Una casa bioclimática en el “instagrameable” pueblo de Morlaix, en la Bretaña Francesa
En el distrito de “Finisterre” de la Bretaña Francesa se encuentra Morlaix, un pueblo cercano al mar que destaca, sobre todo, por su famoso viaducto salvando la hondura del valle. Las casas suelen ser de entramados de madera, lo que hace de Morlaix un paisaje admirable y un pueblo “muy instagramer”. Pero también, desafortunadamente, hay casas que se encuentran en constante amenaza de inundaciones repentinas. Ese era el caso de este proyecto de casa bioclimática.
Ubicada en un área de arquitectura y cultura rejuvenecidas, esta vivienda está compuesta por antiguos establos del siglo XIX pero, a su vez, la percha es indiscutiblemente del siglo XX. Se trata de una renovación íntegra de una casa, realizada en 2019, pero respetando su historia y su entorno.
El edificio no está certificado por Passivhaus Trust, pero cumple con sus requisitos de confort y bajo consumo energético.
Confort y bajo consumo de energía
Esta casa bioclimática cumple con los requisitos de confort y bajo consumo de energía. Para su rehabilitación se han utilizado materiales locales, aunque la conservación del antiguo techo de amianto estaba completamente descartada. Para allanar el camino para el nuevo techo de pizarra natural, se coloca el aislamiento de celulosa debajo de las lamas del techo.
Materiales sencillos y trabajo en equipo
La combinación de estos dos conceptos es lo que ha hecho que el proyecto haya sido todo un éxito. La carpintería se ha conservado a la vista y para el techo, las pizarras se colocaron en forma de diamante. Según el arquitecto, Jérôme Guéneau, el lujo de este edificio no se basa en el tipo de materiales, sino en la ejecución impecable por parte de las empresas involucradas. Todos los que han trabajado en esta renovación han trabajado mano a mano.
El tejado
Este proyecto arquitectónico se presentó a la Asociación francesa de arquitectos de la construcción y los servicios municipales, quienes recomendaron un nuevo techo de pizarra natural con el patrón tradicional en forma de diamante.
Para ello, se ha optado por una cubierta de Cupa Pizarras. Esta pizarra, no carbonatada formada por compresión tectónica, confiere a todo el proyecto una identidad propia que, además, permite una mayor eficiencia y una reducción de consumo energético debido a su propiedad aislante térmica.
Para allanar el camino para el nuevo techo de pizarra natural, se colocó previamente el aislamiento de celulosa debajo de las lamas del techo. Y, para preservar la simplicidad del diseño y la forma, no se incorporaron ventanas ni lucernarios. Está solo adornado con tejas de vidrieras, colocadas con criterio según la trayectoria del sol: primero escasamente dispersas y después más numerosas. Esta casa en el peculiar pueblo francés de Morlaix es un claro ejemplo de arquitectura bioclimática: forma parte del paisaje de casas históricas y, por supuesto, se adapta a las condiciones climáticas, incorporando sistemas para su optimización y para reducir, de hecho, la huella ambiental.