Anna Bullich y Rafael Hernández: “La neuroarquitectura tiene múltiples beneficios para la salud: desde mejorar el descanso, hasta reducir la presión arterial y el estrés”
Esta semana hemos conversado con Anna Bullich y Rafael Hernández, socios fundadores de INDI Arquitectura. Este estudio, especializado en arquitectura saludable y emocional, busca crear proyectos que favorezcan el correcto funcionamiento de los biorritmos y que, además, representen un mínimo impacto medioambiental.
Entrevista
¿Cómo y cuándo nace el estudio de arquitectura?
El estudio nace en 2018, después de dos años de colaboración estrecha entre nuestras firmas independientes. Tras la crisis de 2008, decidimos compartir espacio en un coworking junto con una tercera firma. Después de esos primeros años, y tras varias colaboraciones en proyectos de distintas características, nos asociamos, fundando INDI Arquitectura saludable y emocional.
¿Cómo es vuestra metodología a la hora de afrontar los proyectos?
Planteamos una metodología de diseño colaborativo. Nuestros clientes participan del proceso creativo a través de unos talleres y ejercicios, de manera que sienten que la propuesta es fruto de su propio esfuerzo en comunión con el equipo de arquitectos.
A partir de ahí, aplicamos nuestro conocimiento experto en diseño de viviendas sostenibles (una obligación) y saludables, siempre dentro del techo de gasto de nuestros clientes.
A medida que avanza el proyecto y la construcción, los clientes participan menos intensamente, pero siempre mantenemos ese punto de conexión con el proyecto, para que realmente sientan que son parte del equipo.
¿Existe algún material sostenible por el que sintáis predilección? ¿Por qué?
La madera es única, ya que es el único material de la construcción que puede plantarse y, además, en su proceso de crecimiento compensa la huella de carbono que generará en la tala, manufactura y puesta en obra.
Además, sus características técnicas para la construcción son excelentes: resistencia, flexibilidad, higroscopicidad, mantenimiento, calidez, capacidad de reparación… Incluso su resistencia al fuego es excelente.
Estáis especializados en neuroarquitectura, ¿cómo pueden sus principios mejorar la salud física y mental de las personas?
La neuroarquitectura se utiliza desde hace décadas con fines comerciales, fundamentalmente. Su aplicación en la arquitectura tiene múltiples beneficios para la salud: desde mejorar el descanso, hasta reducir la presión arterial y el estrés, o aumentar la restauración cerebral y la concentración.
Este enfoque arquitectónico es camaleónico, ya que tiene la capacidad de implementarse sin alterar sensiblemente la apariencia del proyecto.
¿En qué medida integráis las nuevas tecnologías en vuestros proyectos?
Con mucho cuidado. Las nuevas tecnologías son un arma de doble filo. Si sale todo bien, son fantásticas, pero si, por falta de experiencia de los industriales (o los propios técnicos) o ausencia de ejemplos prácticos sobre su uso, sale mal, nuestros clientes pueden quedar muy insatisfechos después de invertir mucho dinero.
¿Qué estrategias utilizáis para maximizar la eficiencia energética de los edificios?
En primer lugar, minimizar las pérdidas, reforzar aislamientos, apostar por ventanas de alta calidad, controlar el tamaño de los huecos, aislar las soleras, etc.
En segundo lugar, proponer sistemas de climatización y generación de ACS lo más eficiente posibles.
En tercer y último lugar, incorporar sistemas de generación de electricidad.
¿Qué proyecto o proyectos destacarías especialmente? ¿Por qué?
Acabamos de terminar una vivienda autosuficiente a los pies de Montserrat, con SATE en fachada, recogida y tratamiento de agua, generador de electricidad con placas fotovoltaicas con acumulación, sistema de geotermia para el clima y el ACS, jardín mediterráneo sin casi necesidad de riego… Una joya en términos de sostenibilidad.
¿Existe un conocimiento real y extendido entre los profesionales del sector sobre la importancia de la sostenibilidad en la construcción?
En general, sí. Los profesionales del sector conocen la importancia de la sostenibilidad. Sin embargo, la medida en la que la implementan ya es otra cosa. Por nuestra experiencia, creemos que los edificios de alto standing y las grandes promociones de vivienda son los que menos tienen estos parámetros en consideración. La clase media acostumbra a valorar la sostenibilidad, tanto por conciencia como por el ahorro que supondrá en el mantenimiento de su casa.
Gracias a Anna Bullich y Rafael Hernández por dedicarnos su tiempo y permitirnos conocer su trabajo.