El coco como aislante termoacústico natural
Los materiales son una parte fundamental de la edificación sostenible; probablemente, la base de todo. La tecnología ha avanzado mucho y ha permitido grandes progresos en el ámbito de la eficiencia energética, la domótica, así como la creación de nuevos materiales sostenibles para la construcción. Pero lo natural siempre es garantía de sostenibilidad: por eso, hoy disertaremos sobre el coco y las potencialidades que tienen sus fibras en la edificación ecofriendly.
Desperdicios y potencialidades del coco
La ingente cantidad de residuos que la actividad humana genera cada año es uno de los mayores problemas para la supervivencia del planeta y la peor parte radica en que, la gran mayoría de esos residuos, podrían ser reutilizables. Así, se les daría una segunda y tercera vida, incorporándolos a un sistema económico e industrial donde primase la circularidad.
Las cáscaras de coco, de forma natural, tardan 10 años en descomponerse y seguir su ciclo vital. En la actualidad, se generan aproximadamente 3 millones de toneladas de residuos de cáscara de coco al año, de las cuáles solo se aprovecha el 15%. Aquellas que no se reutilizan o reciclan, normalmente se incineran, originando mayor contaminación y, por tanto, incidiendo en el efecto invernadero.
Lo que indica esa gran cantidad de desechos desperdiciados es que hay un enorme margen para incrementar la ciclabilidad del coco. En el ámbito de la construcción, las fibras de las cáscaras tienen diferentes utilidades y formatos, pero, sobre todo, destacan sus facultades como aislante, tanto térmico como acústico.
Características de las fibras
Las fibras de coco tienen diferentes utilidades en industrias de todo tipo, como en la agricultura, la automovilística, la textil o la decoración. Sin embargo, nos vamos a centrar en sus cualidades para la construcción sostenible, especialmente como aislante termoacústico.
Debemos tener en cuenta que la fibra de coco es inerte y duradera. Gracias a la lignina, también resulta un material sostenible para la construcción fuerte y resistente. Además, es ligero y consistente ante el ataque de microbios u otras plagas. Pero lo que más destaca de su perfil como componente constructivo es su alta resistencia a condiciones climatológicas duras y adversas con extremo calor. Al contrario de lo que se pueda pensar, ante altas temperaturas no se agrieta ni se deforma.
Aislante térmico y acústico
Una de las mayores cualidades de la fibra de coco es que, a pesar de ser un material poco maleable, permite diferentes formatos para ser utilizado como aislante térmico y acústico:
- Placas de fibra: Es el formato que más se comercializa para la construcción y acostumbra a utilizarse como aislante térmico y acústico en paredes, aunque puede aplicarse también en suelos y techo.
- Paneles: Unido al fibrocemento puede emplearse, por ejemplo, en encofrados de suelo. Es un gran complemento al cemento, ya que mejora sus cualidades, especialmente en aislamiento y resistencia.
- Bloques: Para fabricar bloques, se utiliza tanto la fibra como la propia cáscara. Se muele y prensa para usarse como material constructivo de obras menores como muros.
Además de sus propiedades como aislante termoacústico, la fibra de coco es muy resistente al agua: tiene bajos porcentajes de humedad, aunque puede llegar a contener hasta nueve veces su peso en agua en su interior. Por esta razón, es un material especialmente recomendado para zonas costeras. También debemos mencionar, dentro de las características de la fibra de coco, que es un gran, y cada vez más habitual, sustituto del amianto. En especial, en su unión con el cemento en las placas y paneles, de tal modo que se le puede considerar como un material, no solo sostenible, sino bueno para la salud.