Sunimplant, un edificio sostenible en África hecho a partir de la planta de cáñamo
El proyecto de construcción Sunimplant ha participado en la reciente edición de la competición bianual internacional “Solar Decathlon”, que en setiembre de 2019 se ha desarrollado en el Norte de África. El certamen desafía a los equipos participantes a diseñar y construir edificios altamente eficientes e innovadores que estén alimentados exclusivamente con energía solar. El certamen tiene como objetivo implicar a estudiantes para formarse y convertirse en la fuerza que impulse la implantación de nuevas tecnologías y la edificación sostenible.
Cáñamo, un material sostenible
Sunimplant pretende ser un proyecto pionero en tecnologías de la construcción, innovadoras en Marruecos. La utilización de la planta de cáñamo, un recurso ancestral, es hoy en día considerado residuo agrícola en la región del Rif central, en cuyos recursos el proyecto se inspira. Las biotecnologías y materiales de desechos agrícolas, desarrollados por Adrar Nouh, una cooperativa rifeña que forma parte del equipo, son un desafío interesante para el desarrollo socioeconómico en esta región. Pueden tener aplicación en la valoración de su bella arquitectura vernácula tal como la nueva construcción de urbes ecológicos.
Por eso, esta edificación piloto pretende dar un paso más y mejorar la calidad de vida de los habitantes marroquíes, a través de las cualidades aislantes y la alta efusividad térmica de sus materiales. La utilización del cáñamo, en este caso, se percibe como una oportunidad para cumplir con la eficacia energética y el secuestro de carbono en el explosivo sector de la construcción en las zonas rurales y urbanas del Norte de África.
El equipo que ha desarrollado el proyecto está formado por L’École Nationale d´Arquitecture de Tétouan, en la coordinación, desarrollo y ejecución del proyecto; por la cooperativa marroquí Adrar Nouh en el diseño arquitectónico, la concepción de materiales de cáñamo y la gestión de construcción; por L’École Nationale de Sciences Appliqués de Tétouan, en instalaciones y eficacia energética, y el Fraunhofer Center für Silizium Photovoltaik de Alemania, como entidad de consulting.
El proyecto está inspirado en la arquitectura tradicional africana, recreando un concepto contemporáneo. Su aspecto atractivo se combina con la eficiencia energética de un modelo compacto, poco expuesto a las condiciones climáticas severas del entorno, que además consume poco material. El edificio, de 90 metros cuadrados, se compone de una fachada de doble piel empleando técnicas de tapial de hormigón de cáñamo, cal, tierra y puzzolana, a modo de muro, y bio-composites de fibra de cáñamo y resina vegetal, creados con tecnología de inyección de vacío.
Energía fotovoltaica
El edificio, construido con una planta circular, tiene la función de crear confort interior a través de un amortiguamiento y desfase térmico óptimos. Exteriormente está cubierto por una capa esférica, con 24 paneles fotovoltaicos semiflexibles, patrocinados por DAS-Energy, que se integran en el diseño de forma que se distribuyen alrededor del edificio, aprovechando eficientemente las horas de sol. Los paneles fotovoltaicos se encuentran sobre unos paneles de bio-composite, realizados con lana de cáñamo, que protegen la cara trasera de los paneles, aumentando así su rendimiento. La piel exterior, aislante y reflectante, crea además un microclima sombreado y ventilado ante la exposición a las condiciones climáticas severas de Benguerir, en donde tiene lugar la exposición internacional.
El proyecto ha demostrado la versatilidad y el potencial de las fibras naturales en las construcciones modernas, aprovechándose y dándole un nuevo uso a los materiales residuales de la agricultura, cuyo fin, hasta el momento, era la quema de rastrojos.
La rehabilitación energética de la arquitectura vernácula y la implementación de una construcción sostenible pueden ayudar a combatir la descomposición ambiental en la región del Rif Central, provocada por el elevado consumo de recursos forestales de cedro, escasos en determinadas zonas.
Proyectos como este, adaptados a las circunstancias climáticas específicas, pueden ayudar a satisfacer las necesidades de desarrollo integral y de empleo innovador en África. Y, por supuesto, para llevar la sostenibilidad a todas las partes del mundo.
Estamos aquí en el Ecuador donde usamos adobe.
El adobe es un material muy noble y se sigue usando aquí. Su debilidad es el peso y la exposición a la lluvia que a la larga lo debilita. Tenemos pensado crear edificios en donde se necesita un material como el cáñamo. Se sabe de sus importantes beneficios. Uno de los que queremos capitalizar es en su peso mas liviano y secado mas rápido comparado al adobe. Estamos aquí en el sur del Ecuador, y quisiéramos contactarnos con personas que nos puedan guiar en el uso del Cáñamo (Hempcrete). Los felicito por la pagina que tienen. Esperando con mucho entusiasmo su respuesta a nuestras inquietudes.
Gracias.
Andrés Baillie
Presidente
Fundacion Pawaylla