¿Cómo mantener los interiores de nuestras casas saludables?
La mayor parte de nuestro tiempo lo pasamos en espacios interiores. Y ahora más que nunca, pasamos mucho más tiempo en nuestras casas, por eso es fundamental mantener un ambiente saludable en el interior de nuestros hogares.
En este sentido, existe una certificación que garantiza que el espacio habitado trabaja por la salud y bienestar de los ocupantes. Se trata de la certificación WELL, gestionada por el International WELL Building Institute. , que, en estos momentos debido a las actuales circunstancias de confinamiento, adquiere una especial relevancia.
Lo que diferencia esta certificación de las otras como LEED, Passive House, etc. que también incluyen diversas estrategias para garantizar la calidad del aire interior es que es la primera centrada, de manera exclusiva, en este asunto
Los edificios saludables son aquellos espacios que están pensados para contribuir a la salud y el confort de sus habitantes. Para ello, se presta atención a cada detalle de la construcción, y se tienen en cuenta una serie de factores como la eficiencia energética, los sistemas de ventilación, o la elección de los materiales.
No obstante, la mayoría de nuestros hogares no fueron construidos con tal fin. Y es que, según datos del INE, en España hay 50.000 viviendas con menos de 30 m2 y hay más de medio millón con una superficie de entre 30 y 45 m2. Esta escasez de espacio, y otras características como la falta de luz natural o una mala ventilación, limitan la salubridad de muchos hogares, y dificultan la vida de sus habitantes, empeorando su salud y bienestar.
Por eso, queremos compartir con vosotros una serie de recomendaciones para aplicar en los hogares los conceptos que defiende la certificación Well:
- Ventilar bien la vivienda: Expulsar los contaminantes generados internamente y mejorar la calidad del aire en la zona de respiración a través de un mayor suministro de aire exterior o una mayor eficiencia de ventilación
- Minimización de Combustión, reduciendo la exposición humana a la contaminación del aire relacionada con la combustión de fuentes de calefacción y/o refrigeración.
- Control activo de COV (compuestos orgánicos volátiles) a través de la implementación de sistemas de filtración / purificación de airey utilizando pinturas y otros materiales como los aislantes térmicos que no los contengan.
- Control de la temperatura interior, en una media de 21º. Lo recomendable es que los dormitorios estén entre 18 y 22 grados, mientras que las zonas comunes lo hagan entre 23-24 grados durante el día y 20 durante la noche.
- Evitar las pérdidas de temperatura a través de un buen sellado de ventanas y resto de la carpintería exterior. De igual modo debemos gestionar adecuadamente tanto las persianas y/o contraventanas de manera que en verano permanezcan cerradas durante los momentos de sol para evitar que el calor del sol entre en el interior de la vivienda y de forma inversa, en invierno están abiertas por el día para aprovechar la entrada de sol y cerradas de noche para evitar pérdidas térmicas.
- Gestionar eficazmente los residuos, según el protocolo establecido por las autoridades sanitarias, cuando haya personas afectadas por algún tipo de infección, como ocurre actualmente con el coronavirus.
Confiamos que estas recomendaciones os animen, ahora más que nunca, a “sacar lo mejor” de esta complicada situación, y aprovechemos para centrarnos en lo que de verdad importa, siendo más responsables para cuidar tanto de nuestra salud, como de la de nuestro planeta y así lograr vivir en un mundo, ojalá, un poco mejor.