Vanke Center, el rascacielos horizontal y ecológico
En el momento que se menciona la palabra “rascacielos”, normalmente se piensa en un edificio cuadrado y esbelto que se levanta hasta lo más alto. Sin embargo, esa concepción ya no se limita a construcciones en alturas: un rascacielos también puede ser horizontal, como es el caso del Vanke Center. Además de su particular formato, el Vanke Center destaca por su concepción sostenible, ya que, la optimización energética y la utilización de materiales sostenibles para la construcción, hacen de él un verdadero rascacielos ecológico.
El edificio
El curioso concepto con el que está diseñado el Vanke Center podría parecer una simple petición de un mecenas o una ocurrencia del arquitecto, pero nada más lejos de la realidad. Este rascacielos tiene esa forma horizontal por la ubicación en la que se encuentra: el Mar de China. Es una zona donde son comunes los maremotos y, Steven Holl, arquitecto del proyecto y dueño del estudio STEVEN HOLL ARCHITECTS, quería mimetizar su edificio con su entorno pero que, al mismo tiempo, fuera capaz de sobrevivir a un posible tsunami.
La baja altura de las diferentes construcciones que componen el Vanke Center están por debajo del límite de 35 metros. Estas infraestructuras están apoyadas en ocho núcleos que utilizan la tecnología de construcción de puentes, como un armazón de hormigón. Que todos los edificios estén en baja altura permite que estos estén presentes en el ecosistema creado por Holl pero que, al mismo tiempo, se maximice la superficie disponible para jardines, vegetación y estanques.
Paisaje y sostenibilidad
El objetivo era que el edificio quedara integrado en su hábitat, de forma que todo el complejo está conectado a través de un camino público verde. Para mimetizarse del todo con su entorno, el Vanke Center recicla las aguas grises y las reutiliza creando una laguna que funciona como un estanque de retención, transformándolo en un estuario plantado de bordes suaves.
El área total del complejo es de unos 60.000 m2, de los cuales ¾ están cubiertos por vegetación endémica de la zona. Para poder abastecer ese ingente terreno, el diseño de la construcción utiliza las aguas de lluvia al máximo: se han dispuesto jardines hundidos, patios, estanques y montículos plantados a fin de crear un sistema circulatorio para regular y redistribuir el agua de lluvia. Incluso se han colocado pavimentos en el recinto, tales como piedras locales o arena de la zona, que actúan como biodigestores que filtran, airean y riegan el paisaje.
Rascacielos ecológico
Un edificio sostenible en China debe utilizar bambú y el Vanke Center no es una excepción. Este material natural, muy común en el país asiático, está presente en las puertas y el mobiliario de todo el complejo. Además, los constructores pintaron el Vanke Center con pintura libre de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) y los edificios cuentan con alfombras verdes compuestas de material reciclado.
La eficiencia energética es otro de los valores destacables del Vanke center. Su gestión se basa en dos ejes: el primero, es el aprovechamiento de la luz solar gracias a un techo con paneles fotovoltaicos de 1.400 m2; el segundo, se basa en la utilización de los recubrimientos más novedosos y eficientes que conservan el calor y ventilan más adecuadamente.
También es relevante el funcionamiento de las persianas exteriores, cortinas interiores, aire acondicionado y sistemas de iluminación, ya que están coordinados por una serie de sensores interiores y exteriores que equilibran los niveles de luz ambiental, la ganancia de calor solar y la temperatura ambiente.
La gestión de agua pluvial, la eficiencia energética y el uso de materiales sostenibles para la construcción hicieron del Vanke Center una de las primeras edificaciones chinas en recibir la certificación Leed Platinium. Que las tendencias ecofriendly lleguen a una potencia mundial y uno de los mayores contaminantes mundiales, como es el caso de China, es muy relevante para el futuro de la arquitectura sostenible.