Una casa bioclimática y Passivhaus en Asturias con una envolvente de pizarra natural

Publicado el 18 mayo 2021

Ese viento del norte. El mar cantábrico. Paisajes verdes y azules. Las montañas. ¿Sabéis a qué lugar nos referimos? Asturias alberga auténticas maravillas. Y, precisamente, en el occidente asturiano, concretamente en Villademoros (Valdés), se encuentra una vivienda bioclimática y Passivhaus que aprovecha las condiciones climatológicas de su entorno sin renunciar, por supuesto, a la belleza de un paisaje tan virgen y puro como este.

Como ya sabemos, una Casa Pasiva o ‘Passivhaus’ es una edificación eficiente que busca reducir el consumo energético. Mediante una serie de estrategias de arquitectura globales, este tipo de viviendas pueden llegar a reducir hasta un 90% su consumo energético con respecto a una casa normal. Los principios básicos para lograrlo suelen depender del aislamiento térmico, evitar puentes térmicos, el tipo de puertas y ventanas y la hermeticidad.

Una vivienda a partir de materiales naturales

Hoy en día son cada vez más los ejemplos de viviendas consumo casi nulo. Por ejemplo, esta vivienda diseñada por el estudio de arquitectura Duque y Zamora ha sido, desde el principio, concebida para ser una casa pasiva. El objetivo principal, tanto para los arquitectos como para los dueños de la vivienda, era conseguir que se combinara un confort interior con un consumo energético casi nulo, tomando como referencia los criterios de diseño y construcción del Estándar Passivhaus.

Esta combinación de confort interior con un consumo de energía muy escaso se ha conseguido gracias a, entre otros aspectos, la envolvente del edificio, fundamental también para conseguir esta certificación de referencia mundial.

Además, se utilizaron materiales naturales y sostenibles como la pizarra o la madera, consiguiendo cumplir así con todos los estándares de la certificación Passivhaus.

¿El resultado? así una vivienda bioclimática que no solo se adapta al viento y la humedad de la zona costera en la que se ubica, sino que les saca el mayor rendimiento posible para reducir el consumo energético.

El clima, un aliado importante

Para el diseño bioclimático de esta vivienda ubicada en la costa del occidente asturiano, había tres elementos importantes:

  • La luz solar. Para conseguir el Estándar Passivhaus, es necesario utilizar energía natural como la radiación solar.
  • El viento. Influye en pérdidas energéticas de la vivienda ya que enfría sus cerramientos.
  • Las vistas hacia el mar. Favorecían la pérdida de eficiencia energética, pero, para los propietarios, era totalmente esencial.

Así, se elaboró previamente un análisis de las condiciones climáticas para conseguir un buen engranaje entre todos estos elementos. Para cualquier edificio eficiente, una premisa básica es un buen estudio del clima, de la orientación y de la posibilidad de captar radiación solar en invierno. Pero, dadas las circunstancias de la zona y de las exigencias de los propietarios, en este proyecto era todavía más necesario.

Pizarra natural para combatir el viento dominante

Una vez determinadas las condiciones climáticas, para su envolvente se optó por una fachada cubierta de pizarra natural de Cupa Pizarras. De esta forma, se protege de los vientos dominantes y se evita que incidan directamente sobre la vivienda. En total se instalaron 148,65m2 de pizarra natural CUPA 17 en formato 40×25 cm y 6 mm de espesor para la fachada y 139,71m2 del mismo material en formato 56×25 y espesor de 6 mm para la cubierta. Toda la pizarra ha sido instalada con fijación de puntas de acero inoxidable clavadas a doble enrastrelado.

La elección de la pizarra viene por diferentes motivos. Al tratarse de un material natural aporta muchas ventajas a la hora de diseñar una casa sostenible y su resistencia y durabilidad es mucho mayor con respeto a otros materiales.  Además, si hablamos puramente del diseño, suele dar un toque muy elegante y contemporáneo que encaja con la madera perfectamente.

Es decir, una combinación llevada a cabo por los arquitectos mediante dos materiales sostenibles para luchar contra el efecto del viento y conseguir una vivienda bioclimática, pasiva, elegante y con vistas al mar. Sin duda, esta casa refleja a la perfección la esencia de Asturias.

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