Incubación empresarial generando cero emisiones
El edificio sobre el que hoy tratamos lleva por nombre Cero Emisiones a la Atmósfera, por lo que ya define con claridad su condición de sostenible. Se trata de una construcción aragonesa, concretamente ubicada en Zaragoza, levantada por el ayuntamiento de la ciudad como vivero empresarial para pymes y startups. El planteamiento del edificio se basa en que toda la actividad que se lleve a cabo en su interior se fundamente en el desarrollo sostenible. Por esa razón, el edificio debía ser el mejor espejo de lo que ocurría en su interior: un inmueble neutro y eficiente energéticamente con la última tecnología en sostenibilidad.
El edificio
El Centro de Incubación Empresarial Milla Digital (CIEM) de Zaragoza es un vivero de compañías gestionado por el Init Group, una empresa cuyo objetivo principal es la promoción y colaboración de startups especializadas en la generación y fomento de actividades relacionadas con los Objetivos de Desarrollo sostenible de la ONU.
El vivero empresarial Cero Emisiones se ha financiado a través del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad (FEESL) del Gobierno de España, mientras que el proyecto corrió a cargo del Ayuntamiento de Zaragoza. El diseño parte de parámetros bioclimáticos para que la construcción sea energéticamente neutra y recicle las aguas grises.
La obra, erigida en 5 plantas, consta de una superficie de 2.100 m2 totales construidos sobre cubierta. Su forma cúbica está cubierta por una fachada interior y otra exterior, creando una cámara de aire que actúa como un colchón o barrera térmica. La optimización no solo es energética: el diseño del CIEM “aspira a ser autosuficiente económicamente a medio plazo con objeto de cubrir sus gastos operativos mediante sus propios ingresos”, explican fuentes del centro.
Proceso bioclimático
El 100% de la energía demandada es producida mediante fuentes renovables, por lo que las emisiones netas a la atmósfera son cero. Para poder llegar a ese punto de neutralidad, previamente a su construcción y siguiendo los preceptos bioclimáticos, se procedió a realizar simulaciones energéticas con la más alta tecnología.
Para la optimización total se analizó la demanda inicial del edificio entre calefacción, iluminación y climatización. Una vez establecidos los suministros necesarios, se plantearon diferentes combinaciones de energías renovables que pudieran colmar esa demanda. Se llegó a la conclusión de que la mejor alternativa fuera una conjunción de placas solares, producción eólica y biodiesel.
Cero emisiones
Tras las comprobaciones y simulaciones, el proyecto decidió abarcar su diseño sostenible desde varias estrategias:
- Iluminación. La geometría y orientación del edificio favorece la iluminación natural, incluso en el sótano destinado al aparcamiento. Se optó por el uso de lámparas de alta eficiencia y leds en alumbrados permanentes, así como un encendido de luz automático con presencia en cada luminaria y la regulación de la intensidad de luz para según la entrada de luz natural.
- Producción energética. Como hemos visto anteriormente, la cubierta tiene instalados varios paneles fotovoltaicos. También se han construido tres aerogeneradores de energía eólica y, por último, una caldera de biodiesel de apoyo a la calefacción.
- La climatización se realiza a través de diferentes sistemas y con una planificación específica para los meses de calor y frio, como vemos en la siguiente imagen:
- Existe un sistema geotérmico que aporta aire frío o caliente aprovechando el diferencial del subsuelo. Se atempera en los pozos canadienses para utilizar la geotermia aire-suelo.
- El agua llega directamente desde el río Ebro a una temperatura constante de entre 14 y 17 grados y se introduce en los ciclos de climatización. Se atempera por el intercambio del calor con agua del nivel freático; es decir, se usa un sistema de geotermia agua-agua.
- En verano, se pulveriza agua del retorno del sistema geotérmico para lograr un enfriamiento adiabático del aire.
- Para aprovechar al máximo la generación de energía del edificio, también se utilizan recuperadores entálpicos: el aire, previo a su expulsión del edificio, se recoge por el falso techo y se reutiliza su energía residual.
La incubadora empresarial CIEM consume un 52% menos de energía gracias al estudio previo y su construcción, además, cubre todas sus necesidades gracias a energías renovables como el biodiesel, la eólica y la fotovoltaica. Una construcción con cero emisiones netas que propugna la descarbonización de acuerdo con la política climática de la UE.