Casa Bionsai, una casa ecológica en 12 metros cuadrados
Las casas ecológicas son una representación de una forma de vida más sostenible y respetuosa con el medio. Reducen la huella ambiental, promueven el ahorro y la eficiencia energética, y emplean materiales sostenibles, entre muchas otras características. Pero, además, reflejan la personalidad y el modo de vida de sus huéspedes.
Ejemplo de ello es la casa Bionsai, que a pesar de sus 12 m2, tiene todo lo necesario para que su habitante, Rebeca, disfrute de una vivienda ecológica y minimalista. Se trata de un proyecto desarrollado por el estudio de arquitectura Atipical, con base en Madrid, creado en 2012 por Daniel Jabonero, bioconstructor, y Ángela Ruiz, arquitecta y diseñadora. Comprometidos con la naturaleza y la innovación, en Atipical ponen especial énfasis en las necesidades del cliente y su modo de vida, además de las condiciones del entorno, para llegar a construir una vivienda en equilibrio.
En conjunto, todas estas cuestiones contribuyen a la creación de la casa Bionsai. Rebeca, su dueña, es antropóloga y vegetariana, vive con 31 prendas de ropa, le encanta la cocina, el yoga, las plantas y la vida ecológica. Y todo esto está representado en su vivienda, ubicada en el centro de Madrid, en una antigua corrala de principios del siglo XX.
Reto sostenible
El reto no solo ha sido crear una vivienda bio en un espacio tan pequeño, sino tener en cuenta las características de la construcción tradicional para llevar a cabo un proyecto respetuoso con el medioambiente.
La rehabilitación se ha llevado a cabo pensando en su futura habitante, de forma que respetase su habitabilidad sana y sostenible, teniendo en cuenta las características del edificio, antiguo, con estructura de madera y cerramientos de ladrillo y cal.
La vivienda está diseñada en módulos, de forma que se aprovecha al máximo el espacio, con el objetivo de crear un ambiente sano y acogedor, y buscando siempre la funcionalidad. Los espacios que dan servicio se encuentran en los laterales del habitáculo, quedando en el centro espacio para hacer yoga, o invitar a amigos a comer en modo japonés, aprovechando el suelo.
Funcionalidad y ecología
Los módulos, fabricados en tableros de madera OSB, o fibras orientadas, dividen los diferentes usos y dan una imagen natural, y a la vez moderna. De esta forma, el baño se encuentra en un lateral, ocupando 53 cm de ancho, y alojando únicamente los usos necesarios. El módulo de almacenaje contiene el espacio necesario para Rebeca, pensado para un uso funcional. Aloja el sofá, que se transforma en cama con un simple movimiento, dejando más o menos espacio central, y ocultándose en el módulo de almacenaje.
El módulo de cocina, que oculta el baño, se compacta en 0,8 m2 y se despliega, para dar todos los servicios, ocupando 3 metros lineales de encimera y mesa para cocinar, o 2,3 m2 de espacio útil. El aprovechamiento de los ángulos creados por la vivienda, que ocupa un bajo cubierta, es máximo, de forma que la lavadora y el termo se ubican en esos ángulos muertos, dejando el máximo espacio de almacenamiento en el espacio más accesible.
El suelo de madera lasurada, permite mantener el equilibrio y calidez para disfrutar del espacio a todos los niveles. De este modo, la casa se adapta a su habitante y a sus necesidades, de la forma más sostenible posible, en pleno centro de la ciudad de Madrid.
La casa Bionsai es un ejemplo de cómo la sostenibilidad puede convivir perfectamente con las actuales circunstancias de las viviendas, como la predominación de espacios reducidos, y las demandas actuales de sus habitantes. Y, además, este proyecto demuestra también cómo es posible tener una casa sostenible en un emplazamiento tan poco verde y sostenible como es el centro de Madrid.
Las casas hay que guiarlas, o llevarlas a que sean ecológicas en forma paulatina, las ya construidas, y las nuevas que sean ecológicas. Ese será nuestro compromiso.