La Torre Méndez Álvaro: un referente de arquitectura sostenible que aplica la tecnología BIM
La aplicación de las innovaciones tecnológicas en la arquitectura permite hacer un uso eficiente de los materiales y minimizar el impacto ambiental de las construcciones. Un ejemplo de ello es la metodología BIM (Building Information Modeling), basada en el enfoque colaborativo de diseño y construcción, que emplea un modelo digital en 3D para gestionar la información del proyecto.
Esta metodología ha sido clave para la construcción de la Torre Méndez Álvaro, un edificio de oficinas situado en el barrio madrileño del mismo nombre. Para su diseño, a cargo del estudio de arquitectura GCA Architects, se emplearon herramientas colaborativas que facilitaron el intercambio de información entre todos los agentes implicados en el proyecto.
Colaboración, tecnología y sostenibilidad
El próximo verano se inaugurará la Torre Méndez Álvaro (Madrid), un nuevo edificio de oficinas que podría convertirse en un referente de la arquitectura sostenible en la ciudad. El proyecto consiste en la reforma total del edificio Retama 3 de 13.200 metros cuadrados y 14 plantas, propiedad de la empresa francesa Ardian Real Estate. Algunas de las modificaciones que se han introducido en esta construcción, cuyo proyecto de rehabilitación cuenta con una inversión de 25 millones de euros, son la ampliación de los pisos y el cambio de posición de la escalera para mejorar su funcionalidad, entre otros.
El proyecto de rehabilitación del edificio busca respetar el paisaje urbano, a la vez que asegura el bienestar del usuario. Para ello, se plantea la reforma tanto de los espacios interiores como exteriores, integrando amplias terrazas con abundante vegetación autóctona, que favorezcan el bienestar de los trabajadores.
El estudio previo de la estructura de la torre fue fundamental para definir el alcance del proyecto. El primer modelo se realizó con el apoyo de una nube de puntos, lo que permitió concretar el estado del edificio y la altura entre plantas. Además, el estudio de arquitectura empleó una herramienta de diseño colaborativo, BIMcollab, que permitió mostrar los elementos de la estructura existente que se pretendía conservar y diferenciarlos gráficamente de los de nueva construcción.
La metodología BIM facilita un flujo de trabajo en el que todos los participantes pueden colaborar e intercambiar información sobre el proyecto, utilizando estándares abiertos, como IFC (Industry Foundation Classes) y BCF (BIM Collaboration Format), que permiten el intercambio de información entre agentes, procesos y aplicaciones, sin la pérdida o distorsión de los datos que contiene. La comunicación multidireccional es la clave para lograr un diseño eficiente, sostenible y colaborativo.
El uso de este método en la rehabilitación de la Torre Méndez Álvaro ha permitido anticipar posibles imprevistos e integrar la sostenibilidad en el proyecto. Con el diseño del nuevo edificio, el estudio de arquitectura busca incorporar las últimas tecnologías para conseguir la máxima puntuación en las certificaciones Leed Platinum, Breeam Excelente, Well Core and Shell, Wiredscore Platinum, Smartscore Gold y Zero Carbon.
Un diseño orientado al confort de los usuarios
El juego de volúmenes resalta la verticalidad de la torre. El diseño se dinamiza gracias a un sistema de terrazas a doble altura, que van rotando a medida que la torre gana niveles, conectando las oficinas con espacios exteriores donde aparece una abundante vegetación, siguiendo los parámetros del diseño biofílico.
En la planta baja el vestíbulo se entiende como un espacio de reunión, ya que presenta una grada que conecta con la primera planta y funciona como auditorio. La torre está rodeada por un cuerpo sobrevolado de dos plantas que ejerce la función de coworking. Los espacios interiores destacan por su luminosidad y amplitud, gracias a su reconfiguración en torno al núcleo central, que disminuye la dependencia de fuentes de luz artificial.
El diseño del proyecto crea amplios espacios exteriores en la cubierta del podio y de la torre, con áreas verdes y una plaza orientada a los usuarios y acompañada de diversas comodidades. También se contempla la construcción de un centro que ofrece áreas de fitness y descanso. La planta superior, con vistas de toda la ciudad, está rodeada de especies vegetales y protegida por una pérgola fotovoltaica.
La imagen final del edificio es reconocible por el uso de costillas metálicas, que formarán parte del nuevo muro cortina de fachada, y el empleo de vidrios curvos en las esquinas para un diálogo más amable con las otras torres de la zona. Para la propuesta se han valorado tres materiales: metal, madera y vidrio, buscando un equilibrio cromático y sensitivo que refuerza la contemporaneidad del diseño.
El uso de tecnologías para centralizar toda la información del proyecto en un modelo digital desarrollado por todos los agentes implicados, como la metodología BIM, simplifica los procesos, promueve la coordinación entre equipos, incrementa la eficiencia en el uso de materiales y permite lograr diseños más sostenibles. El resultado posiciona a la Torre Méndez Álvaro como un referente de la arquitectura sostenible, que reúne los más altos estándares internacionales de confort y eficiencia energética.