parte del equipo de HCP Arquitectos, una firma de arquitectura con sedes en Málaga, Madrid, Sevilla y Baréin, que ha llevado a cabo proyectos por todo el mundo. El estudio se centra en implementar múltiples tecnologías como la metodología BIM, con la que ha desarrollado más de 150 proyectos, el diseño computacional o la Realidad Virtual; todo ello con la mirada puesta en mejorar la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad en el sector de la construcción.

Arriba, Pablo Gancedo y Ada Reina; abajo, Juanjo García y Jorge Sánchez.

Entrevista

¿Cómo y cuándo nace el estudio de arquitectura?

HCP nació en 1986, fruto de la visión compartida de Javier Higuera y Alejandro Pérez, quienes fundaron el estudio en Málaga con un equipo de solo cinco personas. Nuestro primer proyecto fue una pequeña heladería en Mijas, un comienzo modesto que hoy recordamos con orgullo porque encarna lo que siempre nos ha definido: compromiso, excelencia y visión a largo plazo.

Desde entonces, hemos recorrido un camino lleno de retos y aprendizajes. La crisis inmobiliaria de 2007 y la pandemia de 2020 marcaron etapas difíciles, pero también pusieron a prueba nuestra resiliencia y capacidad de adaptación. Gracias al talento humano y profesional de nuestro equipo, logramos no solo resistir, sino transformarnos y seguir creciendo.

Hoy, con más de 3.000 proyectos en 36 países, somos una consultora de arquitectura e ingeniería con presencia consolidada en España, Oriente Medio y América Latina. Nuestra inclusión en la lista WA100 de Building Design durante dos años consecutivos (2024 y 2025) es un reconocimiento al trabajo riguroso, sostenible e innovador que nos guía en cada proyecto.

A lo largo de nuestra trayectoria hemos mantenido viva la esencia fundacional: una arquitectura con principios, centrada en las personas y en su entorno. Cada proyecto que realizamos es una oportunidad para mejorar la ciudad, para dejar una huella positiva y duradera. Y ese sigue siendo nuestro propósito: transformar los entornos urbanos desde la belleza, la utilidad y la firmeza, sin perder de vista quiénes somos ni de dónde venimos.

¿Cómo es vuestra metodología a la hora de afrontar los proyectos?

Cada proyecto que emprendemos es una oportunidad para aplicar una metodología basada en la excelencia técnica, la innovación constante y una colaboración cercana con nuestros clientes y socios.

Nuestra apuesta por la investigación y el desarrollo nos ha permitido incorporar tecnologías avanzadas como BIM, ACC, diseño computacional, arquitectura paramétrica e inteligencia artificial. Estas herramientas no solo optimizan el diseño y la ejecución, sino que nos permiten ofrecer respuestas más eficientes, sostenibles y adaptadas a las necesidades de cada entorno.

El verdadero motor de esta evolución es nuestro equipo. Más de 100 profesionales que representan un equilibrio entre experiencia y renovación. Más de la mitad lleva más de 12 años en HCP, consolidando una cultura de rigor y solidez técnica. A su lado, las nuevas generaciones aportan frescura, curiosidad y una mirada digital. Esta convivencia intergeneracional es clave para nuestra capacidad de innovar sin perder consistencia.

Trabajamos con una visión global, pero con sensibilidad local. Nos inspira la identidad de cada lugar y diseñamos con respeto hacia su historia y cultura. Esa inspiración se convierte en soluciones arquitectónicas funcionales, bellas y responsables, que aportan valor real a quienes las habitan.

¿Existe algún material sostenible por el que sintáis predilección? ¿Por qué?

Valoramos especialmente los materiales que, además de ofrecer un buen rendimiento técnico y estético, nos ayudan a construir un futuro más sostenible, con cierta inclinación por materiales históricos como la piedra, arcilla y madera. Entre ellos, la madera ocupa un lugar muy especial. No solo por su bajo impacto ambiental y su capacidad de captura de CO₂, sino también por su versatilidad y su conexión con la arquitectura más esencial. Es un material con historia, con calidez y con alma, que seguimos utilizando tanto en obra nueva como en rehabilitación.

Actualmente también estamos incorporando soluciones innovadoras como la carpintería de aluminio reciclado, que ofrece sistemas de alto rendimiento con una huella ambiental significativamente reducida.

Un ejemplo destacado fue un proyecto realizado para Neinor Homes en Madrid, donde utilizamos por primera vez en España el llamado “hormigón verde”, un material que sustituye el clínker (componente principal del cemento convencional y gran generador de emisiones) por activadores cementantes alternativos. El resultado fue muy positivo, no solo en términos de sostenibilidad, sino también a nivel comercial, demostrando que la arquitectura responsable también puede ser una ventaja competitiva. En definitiva, creemos que la elección del material es una decisión estratégica, técnica y ética. Cada vez que elegimos uno, decidimos también qué tipo de ciudad estamos construyendo.

