El aluminio reciclado para una construcción sostenible
Según la Asociación Española del Aluminio, AEA, el aluminio constituye el 8% de la corteza terrestre, lo que le convierte en el elemento metálico más abundante de nuestro planeta. Se encuentra en varias formas químicas (hidróxidos y óxidos) que a su vez se hallan mezclados con óxidos de otros metales y con sílice. A esta mezcla se le conoce como bauxita.
Método industrial
El desarrollo de un método industrial de producción del aluminio para su utilización en el sector de la construcción es bastante nuevo, de poco más de 100 años, ya que sus primeros usos, a finales del siglo XIX, se limitaban a utensilios de cocina.
Por desgracia, el método industrial para procesar la bauxita y obtener el aluminio, requiere de grandes cantidades de agua y energía (especialmente eléctrica), lo que genera una elevadísima contaminación medioambiental. Es por ello por lo que no encontraréis, hasta la fecha, en nuestro blog una mención de este producto como material sostenible.
Reciclaje del aluminio fabricado
No obstante, ha sido muy revelador el habernos encontrado con una publicación de la Asociación Española del Aluminio (AEA) que mencionaba el hecho de que el 75% de todo el aluminio que se ha fabricado desde sus orígenes se encuentra actualmente en uso.
Lo más alentador es que si este porcentaje lo traspasamos al sector de la construcción, en la actualidad más del 95% del aluminio utilizado en carpinterías, vallas, escaleras, perfiles, etc, se recicla.
La buena noticia es que, además, para el proceso de reciclado del aluminio sólo se precisa el 5% de la energía necesaria para su producción primaria. Lo que convierte este material en un material que ya podemos calificar como sostenible. La mala noticia es que los consumidores, cuando vamos a elegir nuestra carpintería, no disponemos de información sobre si el aluminio con el que está fabricada es reciclado o es primario, como se denomina al original extraído de la bauxita.
Aunque por el momento la demanda de aluminio en el sector de la construcción no puede ser satisfecha con aluminio reciclado, si tenemos en cuenta que en España un 55% de los edificios tiene más de 40 años y, como consecuencia, el mercado de rehabilitación está en aumento, podemos pensar que en los próximos años la oferta con este tipo de aluminio crecerá considerablemente.
Propiedades del aluminio primario
Además, el aluminio se puede reciclar al 100% un número ilimitado de veces conservando absolutamente todas las propiedades del primario que, aunque son bien conocidas por todos, conviene citarlas:
- Resistencia a la corrosión, lo que le convierte en un material idóneo en ambientes agresivos como las zonas costeras y marítimas o con elevada contaminación.
- Muy ligero. Lo que, además de facilitar su utilización, hace reducir los costes de trasporte y por tanto de las emisiones de CO2.
- Gran resistencia al fuego sin que, sometido a elevadas temperaturas, emita ningún tipo de gases tóxicos, como sí ocurre, por ejemplo, con el PVC.
- Bajo mantenimiento, ya que sus propiedades se mantienen inalterables a través del tiempo.
- No libera, durante todo su ciclo de vida, ningún tipo de emisiones tóxicas, lo que lo convierte en un material idóneo para la salud humana.
- Tiene una gran fortaleza, al tiempo que maleabilidad, lo que le confiere características muy apreciadas en la construcción.
Con todas estas ventajas y las añadidas derivadas del ciclo de vida circular del aluminio reciclado, a partir de hoy lo incluimos, en nuestra sección de materiales sostenibles.
Es una pena que ni la administración ni la industria hayan establecido ninguna normativa al respecto que nos hiciera, a través de algún distintivo, conocer si estábamos comprando aluminio primario o reciclado, ya que si la demanda de este último creciera, no sólo preservaríamos los recursos naturales y reduciríamos muy considerablemente la contaminación del aire, el agua y los suelos, sino que, además, alentaríamos a la industria para incrementar los procesos de reciclado del aluminio hasta el 100% del existente.
Además, en estos tiempos en los que la energía eléctrica (imprescindible a gran potencia en la producción del aluminio) está alcanzando costes elevadísimos, la sustitución del aluminio primario por el reciclado debería trasladarse a un precio más económico de los productos fabricados con él.