El edificio Passivhaus más inclusivo
Desde este blog siempre hemos defendido la Arquitectura Sostenible como algo más amplio que una buena elección de materiales sostenibles para la construcción. Debe tener un espíritu más global e inclusivo. Al final, la misión principal siempre va a ser la descarbonización del sector de la edificación, pero ya que esta forma de construir es el pilar de la industria en el futuro, debe partir desde una perspectiva abierta, con conciencia social e inspiradora; promotora de una sociedad más sana y humana. Siguiendo ese nuevo eje de actuación de la arquitectura, os traemos un caso pionero en España: Reshogar, un edificio bajo el modelo passivhaus diseñado para personas con discapacidad intelectual.
La mejor solución ante un gran problema
El nuevo centro se encuentra en el madrileño barrio de Canillejas. Se trata de una edificación innovadora impulsada por Cirvite, una asociación sin ánimo de lucro que defiende los derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias. Esta residencia sigue la estela de otros países como Austria y Países Bajos: la arquitectura sostenible hecha y pensada para la adecuación a las circunstancias de personas que lo necesitan; en este caso, hombres y mujeres con discapacidad intelectual. La infraestructura está proyectada principalmente para acoger a las personas con discapacidad intelectual cuando sus padres o responsables legales ya no puedan ocuparse de ellos.
«Las personas con discapacidad intelectual también se hacen mayores, pero los recursos actuales especializados en envejecimiento prematuro son limitados. Durante la pandemia, muchas personas perdieron a sus seres queridos y ya no pueden ser cuidados por sus familiares. Ante esa situación, decidimos actuar creando este nuevo e innovador proyecto de residencia«, explican Mª José Alía, gerente de Círvite, y Jonatan Arroyo Ballesteros, director de Círvite.
Área residencial con conciencia
La nueva residencia, que presta una atención integral de calidad, tanto médica como psicológica y social, a un total de cuarenta y cuatro personas, está bajo el paraguas del estándar passivhaus, pero no pierde de vista otros compromisos, como la Agenda 2030 y muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que ha ONU ha promovido. «Las asociaciones sin ánimo de lucro también generan impactos medioambientales derivados de su propia actividad. Solemos exigir responsabilidad ante diferentes empresas o administraciones, y también nosotros debemos actuar con ejemplaridad y con respeto hacia nuestro entorno», comenta Jonatan Arroyo.
Este proyecto, denominado Reshogar, busca el cuidado total e inclusivo de las personas con discapacidad intelectual combinado con un respecto absoluto al medioambiente, generando externalidades positivas en todos los ámbitos de actuación de la asociación Círvite.
Beneficios de Reshogar
Los frutos de utilizar un estándar basado en la arquitectura sostenible son muchos, pero los principales se dividen en 3 ejes:
- Eficiencia energética e impacto ambiental. Con estas instalaciones se ha reducido a la mitad el consumo energético en climatización.
- Confort acústico y térmico. La envolvente hermética y los cerramientos altamente aislantes protegen al edificio de los ruidos exteriores y mantienen un nivel óptimo de temperatura durante todo el año.
- Calidad del aire. El sistema de ventilación con recuperación de calor consigue mantener el aire interior en condiciones de humedad y CO2 recomendadas. A su vez, esta buena calidad del aire evita la propagación de virus y bacterias, lo que deriva en una mejoría de la salud y la esperanza de vida.
Todos ganan en este planteamiento de residencia, ya que se reducen gastos gracias a las medidas de ahorro energético, se aumenta la calidad de vida mediante el mayor control termoacústico, climático y de la calidad del aire, y se crea un clima ideal para los cuidados necesarios de estas personas.
Lo mejor es que este modelo, si bien pionero en España, es fácilmente replicable: “se trata de un proyecto altamente replicable en el resto del territorio y que supone una mejora considerable en el ámbito de los recursos especializados en el envejecimiento prematuro de personas con discapacidad intelectual”, consideran desde la dirección de Círvite. Ojalá continúe esta tendencia y un sector constructivo inclusivo sea la normalidad.