Hassan Fathy, “el arquitecto de los pobres”
Con motivo de la visita a la exposición que, desde el 28 de enero y hasta el 16, de mayo se está celebrando en la Casa Árabe en Madrid sobre la obra de este, desconocido para muchos de nosotros, arquitecto egipcio, hemos tenido la oportunidad de profundizar en sus métodos constructivos y en su extenso e interesante legado.
Hassan Fathy que vivió entre los años 1900 al 1989 es, sin duda, uno de los padres de la arquitectura sostenible y vernácula ya que se negó a seguir la idea neocolonialista del momento que pretendía que las construcciones en Egipto siguieran los cánones internacionales del momento, poniendo su punto de mira en la forma en la que siempre lo había hecho el campesino tradicional, por lo que se ganó el sobrenombre de arquitecto de los pobres.
Utilización de materiales naturales
Hassan Fathy recupero las antiguas técnicas de construcción realizadas con materiales de la zona para ponerlas al servicio de una arquitectura moderna. Se fijó en las propiedades del adobe, las arcillas y las arenas secadas al sol y mezcladas con paja, como material constructivo disponible y barato con el que, además, se podían construir cúpulas, arcos y bóvedas inclinadas sin armazón como se había hecho desde tiempo inmemorial.
La mezcla de estos materiales arcillosos y de arena con la paja proporcionaba, además, un excelente aislante térmico que resultaba muy eficaz en el desierto para protegerse de los grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche.
En la exposición hemos podido ver planos originales, maquetas y fotografías de obras emblemáticas de Hassan Fathy. No obstante, lo que llamó poderosamente mi atención, fueron los métodos de acondicionamiento termodinámico que utilizaba como los captadores de aire, que eran aperturas laterales orientadas hacia los vientos dominantes para captar las corrientes; los reguladores que permitían abrir o cerrar la entrada de aire; las salidas de aire situadas en la cúpula qué definían el flujo del aire; las celosías que aportaban una luz suave y difuminada y las fuentes de pared y de suelo unidas mediante un canalillo que humedece y enfría el aire por evaporación.
En la exposición se dedica especial atención al proyecto de la villa de Nuevo Gourna en Luxor, construida entre 1945 y 1948 y que le dio fama mundial. Se trata de un ejemplo de planeamiento urbano integral, hoy protegido por el World Monuments Fund y UNESCO, en el que, adelantándose en casi dos generaciones a posteriores tendencias arquitectónicas, introduce en sus diseños la visión del destinatario, incorporando un tratado de usos y costumbres de los habitantes.
Referencia en la actualidad
Hoy, 75 años más tarde, un número creciente de arquitectos siguen de forma directa o indirecta la fórmula constructiva de Hassan Fathy experimentando con la tierra como material de construcción ya que las ventajas que, desde la óptica de la arquitectura sostenible ofrece este material, son innegables:
- Es barato y se encuentra en todas las partes del mundo
- Totalmente reciclable
- Posee una excelente inercia térmica
- Excelentes propiedades acústicas.
- Ignífugo
- Transpirable y regulador de la humedad.
- Material mineral que no se pudre.
- Muy versátil en sus aplicaciones y fácil de trabajar
La contribución de este extraordinario arquitecto a una arquitectura sostenible ha sido enorme, rescatando la arquitectura popular autóctona y buscando recursos naturales como la tierra y técnicas constructivas respetuosas con el medio ambiente como el tapial, el adobe y el entramado que, según se recuerda en la propia exposición, fueron también técnicas empleadas en la Península Ibérica.