La humanización llega a las ciudades
Los núcleos urbanos siempre han estado en un proceso de transformación continua. Pero la revolución verde ante el cambio climático se está convirtiendo en una constante en todas las ciudades europeas. Para un futuro sostenible es vital que todos los órganos de gobierno colaboren con los ciudadanos para darles una vida mejor. Los fondos de la Unión Europea para el Green New Deal serán la punta de lanza económica para resolver una deuda histórica de las ciudades, la gestión a través de la economía circular.
Tendencia a nivel europeo
La aportación de la huella de carbono que actualmente tiene Europa es inadmisible si el objetivo es llegar a ser climáticamente neutros en 2030. La Comisión Europea elegirá en marzo un centenar de urbes que apostarán por la descarbonización con su apoyo y financiación. Esta iniciativa se plantea en el seno de las cinco misiones para orientar el Programa de Investigación e Innovación de la UE para 2021-2027 Horizonte Europa. Las grandes capitales del viejo continente optan a entrar en esta lista, en España la candidata con más posibilidades es Valencia, y así beneficiarse de la ayuda. Todas aquellas ciudades que sean seleccionadas recibirán asesoramiento legal, financiero y urbanístico por grandes expertos que colaborarán en la implantación del plan. El asesoramiento europeo será compatible con otras partidas como el Fondo de Resiliencia o los Next Generation, incrementando así exponencialmente el potencial de mejora verde de las urbes.
La estela que marcaron los eco barrios en algunas de las localidades de nuestro país ha surtido efecto y otras poblaciones continúan con su ejemplo. El objetivo es que con el paso del tiempo más ciudades obtengan el sobresaliente en sostenibilidad reduciendo sus emisiones contaminantes.
Medidas a implantar
El Acuerdo Climático de Paris fue muy ambicioso adquiriendo objetivos respecto a todos los ámbitos de la ciudadanía. La recuperación de espacios para las personas estableciendo áreas de prioridad peatonal (plazas, calles, aceras y cruces) es una de las tendencias.
Algunos de los ámbitos más transformados serán los que atañen a materias como la movilidad, el turismo o la energía. En cuanto a las comunicaciones dentro de la ciudad, la electrificación del transporte público y creación de zonas de bajas emisiones serán las claves de la movilidad. Sobre los visitantes que llegan a las diferentes localidades las iniciativas se enfocarán en monitorear y certificar las emisiones producidas. De esta forma se analiza todo el turismo urbano en el ciclo de la actividad y se podrá conseguir una huella de carbono neutra. Para que los barrios sean independientes a nivel energético es vital la orientación de las diferentes legislaciones más allá de las zonas verdes. La potencialización de formas de abastecerse sostenibles apoyará la instalación de fuentes de energía renovables como paneles solares, mini molinos eólicos etc.
Reordenación urbana
Para que todos los programas de humanización puedan llevarse a cabo debe repensarse el concepto urbanístico de las metrópolis. En la actualidad la mayoría de edificaciones están orientadas al automóvil, esta situación debe virar y poner en el foco a la gente. Las nuevas construcciones deben ser sostenibles y tener como protagonistas a la ciudadanía, parques, aceras, edificios… La arquitectura del futuro pasará por una comunicación verde y limpia, dejando a los coches fuera de los núcleos urbanos potenciando el transporte público.
Muchos ayuntamientos ya apuestan por un plan urbanístico basado en la economía circular, donde los residuos y gases contaminantes pierdan peso en contraposición a las zonas verdes y abiertas libres de humos. Es una misión de todos continuar dando los pasos hacia la revolución, rehabilitación y revitalización ecológica de nuestras ciudades. En la futura Europa neutra de 2030 los paseos superarán a las carreteras y las fuentes a los semáforos, así las urbes serán un poco más humanas.