Norman Foster: con la sostenibilidad por bandera
“La sostenibilidad del planeta no es moda, es supervivencia”, decía Norman Foster en una conferencia en el año 2009. El que es actualmente uno de los arquitectos más influyentes del mundo, cuyo nombre firma obras emblemáticas en todo el globo, fue uno de los primeros en sumarse a la arquitectura verde.
“Como arquitecto diseñas para el presente, con una conciencia del pasado, por un futuro que es esencialmente desconocido”, expresaba el arquitecto en una charla para TED sobre sostenibilidad. Esta es la máxima que ha guiado la dilatada trayectoria del genio, con especial fuerza en las últimas décadas a medida que la preocupación ambiental va en aumento. Tras diseñar diversos proyectos con planteamientos sostenibles, ahora Foster ha decidido lanzar su propia academia centrada en el desarrollo de ciudades eco.
En este post haremos un repaso por la filosofía y proyectos sostenibles del icónico arquitecto británico y desgranaremos la propuesta del Norman Foster Institute, que abrirá previsiblemente sus puertas en enero de 2024.
Hace ya más de una década, Foster alertaba de la necesidad de que todos los arquitectos del mundo comenzasen a aprender a usar los recursos de forma más eficiente. «Tienen que transformarse y adaptarse para construir ciudades sostenibles, de lo contrario se convertirán en dinosaurios», afirmaba en el 2009. Como primero en predicar con el ejemplo, la arquitectura de Foster lleva décadas integrando la sostenibilidad en sus diseños.
Algunos de sus proyectos más representativos en este sentido son el gran plan de ciudad sostenible Masdar City (Abu Dhabi), el edificio de la sede de Bloomberg (Londres) y su reciente proyecto Essential Homes.
Masdar City, una ciudad verde en medio del desierto
En aquel año, el arquitecto se encontraba inmerso en uno de sus proyectos de sostenibilidad más ambiciosos: Masdar City, la ciudad libre de huella de carbono y residuos ubicada en Abu Dhabi.
“Masdar City reinterpreta de manera contemporánea las estrategias medioambientales y los patrones urbanos propios de los asentamientos tradicionales árabes, para crear una comunidad emplazada en el desierto, libre de huella de carbono y de residuos”, en palabras de Foster. Esta iniciativa comenzó en el año 2006 y continúa todavía en pleno desarrollo, con previsión de estar terminada alrededor del año 2030.
La ciudad alberga uno de los mayores conjuntos de edificios con bajas emisiones de carbono del mundo, que cuentan con certificados como LEED. Estas construcciones emplean un 40% menos de energía y agua que otras de características similares. Además, el 90% de ellos están construidos con cemento de bajas emisiones y emplean aluminio 90% reciclado. En cuanto al abastecimiento energético, proviene esencialmente de fuentes de energía renovables como la solar.
A pesar de que el desarrollo de esta ciudad está siendo más lento de lo previsto inicialmente y su número de habitantes está muy lejos de alcanzar la capacidad para la que fue concebida (actualmente viven alrededor de 2000 personas de las 50000 que en teoría puede albergar), el proyecto de Foster ha sido revolucionario. Es por ahora la urbe que más cerca está de a lo que deberían aspirar las ciudades del futuro.
Sede Bloomberg, sostenibilidad en el corazón de Londres
En pleno centro de la City de Londres se encuentra el edificio de la sede europea de Bloomberg. Un proyecto en el que toda la concepción está enfocada en la sostenibilidad:
- Su fachada presenta persianas de bronce que pueden ser abiertas o cerradas de acuerdo con el clima, con el objetivo de minimizar el uso del aire acondicionado al interior.
- El techo está hecho a base de paneles que regulan la climatización del edificio. Además, dispone de 500 mil luces LEDs y sensores inteligentes capaces de saber cuántas personas hay en las oficinas y, así, regular automáticamente el suministro de luz.
- Las instalaciones cuentan con sistemas de recolección de agua pluvial que se reaprovecha para el suministro del edificio.
También en pleno centro de Londres, Foster and Partners están actualmente trabajando renovación de la mansarda del histórico Whiteleys Shopping Centre para hacerlo más sostenible. Para ello han apostado por la fachada ventilada de pizarra natural Cupaclad. Gracias a la elección de materiales naturales y respetuosos con el medio ambiente como la pizarra, el proyecto recibirá el certificado de edificio sostenible BREEAM, con una calificación de ‘Excelente’.
Essential Homes, una alternativa sostenible para dar hogar a los refugiados
Essential Homes es uno de los proyectos más recientes y especiales promovidos por la Norman Foster Foundation. La iniciativa, presentada este mes en el Bienal de Venecia, parte del deseo de facilitar a las personas refugiadas el acceso a una vivienda digna con todo lo necesario para poder instalarse cómodamente durante un tiempo. Están diseñadas para satisfacer las necesidades humanas básicas en cuanto a seguridad, comodidad y bienestar sin dejar de lado su respeto por el medioambiente.
En estas Essential Homes, diseñadas por los arquitectos españoles de la fundación Alberto Cendoya y Diego López, la huella de Co2 es un 70% menor que la de estructuras tradicionales gracias a distintas soluciones de eficiencia. Algunas de estas son sistemas de aislamiento energéticamente eficientes, tecnologías que absorben y reflejan la luz por la noche para reducir el gasto de electricidad y el uso de materiales de construcción reciclables.
Norman Foster Institute, la nueva escuela de ciudades sostenibles
A sus casi 90 años Norman Foster todavía continúa en activo promoviendo iniciativas que fomenten la arquitectura responsable. La última, presentada hace escasos días, es una escuela con su nombre especializada en el diseño de ciudades sostenibles.
Profesionales, estudiantes y amantes de la arquitectura podrán asistir a esta academia, con sede en Madrid, en la que se impartirán formaciones y talleres enfocados en la sostenibilidad de las urbes.
Las primeras actividades del Norman Foster Institute incluyen un curso que comenzará en enero de 2024 impartido por el propio Foster. Su nombre es “Ciudades sostenibles” y contará con un programa a tiempo completo de 36 semanas que se centrará en algunos barrios específicos de tres ciudades piloto que los estudiantes podrán visitar en investigaciones de campo.
Así, el trabajo de los alumnos no se limitará a los conocimientos teóricos. De hecho, como trabajo de final de curso los alumnos presentarán sus propuestas sostenibles a las administraciones locales para su posible implementación.
Volviendo a las palabras de Foster, la formación de los profesionales en nuevas herramientas que permitan una gestión más eficiente y sostenible de los recursos resulta esencial. Solo así podremos transformar la forma en que diseñamos y construimos nuestras ciudades, promoviendo un desarrollo urbano más equilibrado, eficiente y respetuoso con el medio ambiente. Gracias a la aparición de propuestas educativas como la del Norman Foster Institute estamos un poco más cerca de lograrlo.