Bilbao contará con el edificio sostenible más alto del mundo

Publicado el 25 mayo 2017

El edificio sostenible más alto del mundo estará en Bilbao. Se trata de un rascacielos de 88 metros, 28 plantas y con un total de 171 viviendas. El proyecto, promovido por la sociedad pública Visesa, fue diseñado por el estudio Varquitectos. Esta obra es un referente en arquitectura sostenible, pues fue íntegramente construida según los criterios del estándar Passivhaus. Pero, además, cabe destacar que se trata de una promoción pública. De todas las viviendas, 108 serán de protección oficial en venta y las otras 63 sociales.

Referente en Construcción Sostenible

Ubicado en el bilbaíno barrio de Bolueta, este rascacielos, reunirá todos los requisitos necesarios para obtener el certificado Passivhaus, otorgado por el instituto Passivhaus Darmstadt de Alemania. Se tratará de una obra prácticamente hermética, con aislamiento térmico y una ventilación mecánica con recuperación de calor. Características que lo convertirán en un edificio de consumo energético casi nulo. Las viviendas, al contar con un sistema propio de renovación del aire, dispondrán de una alta calidad de aire interior. Pero, además, usarán productos ecológicos, tendrán un importante confort acústico y mantendrán muy bien el calor interior.

En definitiva, reunirá los estándares que lo convertirán en un proyecto de construcción sostenible referente. Un elevado confort acústico y térmico, una excelente calidad del aire interior, el uso de materiales ecológicos y, por supuesto, el ahorro energético. De hecho, estas características permitirán reducir en un 75% el consumo energético, lo que supone un ahorro de más de 3.000 € al año.

El proyecto urbanístico de Bolueta se enmarca dentro de una compleja y ambiciosa intervención urbanística. Cuenta ya con la calificación Best Practice del X Concurso internacional de Buenas Prácticas de Naciones Unidas. Y es, además, el primero de los siete bloques que se desarrollarán bajo el estándar Passivhaus de eficiencia energética. En total, van a albergar  1.100 viviendas (608 de protección oficial y 492 libres).

Se trata de una edificación que, con el objetivo de recuperar un espacio industrial en desuso y descuidado, está contribuyendo a la mejora del paisaje del barrio. Así, se integra en la trama urbana, social y ambiental de la villa y dota de protagonismo a la ribera del río Izabal.

La apuesta por las casas sostenibles es, por fortuna, cada vez mayor. El hecho de que desde un organismo público apuesten por este tipo de proyectos es una muy buena noticia que se debería imitar. Otro ejemplo de ello es el Ecobarrio de Ourense, y también muchos otros proyectos que se están desarrollando. La conciencia sostenible está llegando, por fin, a la construcción, y también a la Administración.

© Fotografías extraídas de la página web de Visesa con fines puramente informativos.

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