5 claves de la arquitectura circular
La reducción de residuos es una de las claves de la arquitectura sostenible. La economía circular se encamina a convertirse en un modelo a seguir en todos los aspectos de la vida, y la arquitectura no se queda atrás, involucrándose cada vez más en la sostenibilidad.
Las estrategias que disminuyen el impacto de la construcción en el medio ambiente son indispensables. La edificación, como os hemos contado en otras ocasiones, genera entre el 25% y el 40% de las emisiones de carbono mundial, además de ser uno de los grandes productores de desechos.
La economía circular se basa en la Recuperación, Reutilización y Reciclaje de los elementos, en lugar del esquema lineal: Extraer, Crear y Tirar. Y, por su lado, la arquitectura circular busca construir a partir de elementos y materiales desechados de construcciones anteriores, reciclados o reconvertidos, dándole un nuevo uso y aportándoles una nueva aplicación al final de su vida útil.
Este sistema de autoalimentación no solo busca la disminución de la utilización de materias primas y la mejora de gestión de residuos, sino también la disminución del consumo energético o un menor impacto ambiental.
Algunas de las claves de la arquitectura circular
1. Análisis del ciclo de vida del edificio
Es importante realizar un análisis del ciclo de vida de la edificación para conocer cuál es la huella de carbono, la energía necesaria para su construcción y habitabilidad o la posibilidad de su reutilización. Este análisis es un método indispensable para entender el impacto real medioambiental de un edificio.
Debemos conocer desde los procesos de extracción u obtención de los materiales utilizados, su fabricación, uso, reparación y mantenimiento hasta su reciclado.
2. Promoción de la rehabilitación
Hablamos en otras ocasiones de la necesidad de la rehabilitación. Una de las características más importantes que nos aporta la rehabilitación es la reutilización y disminución de deshechos con respecto a la obra nueva, además de reducir el consumo de energía o la emisión de gases nocivos a la atmósfera. Esto se produce al mantener parte de la estructura, sin necesidad de derribo completo.
La rehabilitación debe mejorar la calidad de vida de los habitantes de los edificios, haciendo que el confort térmico, acústico y la calidad del aire sea mejorado en la restauración.
3. Diseño de viviendas flexibles
Las viviendas deben adaptarse a las necesidades de sus usuarios. Por eso, en el diseño, se debe pensar en el cambio de necesidades a lo largo de la vida útil del edificio, para que la vivienda se adecue a estos cambios.
De esta forma, también, debe ser posible el desmontaje para mejorar su reutilización. La vida útil del edificio se amplía de forma que disminuimos los desechos y tenemos la posibilidad de volver a utilizar los materiales en otros elementos.
4. Reducir las emisiones de gases, el gasto energético y los residuos
La reducción de emisión de gases es una cuestión que debemos tener en cuenta siempre que construimos de forma sostenible. Estándares como Passivhaus nos ayudan a construir viviendas energéticamente eficientes que, además de consumir el mínimo de energía, son capaces de producir su propia energía limpia y la gestionan de forma eficaz.
Es necesario, también, reducir los materiales que quedan como residuos de la construcción, proyectando de forma efectiva las necesidades para cada edificación. Pero también nos debemos fijar en qué tipo de residuos generamos. Si sustituimos materiales de alto impacto ambiental por otros de bajo impacto, esto supondrá un menor consumo de agua y energía, y su capacidad de reciclaje será mayor.
5. Utilizar materiales de cercanía y reciclables
Siempre debemos pensar en utilizar materiales que puedan ser reciclados una vez acabe la vida útil de la vivienda, de forma que puedan ser utilizados en otro proyecto y aumentar su vida útil. Los materiales naturales como la piedra, la madera o los aislamientos de origen natural son los que más capacidad de reciclaje tienen.
A la hora de diseñar el proyecto debemos también pensar en qué materiales están disponibles y son los, tradicionalmente, utilizados en la zona donde vamos a construir. Esto nos va a dar la clave de qué materiales podemos utilizar para crear un ambiente más sostenible. Utilizando materiales próximos al lugar de edificación produciremos una menor huella ambiental y ayudaremos así a la conservación del medio ambiente.
Estas son algunas de las claves de la arquitectura basada en la economía circular. Es un paso más de la arquitectura sostenible que, además de pensar en la reducción del consumo energético, promueve la mejor gestión de los residuos, elemento importante en cuestión de contaminación. El paso a una economía retornable puede cambiar el paradigma de la construcción y convertir a las ciudades, con un amplio parque de viviendas al final de su vida útil, en fuentes de materiales para futuros proyectos.