¿Sabes cómo lograr una casa pasiva?

Publicado el 27 octubre 2017

Reducir las necesidades energéticas de calefacción y refrigeración para alcanzar un importante ahorro energético. Ese es el principio de las casas pasivas. Y, por eso, no nos cansamos de ahondar en este interesante tema, objeto de análisis en nuestro blog. Y es que, las casas pasivas son una de las prácticas más comunes de arquitectura sostenible.

En esta ocasión, queremos compartir un artículo interesante sobre casas pasivas y passivhaus que acaba de publicar nuestro amigo Nacho Redruello, de Arquitectura Invisible, al que hemos tenido oportunidad de entrevistar recientemente.

En este artículo, la definen como casa “pasiva” porque se acondiciona pasivamente, es decir, simplemente aprovechando su entorno. ¿Y cómo se logra esto? Sacando el máximo partido de la orientación, el sol, la vegetación, la lluvia, los vientos dominantes, etc.

En muchas ocasiones, esto no es posible, debido a factores externos, como el clima. ¿Su propuesta? Combinar los sistemas activos y pasivos, estableciendo una adecuada relación con el medio, pero también empleando sistemas activos, que consumen poca energía, y renovable. De esta manera, se logra un confort en el hogar, respetando el medio ambiente.

Passivhaus

En este sentido, es fundamental hablar del estándar Passivhaus, que también abordamos con anterioridad en nuestro blog. Para certificar un proyecto como Passivhaus, lo verdaderamente importante está en la optimización de los recursos existentes a través de técnicas pasivas.

Tal y como afirman nuestros colegas de Arquitectura Invisible, “este estándar no se centra en utilizar sistemas de alta eficiencia energética para reducir dicho consumo, sino en aplicar conceptos de arquitectura bioclimática y optimización de los recursos, empleando técnicas activas y pasivas  para conseguir tener una demanda energética muy pequeña, siendo su consumo consecutivamente menor que el de una vivienda convencional”.

Por eso, hacen hincapié en la diferencia entre casas pasivas y Passivhaus. En definitiva, la primera no utiliza sistemas activos, ya que sólo aprovecha los recursos del entorno, y la segunda hace una combinación de ambos.

La elección entre ambas opciones va a depender de varios factores. Por ejemplo, del lugar y del clima, ya que puede que no sea necesario alcanzar dicho estándar para lograr un alto nivel de confort con un bajo consumo energético. Aquí entra en juego el equilibrio entre demanda, generación, consumo e inversión.

Sin más, os invitamos a leer en profundidad el artículo del blog de Arquitectura Invisible, ¿Casa pasiva o Passivhaus? para que reflexionéis sobre este interesante tema.

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