Carabanchel 34, viviendas sociales construidas bajo criterios sostenibles e innovadores
El madrileño distrito de Carabanchel contará con 25 nuevas viviendas sociales construidas bajo unos estándares de vanguardia, que supondrán un ahorro energético y un mayor confort para sus habitantes. Se trata de la fase II de Carabanchel 34, un conjunto de 25 pisos de protección oficial, construidas bajo los criterios del certificado Passivhaus. Es la primera promoción de viviendas del Ayuntamiento de Madrid con consumo energético casi nulo, ideadas de modo que no se produzcan pérdidas de frío o calor.
Propiedad de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid (EMVS), el conjunto edificatorio Carabanchel 34 está formado por 50 viviendas sociales destinadas al alquiler. Desarrollado en dos fases, la II Fase es la más innovadora en cuanto a sostenibilidad y eficiencia energética. Detrás de su diseño está el estudio de arquitectura Ruiz-Larrea & Asociados, a cuyo fundador hemos entrevistado en nuestro blog.
¿Cómo son estas viviendas?
Las construcciones que obtienen el certificado Passivhaus deben cumplir una serie de estándares para asegurar que el consumo energético sea prácticamente 0. En el caso de estas viviendas, los muros son más gruesos y las ventanas tienen triple acristalamiento, lo que favorece el aislamiento térmico. Además, están orientadas hacia el sur para un mayor aprovechamiento de la luz solar.
Y es que esta segunda promoción de viviendas del proyecto del barrio de Carabanchel, Carabanchel 34, también conocida como MANUBUILD, sigue la línea de la primera fase. Se trata de potenciar al máximo la “habitabilidad bioclimática”, de tal forma que se consigue aprovechar de forma eficiente el soleamiento de las viviendas durante la mayor parte del día, teniendo siempre presente el ahorro y la eficiencia energética.
Por otra parte, estas viviendas cuentan con bombas de ventilación que permiten renovar el aire y mantener la temperatura del interior estable.
Todas estas características permiten que el conjunto de viviendas sociales de Carabanchel cuente con las ventajas de ahorro energético, menor contaminación y mejor calidad de vida para los inquilinos.
Una propuesta sostenible e innovadora
Las 25 viviendas del edificio se organizan en un núcleo de comunicación vertical que da acceso a un corredor de distribución. De esta forma, se favorece la ventilación cruzada. La fachada se compone de un aislamiento térmico de lana de roca y carpinterías de altas prestaciones. Además, cuenta con sistemas mecánicos de ventilación controlada con recuperadores de calor, lo que permite que la temperatura de las viviendas se mantenga siempre estable y con una óptima calidad del aire, con un gasto energético eficiente.
Los sistemas son centralizados: cuenta con bombas de calor de alta eficiencia para la producción de agua caliente sanitaria que alcanzan rendimientos del 400%, y ventilación con recuperación de calor, adecuándose a las necesidades energéticas de las viviendas y reduciendo los costes de mantenimiento.
Para optimizar el funcionamiento de las instalaciones, se integran sistemas de control, ajustando la generación de energía a la demanda, y sistemas de monitorización interior para comprobar que las condiciones de temperatura y humedad sean las óptimas.
La evolución de la construcción de viviendas sociales
En las últimas décadas se han construido miles y miles de edificios de protección oficial por la necesidad de familias sin recursos de tener una vivienda. Es por ello que se han llevado a cabo proyectos a velocidades de vértigo para dar respuesta a esa necesidad.
Hasta ahora, estos edificios no contaban con características que fuesen respetuosas con el entorno o que mejorasen la calidad de vida de sus habitantes, si no que fueron hechos con materiales asequibles, pero no biorespetuosos. Además, no se adecuaban a los estándares de habitabilidad bioclimática basada en el ahorro energético y la eficiencia.
Con la implantación en Europa y Estados Unidos de estándares como LEED Certificate o Passivhaus, también las viviendas sociales han dado el salto a la eficiencia y sostenibilidad, dejando atrás las construcciones poco respetuosas con el medio.