Micaela Piciaccia: “La ley básica de la modernidad: todo y ya, empuja hacia una construcción rápida, de baja calidad, insalubre y de vida muy corta”
Esta semana hemos querido conversar con Micaela Piciaccia, una arquitecta que dirige Otra, un estudio que es mucho más que un estudio de arquitectura. Y esa particular forma de practicar la arquitectura está fundamentada en su visión del sector de la construcción. No os lo perdáis:
Entrevista
Isabel Fernández: ¿Cómo nace OTRA?
Micaela Piciaccia: Después de 5 años de trabajo en el ámbito de la arquitectura convencional en Milán, el proyecto de una escuela primaria me llevó a trabajar en la zona rural de Kolkata, India. Al volver, mi planteamiento hacia la vida, tanto personal como profesional había cambiado.
Mi visión de la arquitectura empezó a mirar hacia atrás, al imponente patrimonio histórico arquitectónico presente en todo el planeta, a los conocimientos en el uso de materias primas presentes en cada lugar y a las técnicas de construcción tradicionales afinadas en los oficios a lo largo de los siglos. Entonces decidí poner al ser humano en el centro de mis proyectos y relacionarlo con el entorno en el que se establece: generar espacios de vida saludables para los seres vivos, respetuosos hacia el medioambiente y duraderos en el tiempo.
Empecé a formarme a pie de obra buscando maestros artesanos y a investigar sobre las técnicas de construcción tradicional y acabados y sus posibles desarrollos para cubrir las necesidades de los tiempos actuales. Desde entonces me dedico a innovar la tradición de la arquitectura. En 2017, desde la necesidad de que mis clientes pudieran ver, tocar y sentir a través de sus propias percepciones el bienestar que producen los materiales naturales con sus colores, sus texturas y sus formas más orgánicas, nace Otra Arquitectura, un estudio especializado en bioconstrucción y showroom de acabados murales naturales en el centro histórico de Madrid.
I.F: ¿Cómo diferenciarías a un estudio de arquitectura “habitual” de un showroom de acabados naturales como OTRA?
M.P: En Otra, las personas que visitan el espacio, nada más cruzar el umbral de la puerta, se ven envueltas en un espacio que enseguida actúa sobre sus sistemas de recepción sensorial. Su estado de ánimo se relaja, su ser empieza a vibrar en otras frecuencias y enseguida me encuentro con clientes acariciando las paredes, apoyando sus caras en ellas… algo bastante inusual.
Respecto a un estudio de arquitectura “habitual”, en Otra ejecutamos nuestro trabajo de forma artesanal, formulamos nosotros mismos las masas que irán aplicadas en las paredes según las exigencias técnicas, estéticas y de presupuesto de cada caso.
En Otra, además de ser un estudio de arquitectura, he ido impulsando sinergias entre artes, creando un centro dinámico de encuentro y trabajo entre artesanos y promoviendo actividades de crecimiento personal. Hay una zona de talleres en el estudio donde se desarrolla un coworking de ceramistas con horno y tornos, en la sala principal multifuncional se acogen encuentros de empoderamiento femenino, sesiones de baños de gong y meditación cantada, clases de yoga, exposiciones puntuales de pintura y escultura, presentaciones de libros, conferencias, cursos de arteterapia y hasta ha habido algunas jam session de músicos. Es un espacio vivo.
I.F: ¿Cómo es el proceso de selección y construcción de tus proyectos?
M.P: Según el caso el proceso proyectual es diferente.
En caso de obra nueva, suelo empezar por ir personalmente a visitar el terreno para conocer el entorno. El segundo paso es, teniendo en cuenta las normativas urbanísticas vigentes y las necesidades y sueños de los clientes, dar forma a un proyecto preliminar. En mis proyectos, tanto yo como mis clientes buscamos una arquitectura sana y respetuosa, por lo tanto, nos adentramos juntos en el proyecto, decidimos tanto la morfología como las técnicas de construcción y materiales que utilizaremos desde las cimentaciones hasta la última bombilla.
Principalmente construyo con piedra, madera, paja y tierra en estructuras portantes. Hay muchas técnicas diferentes de construcción con estos simples materiales: desde el uso de balas de pajas sueltas, como en la técnica Nebraska, o de adobes, hasta llegar a los productos más modernos de innovación como son los paneles estructurales prefabricados de paja comprimida o los bloques prefabricados de tapial en tierra.
