Piedra natural: una apuesta segura por la sostenibilidad
La semana pasada tuve el placer de conversar con Marisa Carrio acerca de la piedra natural y su papel en la edificación y construcción sostenible. Esa charla me hizo reflexionar sobre este material, que de por sí me apasiona. Por ello, me gustaría profundizar un poco más en esta materia, que ya traté con anterioridad. A lo largo de este escrito quiero hablar acerca de las diferentes características que hacen de este material uno de los más sostenibles y ecológicos del mercado.
Me gustaría comenzar recordando las principales características que hacen sostenible a este material para, a continuación, ir desmenuzando el por qué de recomendar la piedra natural para obras arquitectónicas verdes. Podríamos resumirlas en cinco puntos:
- Su durabilidad: el material constructivo con mayor vida útil sin lugar a dudas. Esta característica está más que demostrada en construcciones históricas que todos tenemos en mente: acueductos, murallas, catedrales… Este material tiene una gran resistencia y dureza, que hace que apenas necesite mantenimiento.
- Es reutilizable: precisamente por su durabilidad, la piedra empleada en construcciones ya obsoletas se re-aprovecha para nuevas obras.
- Necesita un bajo mantenimiento: gracias a su larga vida útil y a su dureza, este material apenas necesita mantenimiento.
- Es reciclable: sus principales aplicaciones pasan por la fabricación de gravas y por su contribución en productos prefabricados.
- Prestaciones térmicas: tiene muy buena inercia térmica; retiene el calor y lo libera progresivamente. Gracias a esta característica, ayuda a alcanzar un confort térmico en ambientes interiores.
Ahora bien, estas cinco características conviene analizarlas dentro de un contexto. Por eso me planteo hacer un pequeño checklist de aquellos requisitos necesarios para considerar a un material sostenible. ¿Pasará la piedra natural esta prueba?
1. Uno de los principales requerimientos que debe cumplir es la conocida, y mencionada, «regla de las tres Rs«: re-utilización, reciclaje y reducción. Tomando estas premisas, podemos fijarnos en sus características para decir que la piedra natural cumple las tres. Es re-utilizable; basta con observar el nuevo uso que se le dan a los adoquines colocados en la pavimentación de las calles. También es reciclable, si atendemos a su proceso de elaboración. La piedra genera residuos como los lodos, compuestos por las aguas de refrigeración de las máquinas como los telares, pero cuya composición es exactamente la misma que la de la piedra. Esta característica hace que estos residuos carezcan de elementos tóxicos, pudiéndoles dar un uso industrial. Por último, gracias a su gran durabilidad, la piedra natural conlleva una reducción de uso de materiales a lo largo de los años, aportando a las obras una gran longevidad.
2. Otro de los aspectos clave es la capacidad de regenerar el material. En este caso, la piedra puede agotarse pero, con una correcta administración, puede durar indefinidamente. Actualmente el consumo de piedra con respecto a las reservas naturales de la misma es muy bajo. Además, su gran vida útil permite el re aprovechamiento del material.
3. La huella ecológica es otro de los criterios a tener en cuenta a la hora de elegir un material. En este sentido, la piedra no contamina al no requerir ningún tipo de producto químico en el proceso de producción. El consumo de agua y energía es mínimo -no necesita hornos ni tanques de enfriamiento- comparado a otros materiales sustitutivos. La mayor parte de las veces en el proceso de producción el agua se reutiliza mediante ciclo cerrado, y, en el caso del gasto energético, el total de la producción es muy bajo comparado a otros materiales de construcción, más todavía si lo relacionamos proporcionalmente con su vida útil, que casi aproxima el gasto a 0 por su gran durabilidad.
4. Por último, debemos fijarnos si el material es eficiente energéticamente. Precisamente, gracias a la mencionada inercia térmica, favorece el confort térmico y el ahorro energético, manteniendo temperaturas constantes en el interior del hogar. Este confort térmico se puede ver aumentado exponencialmente si instalamos la piedra en una fachada ventilada. Este sistema elimina los puentes térmicos gracias a la continuidad del aislamiento. Es la mejor forma de ahorrar en el consumo energético de calefacción y aire acondicionado. Además, se reduce de forma directa las emisiones de CO2.
¡Podemos decir pues que la piedra natural pasa con nota este pequeño examen sostenible! Además, no se me puede olvidar destacar otras características, fuera de la sostenibilidad, que hacen que me encante este material. Es muy versátil, se ajusta a las necesidades de cualquier proyecto arquitectónico, tradicional o contemporáneo. No hay una piedra igual: cada una tiene una belleza diferente, que hace que cada proyecto sea único y exclusivo. Por último, y en cuestiones económicas, la piedra aporta un gran valor añadido a las viviendas y, además, es menos cara que muchos productos de revestimiento.
Declaraciones ambientales de la Piedra Natural
Acabando esta reflexión, quiero compartir una información que refuerza lo que os he estado contando en este escrito. Desde 2014, toda piedra natural cuenta con una declaración ambiental de producto que acredita su carácter sostenible como material constructivo. Las DAPc® (Declaraciones Ambientales de Producto) son un sistema de ecoetiquetado de EPD (Environmental Product Declaration) del sector de la construcción, pionero en España. Se rige por directrices europeas y lo regulan las normas ISO 14025 y 15804. Este sistema ofrece información sobre el impacto ambiental de un producto a lo largo de su ciclo de vida. Es, en general, una herramienta muy útil para usuarios, técnicos y fabricantes, además de ayudar a concienciar acerca del impacto ambiental en el sector.
Además, dentro de la piedra natural, la pizarra y el granito possen acreditaciones particulares. En el caso del granito, cuenta con hasta cuatro declaraciones ambientales, en concreto para para su instalación en pavimentos exteriores, pavimentos interiores, aplacados de fachada y fachada ventilada. Un dato nada desdeñable que demuestra lo medioambientalmente respetuoso que es este material.
Estas declaraciones permiten al granito sumar puntos en los sistemas de certificación LEED dentro de las categorías de materiales, lo que estoy segura ayudará a potenciar el empleo de este material.
Interesante post que demuestra como la Piedra Natural además de ser un materia bello, es la mejor elección para cualquier uso que se le pueda dar. Se tiene erróneamente el concepto de que puede ser muy caro, pero la gran variabilidad de mármoles y piedras que existen lo hacen accesible a cualquier bolsillo y su ventajas frente a otros materiales sustitutivos están más que acreditadas.