Residencial Torrejón Park Homes, para Neinor Homes.

Vuestro estudio se caracteriza por el uso de la tecnología BIM, ¿cuáles son las ventajas de este modelo a la hora de diseñar edificios sostenibles?

Para nosotros, la tecnología BIM va más allá de ser solo una herramienta técnica: es una aliada estratégica que nos permite diseñar con inteligencia, reducir el impacto ambiental y garantizar la calidad a lo largo de todo el ciclo de vida del edificio. Una de las principales ventajas que aporta al enfoque sostenible que caracteriza a nuestros proyectos es la optimización del diseño energético. Desde las primeras fases del proyecto, BIM permite simular el comportamiento energético del edificio. Esto nos ayuda a tomar decisiones clave sobre orientación, ventilación natural, soleamiento y materiales aislantes, promoviendo estrategias de diseño pasivo que reducen significativamente el consumo energético.

Los modelos BIM pueden incorporar información ambiental detallada de los materiales, como su huella de carbono, reciclabilidad o procedencia. Esta capacidad comparativa nos permite optar por soluciones más sostenibles, alineadas con los objetivos medioambientales del proyecto.

Además, gracias a una planificación más precisa, con herramientas 4D y 5D, es posible minimizar errores en obra, retrabajos y desperdicios. Esto se traduce en un uso más eficiente de los materiales y una ejecución más limpia y respetuosa con el entorno.

Otro de sus beneficios son las simulaciones ambientales avanzadas. BIM permite realizar análisis sobre iluminación natural, temperaturas interiores, emisiones de CO₂ y consumo de agua. Estas simulaciones aportan datos clave que nos ayudan a tomar decisiones más informadas y responsables en todas las fases del diseño.

La integración de BIM con herramientas como LEED, BREEAM o VERDE agiliza el proceso de certificación, automatizando la documentación necesaria y permitiendo un seguimiento preciso de los requisitos técnicos desde el inicio hasta la entrega.

Por último, con BIM la sostenibilidad no termina con la entrega del edificio, sino que nos permite gestionar la operación y el mantenimiento de los activos, optimizando su rendimiento energético, planificando sustituciones y prolongando su vida útil de forma eficiente y controlada.

Habéis liderado proyectos con certificado BREEAM, ¿creéis que las certificaciones sostenibles, cada vez más demandadas, fomentan las obras respetuosas con el medio ambiente y acercan este enfoque a los ciudadanos?

Creemos que las certificaciones como BREEAM, LEED o VERDE son herramientas valiosas para estructurar y acreditar buenas prácticas sostenibles en arquitectura. Si bien es cierto que su implementación puede suponer cierta carga administrativa, también es una realidad que estas certificaciones están ayudando a profesionalizar el enfoque ambiental del sector y a visibilizar el impacto positivo que un proyecto bien ideado puede tener en su entorno.

Desde nuestra experiencia, hemos observado que el valor de estas certificaciones se percibe con más claridad en ciertos mercados internacionales, donde la cultura sostenible está más arraigada y los usuarios finales están más sensibilizados con el medio ambiente. En esos contextos, contar con un certificado BREEAM puede marcar la diferencia, tanto a nivel comercial como reputacional.

En el caso de España, el interés está creciendo, aunque aún queda camino por recorrer en términos de conciencia social y exigencia ciudadana. En muchos casos, las promotoras responden más a motivaciones comerciales que a un compromiso medioambiental genuino. Aun así, creemos que este tipo de herramientas pueden actuar como catalizadores del cambio, acercando a clientes, promotores y usuarios a un modelo de desarrollo más consciente y responsable.

En definitiva, las certificaciones no son el fin, sino un medio. Lo verdaderamente importante es que, detrás de cada sello, haya un proyecto que respete su entorno, optimice los recursos y mejore la vida de las personas. Y esa es la arquitectura que en HCP aspiramos a construir: una arquitectura con principios, que sume desde lo técnico, lo humano y lo ambiental.

Contáis con casi 40 años de trayectoria profesional, ¿cómo ha evolucionado la arquitectura sostenible desde vuestros inicios?

A lo largo de nuestras casi cuatro décadas de trayectoria, hemos sido testigos y protagonistas de una transformación profunda en la forma de concebir y proyectar la arquitectura sostenible. Lo que antes era una opción diferenciadora, hoy es un compromiso imprescindible. La normativa ha avanzado, los promotores exigen soluciones más responsables y los usuarios valoran, cada vez más, el impacto ambiental, económico y social de los espacios que habitan.

En HCP, entendemos que la sostenibilidad no empieza en la fase de certificación, sino en el momento en que se concibe la idea del proyecto. Por eso, vamos más allá del cumplimiento normativo. Actualmente, desarrollamos muchos proyectos que han obtenido certificaciones internacionales como BREEAM o LEED, en colaboración estrecha con nuestros clientes, anticipándonos a las exigencias del presente y del futuro.