En obras de rehabilitación y en intervenciones de acabados murales y suelos continuos trato de mantener la esencia del espacio originario. En el caso de edificación industrial, mi hacer está enfocado en mejorar las condiciones de transpirabilidad, aislamiento térmico y acústico y la salubridad.
I.F: Como arquitecta, ¿te satisface más una rehabilitación o una construcción nueva? ¿Por qué?
Percibo satisfacción en ambos casos. Siempre que puedo intento desincentivar a mis clientes sobre optar por la obra nueva, pues considero que ya bastante hemos construido como para seguir haciéndolo. Tenemos un inmenso patrimonio construido y deshabitado por rehabilitar y al que volver a dar vida. Un proyecto de rehabilitación me parece hasta más satisfactorio por incluir en el proceso un análisis previo del estado actual, imaginar los antiguos usos, darse cuenta de cómo han ido cambiando las exigencias de los espacios y las consecuencias de llegar a remodelarlos.
I.F: ¿Qué opinión te merece la arquitectura “moderna”?
Hace menos de 200 años, con la llegada de la industria y la masificación en las ciudades, que hemos dejado de construir nuestros cobijos con los materiales que teníamos a disposición en cada lugar. Hemos dejado de estar en contacto directo con el medio ambiente. Nos hemos encerrado en cubículos artificiales que nos alejan de las capacidades perceptivas básicas, enjaulados en cajas supuestamente firmes y estancas.
Los recientes estudios sobre la neuro-arquitectura nos recuerdan que somos animales, regidos por instintos despertados por los sentidos. Nuestra propia biología no nos permite adaptarnos al entorno artificial que la construcción industrial nos proporciona. 200 años de evolución genética no son nada, nuestra estructura genética no se ha adaptado todavía y sinceramente espero que no pueda adaptarse nunca.
Las formas, los materiales, los colores que definen, a través de la arquitectura, nuestros espacios de vida son elementos indispensables en la creación de un equilibrio psicofísico interior y con el entorno. Así de simple, una esquina con arista viva nos transmite precaución y si la redondeamos la sensación producida será de un espacio acogedor.
I.F: Por lo que he visto en tus trabajos sueles trabajar con materiales como la madera, piedra natural… ¿Qué ofrecen estos componentes en contraposición a otros más modernos y contaminantes?
Las causas de la contaminación del aire en espacios interiores se deben a compuestos con los que se fabrican los materiales y a un mantenimiento deficiente que hace que se desprendan y acumulen sustancias tales como compuestos orgánicos volátiles (COV), compuestos orgánicos semivolátiles (COSV), formaldehído, gas radón, óxidos nitrosos (NOx), asbesto y nanopartículas.
Por el contrario, los materiales naturales nos ayudan a reducir el impacto ambiental, nos proporcionan inercia térmica, flexibilidad, transpirabilidad y aislamiento térmico, absorción de olores, son totalmente inocuos para la salud humana y 100% reciclables.
I.F: Sueles trabajar en la divulgación en torno a la bioconstrucción y la sostenibilidad en la arquitectura. ¿Qué importancia le otorgas a esa labor como arquitecta especializada?
Es de fundamental importancia la labor de divulgación respecto a los conceptos movidos por el filón de la bioarquitectura. Hay mucho desconocimiento y desconfianza por el simple hecho de estar promoviendo propuestas que no coinciden con lo que el mercado global con grandes altavoces anuncia y propone. Personalmente, en estos últimos diez años he podido asistir a un cambio notable. Si en su momento intentaba convencer a los clientes con mis propuestas, hoy son los clientes quienes me buscan por lo que propongo. Esto me lo explico por dos motivos: por un lado, está habiendo una mayor concienciación hacia lo que consumimos y la necesidad de disminuir el impacto medio ambiental; por otro, empezamos a darnos cuenta de la corta vida de los materiales industriales, revalorando así que igual los abuelos tenían razón.
I.F: ¿Crees que las certificaciones sostenibles, cada vez más numerosas, son un sistema que fomenta las obras sostenibles y acerca esta perspectiva a los ciudadanos?