Pero nuestra visión va más allá del componente ambiental. Para nosotros, la sostenibilidad también es económica y social. Un ejemplo tangible es el proyecto de urbanización de las torres de Repsol, en Málaga. Aprovechando la climatología de la ciudad, diseñamos un sistema de recogida de aguas pluviales para el riego de un parque de 70.000 m², minimizando el uso de recursos públicos y aportando valor urbano y ecológico a gran escala.

Además, abrazamos el concepto de la ciudad de los 15 minutos como una guía clave para repensar nuestros entornos. Apostamos por la integración de usos, la flexibilidad urbanística y la mezcla de funciones residencial, comercial o recreativa para construir comunidades más cohesionadas, activas y resilientes. Este enfoque potencia la economía local, fomenta la interacción social y contribuye a reducir la huella de carbono al disminuir los desplazamientos diarios.

La recuperación del patrimonio construido, la generación de nuevos espacios verdes, la peatonalización de centros históricos y la creación de polos de atracción urbana son parte de nuestra manera de entender la sostenibilidad.

Por supuesto, estos avances requieren planificación rigurosa y visión a largo plazo. La sostenibilidad, para ser auténtica, debe equilibrar progreso y preservación, funcionalidad y cultura local. Y esa es la arquitectura que en HCP aspiramos a seguir construyendo: una arquitectura que transforma.

¿Qué proyecto o proyectos destacaríais especialmente? ¿Por qué?

Uno de ellos es, sin duda, la nueva sede del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea en Sevilla, que desarrollamos junto al estudio danés BIG. Se trata de una infraestructura que reunirá a más de 400 investigadores de toda Europa y que aspira a convertirse en un referente continental en sostenibilidad, innovación y eficiencia. Un proyecto que nos enorgullece por su ambición científica, su vocación global y su conexión con el paisaje y la cultura local.

En el ámbito residencial, destacamos el desarrollo de 180 viviendas en Gavá (Barcelona) para Kronos, en colaboración con UNStudio. Un proyecto que combina diseño internacional, sensibilidad mediterránea y una visión contemporánea del habitar, apostando por espacios saludables, eficientes y conectados con su entorno.

Otro ejemplo de nuestro compromiso con la ciudad y la inclusión es el desarrollo de casi 1.000 viviendas protegidas en Madrid y Andalucía. Aportar soluciones arquitectónicas de calidad al acceso a la vivienda es, para nosotros, una forma directa de contribuir al bienestar colectivo.

Por último, destacamos el campus universitario UAX Marenostrum, cuyas obras comenzaron en febrero de 2025. Con más de 30.000 m², este conjunto de edificios interconectados articula una experiencia urbana coherente, integrando el entorno mediante pavimentos permeables, vegetación autóctona, sombras inteligentes y cubiertas solares. Un modelo de campus que nace del paisaje y dialoga con la ciudad, pensado para fomentar el aprendizaje, la comunidad y la sostenibilidad. Estos proyectos reflejan nuestra capacidad de trabajar en múltiples escalas y tipologías, siempre guiados por un mismo objetivo: mejorar la vida de las personas a través de un diseño riguroso, colaborativo y con impacto real.

La sede del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea en Sevilla.

¿Cuáles creéis que son los retos actuales a los que nos enfrentamos en el sector?

El sector de la arquitectura y la construcción está atravesando un momento de transformación profunda, marcado por desafíos que van desde la sostenibilidad ambiental hasta la viabilidad económica de los proyectos.

Uno de los retos más ambiciosos y urgentes es la reducción de la huella de carbono en todo el ciclo de vida de los edificios. A partir de 2030, la normativa europea exigirá que todas las nuevas construcciones sean de carbono neto cero, lo que implica repensar desde los materiales que utilizamos hasta los procesos de diseño, ejecución y mantenimiento. Es un cambio estructural que no solo requiere innovación técnica, sino también compromiso colectivo.

Pero más allá del objetivo ecológico, los retos económicos son, hoy por hoy, los más inmediatos. La inflación de costes, las dificultades en la cadena de suministro y la necesidad de mantener la viabilidad de los proyectos sin comprometer la calidad exigen una gestión rigurosa, flexible y estratégica.

A esto se suma la creciente sobrerregulación urbanística y técnica, que en ocasiones ralentiza los procesos y resta agilidad a un sector que necesita ser más dinámico para responder a los nuevos tiempos.

En HCP enfrentamos estos desafíos con una visión clara: apostar por la innovación, adaptarnos a los marcos normativos con soluciones creativas y eficientes, y mantener siempre el equilibrio entre sostenibilidad, calidad y viabilidad. Para nosotros, cada reto es también una oportunidad para evolucionar como sector. Y hoy, más que nunca, creemos en una arquitectura que se construye desde el conocimiento compartido, el compromiso con el entorno y una voluntad real de mejorar nuestras ciudades.

Gracias al equipo de HCP Arquitectos por dedicarnos su tiempo y permitirnos conocer su trabajo.

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