Este es un tema delicado. El mundo de las certificaciones sostenibles lo percibo como una estrategia más del mercado allí donde se ha creado una moda tras los conceptos de bio y sostenible, actualmente bastante prostituidos. Me gustaría que hubiera conciencia respecto a lo que se entiende por certificaciones sostenibles, me refiero tanto a los materiales como a las técnicas constructivas.
Hablando de materiales con sellos sostenibles hay que tener en cuenta que incluyen unos porcentajes de elementos químicos industriales admitidos en estas certificaciones y un impacto energético por producirlos, comercializarlos y desplazarlos. Me parece surrealista considerar algunas certificaciones sostenibles como tales cuando estamos produciendo una arquitectura que, por ejemplo, depende de una circulación de aire interior controlada por máquinas.
I.F: ¿Algún proyecto o proyectos que destaques especialmente? ¿Por qué?
Sin duda me gustaría hablaros de un proyecto que empezó en 2016 en Villaves, en la Merindad de Valdeporres (Burgos) en colaboración con el arquitecto Alfonso Zavala . Un proyecto promovido por la Junta Vecinal para la construcción de una Casa de Cultura, con la intención de valorizar la cultura local, conservar el patrimonio arquitectónico y propiciar el desarrollo sostenible en la zona.
Se trata de un ejemplo de edificación pública para dar a conocer técnicas y materiales de bioconstrucción haciendo de la propia construcción una experiencia pedagógica a través de la formación y la participación ciudadana.
Este edificio tiene un diseño orgánico que se genera a través de una circunferencia y una serie de radios, donde se forman unas pilastras de piedras que soportan la cubierta recíproca de madera. Como el terreno tiene una notable diferencia de altura, se estudia el proyecto de manera que la altura de este, con su techo verde, sea una continuación física del monte de arriba sin interrumpir el recorrido visual que se abre hacia el paisaje del valle. Para la pared de contención se utilizaron neumáticos reciclados readaptando la técnica de construcción Earthship, de la cual también se retomó el uso del efecto invernadero. Se aplicaron también técnicas de construcción con paja y con tierra con adobe BTC, tapial y con secciones de troncos. Finalmente, para los acabados se usaron principalmente tierra, cal y yeso en sus diferentes aplicaciones.
Una estufa de inercia térmica con bancos calientes cubre las necesidades de calefacción y se incluyó además un sistema de recogida de aguas pluviales y reciclaje de aguas grises. En cada fase de la obra un especialista ha guiado al equipo de trabajo de alumnos, voluntarios y ciudadanos proporcionando aprendizaje y control de ejecución de obra. En definitiva, una obra llevada a cabo por múltiples profesionales del sector, muchas manos y corazones.
I.F: ¿Cómo os podrían ayudar las administraciones para mejorar vuestro día a día o vuestro modelo de negocio? ¿La nueva ley de arquitectura es un paso adelante?
El ejemplo del proyecto Villaves Sostenible con su Casa de Cultura demuestra como por iniciativa de las administraciones se pueden promover acciones hacia una arquitectura participativa, sana y sostenible. La nueva Ley de Calidad de la Arquitectura es un paso hacia adelante muy importante. Mis dudas se vuelcan en cómo se llevarán a cabo los parámetros impuestos en ella. Llegamos con bastante retraso respecto a Francia, que ya desde 1977 brinda una ley de arquitectura. Teníamos y tenemos la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE), de 1999, que solo legisla cuestiones legales relacionadas con el proceso constructivo, pero no habla en ningún momento de cuestiones arquitectónicas u otras afines como el medioambiente, la accesibilidad, la eficiencia energética, etc.
Esta nueva ordenación jurídica ha sido requisito indispensable para que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se ponga en marcha. Así que, por primera vez en España, se implantan como pilares temas como las desigualdades en el acceso a la vivienda, la sostenibilidad de proyectos y rehabilitaciones, la necesidad de divulgación sobre una arquitectura ecofriendly, el fomento de la rehabilitación, regeneración y renovación urbanística sostenible de nuestro país, el reciclaje y la reutilización y uso de componentes de origen natural.
A través de la nueva ley se pone el foco en el uso de materiales sostenibles para la construcción que provengan de fuentes limpias como presente y futuro de la construcción.
Gracias a Micaela por dedicarnos su tiempo y permitirnos profundizar en su visión sobre la Arquitectura Sostenible, los materiales ecofriendly y el sector de la construcción en general.